Narrando la parábola
del rico Epulón y el pobre Lázaro, Nuestro Señor decía de quienes no quieren
creer:
“«Tienen a
Moisés y a los profetas; que les oigan». El (Epulón desde el infierno) dijo:
«No, padre Abraham; sino que si alguno de entre los muertos va donde ellos, se
convertirán». Le contestó: «Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se
convencerán, aunque un muerto resucite”» (Lc 16, 29-31).
Pues hay algunos que sí se
convencieron, como es la historia de San Bruno, el gran fundador de los monjes
cartujos, del cual ya hablamos en otra oportunidad y ahora presentamos en este pequeño vídeo para,
Que
no te la cuenten…
P. Javier
Olivera Ravasi, SE
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