Un día,
una niña le dijo a su profesor: “Mi tío lamió mi
galleta”, y el profesor le respondió: “La
próxima vez, pide otra galleta”...
Los meses
pasaron y la mamá de la niña fue a hablar con el profesor sobre una erupción en
la “galleta” de la niña; y fue ahí, cuando
el profesor se dio cuenta lo que la niña le intentaba decir aquel día.
Si NO les enseñas a tus hijos los nombres de sus
genitales, podrías ignorar signos y síntomas de abuso sexual.
Pene y
vulva no son malas palabras y no existe una “edad
apropiada” para hablar de ello. Hay que hacerlo como cuando les
enseñamos a decir mamá y papá.
P.d.
El abuso sexual infantil pasa tanto
en niñas como en niños.
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