El pasado 22 de
junio, un grupo de obispos y pastores de la Iglesia Universal del Reino de Dios
(IURD) en Angola tomaron el control de los 35 templos de la
secta –conocida en muchos países por su lema “Pare de
Sufrir”– en Luanda y unos 50 en otras provincias del país, como
Lunda-Norte, Huambo, Benguela, Malanje y Cafunfo. Lo cuenta Nacho Vega en Noticias
RTV.
Estos dirigentes angoleños de
la IURD declararon una ruptura con la central de Brasil. Es un movimiento sin
precedentes, que comenzó en noviembre de 2019, con el lanzamiento de un manifiesto que criticaba el liderazgo brasileño de la secta.
UNA NUEVA ORGANIZACIÓN
TRAS LA RUPTURA
En una nota oficial, la IURD
de Angola declaró que algunos templos en el país fueron invadidos “por un
grupo de ex pastores que estaban desconectados de la institución por
prácticas y desviaciones de la conducta moral y, en algunos casos, criminales y
contrarios a los principios. Los cristianos exigieron un ministro de adoración”.
La secta dice en el documento
que los ex pastores presuntamente usaron la violencia y llevaron a cabo “ataques xenófobos”,
además de atacar a pastores, esposas y funcionarios de pastores “con el objetivo de tomar a la Iglesia por asalto, con
propósitos turbios”. La IURD
está dirigida por el brasileño Edir Macedo (su fundador) y hoy
tiene 10.000 templos repartidos en más de 100 países. Asegura reunir 500.000 adeptos en Angola.
El control de la IURD en Angola ahora será asumido, según el grupo
rebelde, por el “obispo” Valente Bezerra
Luiz, hasta ahora vicepresidente de la secta, y se llamará
“Iglesia Universal de Angola”. Los disidentes dicen que ya poseen el 42 % de los templos.
LAS ACUSACIONES A LA
CENTRAL BRASILEÑA
Los obispos y pastores
angoleños acusan a los líderes brasileños de la IURD de
evasión de divisas, expatriación ilícita de capital, racismo, discriminación,
abuso de autoridad, de imponer la práctica de la vasectomía a los
pastores y de entrometerse en su vida conyugal. También se quejan de los privilegios otorgados a los obispos brasileños y pidieron una mayor apreciación del
episcopado angoleño de la secta.
El manifiesto, que fue
preparado en noviembre y firmado por 320 obispos y pastores, fue enviado al
principal líder de la IURD en el país, el obispo brasileño Honorilton
Gonçalves, ex vicepresidente de TV Record,
propiedad de Macedo, el líder supremo de la secta.
Los responsables locales de la
secta en Angola dicen que no han sido atendidos. En el manifiesto pedían a los líderes brasileños de la IURD que abandonaran el país para que la institución fuera
administrada sólo por angoleños.
Dinis Bundo, identificado como
un trabajador de la IURD y portavoz del grupo rebelde, se quejó de los
beneficios para los líderes brasileños. Según él, las
mejores iglesias siempre se han asignado a los brasileños, que también se beneficiarían de buenos
salarios y automóviles modernos.
DISCRIMINACIÓN HACIA
LOS AFRICANOS
Bundo dijo que, además de
las 35 iglesias en Luanda, los manifestantes
comenzaron a controlar otras 18 iglesias en Benguela, 14
en Malanje, 10 en Huambo y 8 en Luanda-Norte. El grupo también tomó el control
de la Catedral de Morro Bento y el Cenáculo do Patriota, los principales
centros religiosos de la institución en Luanda.
En algunos templos hubo
resistencia. Los pastores angoleños llevaron las llaves de los establecimientos
y, en medio de discusiones y empujones, los responsables hasta ese
momento fueron expulsados.
En una nota enviada a la
prensa, el cuerpo de pastores denunció “actos de arbitrariedad” que estaban siendo practicados por la
dirección de la IURD en Angola. Según se puede leer en ella, el obispo
Honorilton Gonçalves persigue, castiga e intimida a
los obispos y pastores angoleños.
Además de la vasectomía impuesta a los pastores, las religiosas
están siendo obligadas a abortar, según la nota.
Entre otras
quejas, el documento también denuncia la “falsificación
de las actas de elección de los órganos rectores de la IURD”, la
emisión de documentos con plenos poderes a los ciudadanos brasileños para
ejercer actos reservados a la asamblea general, la prohibición de que los
pastores tengan acceso al entrenamiento académico-científico y
técnico-profesional, irregularidades en el pago de la seguridad social para
pastores y falta de proyecto de desarrollo pastoral en entrenamiento teológico
específico.
RESPUESTA
INSTITUCIONAL
Por el contrario, la nota de
la IURD afirma que los invasores difunden “mentiras absurdas, como esta acusación de racismo”, para confundir a la sociedad angoleña. “Es suficiente asistir a cualquier servicio de la
Universal, en cualquier país del mundo, para demostrar que los obispos, pastores y fieles son de todos
los orígenes y tonos de piel, de todas las clases sociales. En Angola,
de los 512 pastores, 419 son angoleños, 24 son mozambiqueños, cuatro vinieron
de Santo Tomé y Príncipe y sólo 65 son brasileños”, dice la institución.
El supuesto requisito
obligatorio para los pastores de someterse a una cirugía de vasectomía, según
la IURD, es un ejemplo de noticias
falsas “fácilmente negables por el
hecho de que muchos obispos y pastores de la Universal, en todos los niveles de
la jerarquía de la Iglesia, tienen hijos”.
Lo que la secta alienta, según la nota, “es
la planificación familiar, discutida responsablemente por cada pareja”. [Sobre este tema, una noticia de 2016].
Y concluye: “aclaramos que, respetando la unidad de doctrina de fe
que une a la Iglesia Universal del Reino de Dios en los 127 países donde está
presente, en los cinco continentes, la Universal de cada nación tiene plena autonomía administrativa para
avanzar y resolver sus problemas locales, siempre observando las leyes y
tradiciones. Lo que se espera es que las autoridades restablezcan urgentemente
el orden legal y puedan garantizar que la Universal continúe salvando vidas y
proporcionando ayuda humanitaria en Angola, como lo ha hecho durante 28 años”.
Secretaría RIES
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