"Dios no te arranca de tu ambiente, no te
remueve del mundo, ni de tu estado, ni de tus ambiciones humanas nobles, ni de
tu trabajo profesional... pero, ahí, ¡te quiere santo!", decía San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei y conocido como “el santo de lo ordinario”, quien hace 41 años
partió al Cielo.
San Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro (España - 1902) en
una familia profundamente cristiana. De pequeño tuvo una infancia muy dura.
Tres hermanas menores que él murieron siendo niñas, el negocio de su padre
quebró y la familia tuvo que mudarse a Logroño.
Cierto día vio en la nieve unas huellas de los pies descalzos de un
religioso e intuyó que Dios deseaba algo de él. Poco a poco fue aumentando su
inquietud vocacional e ingresó al seminario. Más adelante estudió la carrera
civil de derecho en la Universidad de Zaragoza.
Se caracterizaba por tener un carácter generoso y
alegre, mientras que su sencillez y serenidad hacían que sea muy querido entre
sus compañeros. Tenía mucho esmero en la piedad, la disciplina y el estudio,
llegando a ser ejemplo para sus compañeros.
Es ordenado sacerdote el 28 de marzo de 1925. Años posteriores, con
permiso de su Obispo, se traslada a Madrid para obtener el doctorado en
derecho. El 2 de octubre de 1928, Dios le hace ver lo que quería de él y funda
el Opus Dei.
En una ocasión San Josemaría definió al Opus Dei como “una movilización de cristianos que supieran sacrificarse
gustosos por los demás, que hicieran divinos los caminos humanos de la tierra,
todos, santificando cualquier trabajo noble, cualquier trabajo limpio”.
En 1933 el Santo promovió una academia universitaria comprendiendo que
el mundo de la cultura y la ciencia es un punto importante para la
evangelización de toda la sociedad. Al estallar la guerra civil en 1936 se
inicia la persecución religiosa y San Josemaría se ve obligado a refugiarse en
diversos lugares hasta llegar a Burgos.
Acabada la guerra en 1939, retorna a Madrid y termina sus estudios de
doctorado en derecho. Su fama de santidad se fue extendiendo y dirigió
muchos ejercicios espirituales a pedido de muchos obispos y superiores
religiosos. En 1946 se traslada a Roma y obtiene de la Santa Sede la aprobación
definitiva del Opus Dei.
Poco a poco se le fue encomendando cargos importantes en el Vaticano y
sigue con atención el Concilio Vaticano II, relacionándose con muchos padres
conciliares. Viajó por diversos países de Europa y América impulsando y
consolidando el trabajo apostólico del Opus Dei.
"Allí donde están vuestros hermanos los
hombres, allí donde están vuestras aspiraciones, vuestro trabajo, vuestros
amores, allí está el sitio de vuestro encuentro cotidiano con Cristo", animaba San Josemaría.
Partió a la Casa del Padre el 26 de junio de 1975, a consecuencia de un
paro cardíaco y a los pies de un cuadro de la Santísima Virgen de Guadalupe.
Fue canonizado por San Juan Pablo II en el 2002.
Redacción ACI
Prensa
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