lunes, 15 de junio de 2020

LE CINEMA RELIGIOUSE


Ya he comentado hasta la saciedad el poco ingenio que hay en las películas religiosas actuales. Y eso que me refiero a las “mejores”: Pablo, Resucitado y tal. Su poco ingenio resulta colosal y épico.

Por el contrario, aunque haya pecado en ellas (y hasta a veces hagan apología del pecado) qué grandiosos son otros títulos del cine no-religioso. Es que uno no se cansa de examinar hasta qué punto algunas de ellas son obras de arte. Hoy, tras el almuerzo, he escuchado el denso, trágico “Hindi Sad Diamonds” de Moulin Rouge.

Esa pista de la banda sonora es de un barroquismo sonoro supremo (ya no se puede ir más allá), repleta de infinidad de efectos electrónicos tanto meramente sonoros como armónicos. Pero, más allá de eso, lo que impresiona es el perfecto acoplamiento entre esa música y la historia. Esa música es la síntesis del momento al que ha llegado la historia. Y, al mismo tiempo, forma parte de la historia como un elemento necesario.

La película Pablo no la pude ver más allá de cinco minutos, y aún creo que fui excesivamente generoso. En el año 2001, pagué gustoso dos veces la entrada en el cine para volver a ver Moulin Rouge.

Hoy he leído un artículo acerca de cómo esta obra de arte que es ese musical puede ser entendido como el mito de Orfeo y Eurídice. Impresionante. No es buscar tres pies al gato, el mismo director y el coguionista eran conscientes de poder entender el ambiente del cabaret como una especie de Hades.

Pablo tuvo un presupuesto de 5 millones de dólares. La Pasión tuvo 30 millones. (La Pasión ha sido nuestra única alegría en este capítulo del cine religioso. Mel, vuelve!!!). Moulin Rouge (2001) tuvo 52 millones. Es decir, solo gastaron nueve dólares más donde los otros gastaron uno. Y si quitamos el sueldo de las grandísimas estrellas que participaron en el musical, la proporción se reduce todavía más.

Pienso que algún peso pesado del Vaticano tendría que intervenir para favorecer, impulsar, hacer algo. Está claro que la industria del cine religioso por sí misma no sale de este marasmo. 

Marasmo: 
Suspensiónparalización, inmovilidad, en lo moral o en lo físico.

Lo ideal sería que la industria saliese por sí misma, pero ya no tiene sentido esperar otros cincuenta años. Lo del Vaticano no me hace nada feliz, pero ¿hay alguna otra posibilidad? Como no venga un Julio II del VII arte...

Post Data: Santidad, me atrevo a dirigirme a Su Santidad no por razones dogmáticas ni eclesiásticas, sino cinematográficas...

P. FORTEA

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