Una madre siempre se preocupa por sus hijos, más
aún en un mundo que a veces puede resultar peligroso.
Por eso la Iglesia invita a recurrir a la oración cuando no se puede
estar físicamente con ellos y, de esta forma, pedir a quienes sí pueden
protegerlos: el ángel de la guarda.
“Desde su comienzo hasta la muerte, la vida humana
está rodeada de su custodia y de su intercesión. ‘Nadie podrá negar que cada
fiel tiene a su lado un ángel como protector y pastor para conducir su vida’
(San Basilio Magno). Desde esta tierra, la vida cristiana participa, por la fe,
en la sociedad bienaventurada de los ángeles y de los hombres, unidos en Dios”,
afirma el Catecismo de la Iglesia Católica en su
numeral 336.
Esta es la “Oración de una madre a los ángeles de
la guarda de sus hijos”:
Humildemente los saludo, ¡fieles amigos celestiales
de mis hijos!
Les doy gracias de todo corazón por todo el amor y
la bondad que les muestran.
En algún día futuro lo haré, con un agradecimiento
más digno del que ahora se puede dar, ante la corte celestial entera reconociendo
mi deuda para con su guía y protector.
Sigan velando sobre ellos. Provean todas sus
necesidades de cuerpo y alma.
Oren, del mismo modo, por mí, por mi esposo y mi
familia entera, para que sea todo el día un regocijo en su bendita compañía.
Amén.
Redacción ACI Prensa
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