martes, 31 de marzo de 2020

PRESIDENTE DEL COMITÉ DE LITURGIA DE OBISPOS DE EE.UU. DA PRECISIONES SOBRE SACRAMENTOS DE LA PENITENCIA Y UNCIÓN DE ENFERMOS


Crisis por el coronavirus con más de 143.000 personas contagiadas
Después de consultar con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Mons. Leonard Blair, Presidente del Comité de Liturgia de la Conferencia de Obispos de EE.UU. envió una carta a todos ellos: los sacerdotes no pueden confesar por teléfono celular ni tampoco delegar la unción de enfermos al personal sanitario, ni en situaciones como la crisis por el COVID-19
(NCReg/InfoCatólicaCon motivo de las excepcionales circunstancias que vienen dadas por el cumplimiento de las normas de prevención de contagio durante la pandemia de COVID-19, los sacerdotes y obispos están demostrando tener una o una piadosa creatividad para acercar los auxilios de las oraciones, devociones y también los sacramentos a los fieles.
Sin embargo, una carta enviada por el Presidente del Comité de Liturgia de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Mons. Leonard Blair, a los Obispos del país, recuerda que hay límites establecidos por la disciplina de la Iglesia que deben ser respetados a pesar de las circunstancias.
«Con respecto al sacramento de la Reconciliación, está claro que este sacramento no se puede celebrar a través de teléfonos celulares (móviles)», declaró Mons. Blair. «Además, en las presentes circunstancias los teléfonos celulares no deben ser empleados ni siquiera cuando con ello se pretenda amplificar la voz entre un confesor y un penitente que están dentro del rango visual». El obispo recordó que el uso de estas tecnologías puede conllevar riesgos contra el secreto de confesión.
Pero la Confesión no es el único Sacramento en ser objeto de propuestas que van más allá de lo admisible. «Con respecto al sacramento de la Unción de Enfermos, no es posible delegar la unción con óleo a otra persona, como un enfermero o un médico», afirmó Mons. Blair.
Las personas que no puedan acceder a la absolución sacramental, recordó, aún pueden realizar un acto de contrición perfecta inspirada en el amor a Dios, según establece el reciente Decreto de la Penitenciaría Apostólica.
 «Se concede la Indulgencia plenaria a los fieles enfermos de Coronavirus, sujetos a cuarentena por orden de la autoridad sanitaria en los hospitales o en sus propias casas si, con espíritu desprendido de cualquier pecado, se unen espiritualmente a través de los medios de comunicación a la celebración de la Santa Misa, al rezo del Santo Rosario, o del himno Akàthistos a la Madre de Dios, a la práctica piadosa del Vía Crucis, o del Oficio de la Paràklisis a la Madre de Dios o a otras oraciones de las respectivas tradiciones orientales, u otras formas de devoción, o si al menos rezan el Credo, el Padrenuestro y una piadosa invocación a la Santísima Virgen María, ofreciendo esta prueba con espíritu de fe en Dios y de caridad hacia los hermanos, con la voluntad de cumplir las condiciones habituales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre), apenas les sea posible».
«La Iglesia reza por los que estén imposibilitado de recibir el sacramento de la Unción de los enfermos y el Viático, encomendando a todos y cada uno de ellos a la Divina Misericordia en virtud de la comunión de los santos y concede a los fieles la Indulgencia plenaria en punto de muerte siempre que estén debidamente dispuestos y hayan rezado durante su vida algunas oraciones (en este caso la Iglesia suple a las tres condiciones habituales requeridas). Para obtener esta indulgencia se recomienda el uso del crucifijo o de la cruz»
CONSULTAS A LA CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO
Estas aclaraciones fueron hechas con ocasión de las consultas hechas al prelado y llevadas a conocimiento del Nuncio Apostólico en Estados Unidos, Mons. Christopher Pierre, para su posterior remisión a la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Tras la consulta a Mons. Arthur Roche, Secretario del Dicasterio, el Nuncio Apostólico refirió a Mons. Blair las citadas determinaciones, que han sido comunicadas a los Obispos.
La Arquidiócesis de Kansas City sugirió la semana pasada que los sacerdotes podrían usar teléfonos celulares para amplificar las conversaciones durante la confesión sacramental, si las políticas de distanciamiento social requerían una distancia o barrera entre el sacerdote y el penitente. La arquidiócesis dijo a los sacerdotes que los teléfonos celulares serían confesados ​​si el sacerdote y el penitente estuvieran a la vista.
Algunos sacerdotes de otros lugares de Estados Unidos también han sugerido el uso de teléfonos celulares durante la confesión sacramental realizada con distanciamiento social.
Por otro lado, el viernes, la Diócesis de Springfield rescindió una política que habría permitido al personal de enfermería ungir físicamente con óleo a los católicos que buscaban la unción de los enfermos, mientras que los sacerdotes recitaban las oraciones necesarias, si el contexto de un hospital prohibía el contacto inmediato entre los sacerdotes y el enfermo católico. 

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