Luego de hallarse más de 2400
restos fetales conservados médicamente en la casa del fallecido
doctor estadounidense Ulrich Klopfer en septiembre de 2019, en Indiana (Estados
Unidos), el fiscal general se comprometió a dar un entierro digno a los bebés
abortados.
Además, dijo que el caso muestra la necesidad de leyes severas que
regulen el trato sobre los cuerpos de los bebés abortados.
“El inquietante descubrimiento de 2.411 restos
fetales de las clínicas de aborto de Indiana fue un shock tanto para nuestro
estado como para nuestra nación, y mi oficina se enorgullece de liderar la
investigación de esta horrible situación para brindar respuestas y cercanía a
todos los afectados”, dijo el Fiscal General de
Indiana, Curtis Hill, en un informe preliminar de diciembre de 2019 que fue
presentado por su oficina.
“Mi oficina continúa trabajando diligentemente en
la investigación de las circunstancias que llevaron a este descubrimiento, y
tengo la intención de proporcionar un entierro digno de estos restos de acuerdo
con la ley de Indiana, para que estos restos finalmente descansen en paz”, dijo Hill.
El informe dijo que la investigación preliminar descubrió que el
fallecido abortista Dr. Ulrich Klopfer no logró deshacerse de los restos
fetales como lo exige la ley de Indiana.
Días después de la muerte del hombre de 79 años, el 3 de septiembre de
2019, los familiares alertaron a las autoridades locales del condado de Will,
Illinois, sobre el descubrimiento de restos fetales en su residencia. Las
autoridades encontraron en su domicilio restos fetales médicamente preservados
de 2.246 bebés, junto con los registros de sus pacientes.
En octubre de 2019 se descubrieron otros 165 restos en un
automóvil propiedad de Klopfer en un área de Chicago. La cajuela del vehículo
tenía cinco bolsas de plástico y una caja que contenía restos fetales.
Klopfer había realizado obstetricia, servicios ginecológicos y abortos
quirúrgicos y médicos en clínicas en Fort Wayne, Gary y South Bend (Indiana).
Se estima que abortó a más de 30 mil niños en un lapso de cuatro décadas.
Los investigadores ahora creen que los miles de conjuntos de restos
provienen de abortos realizados en las tres clínicas de Indiana. Algunos restos
también provienen de abortos realizados en 2003, y no solo de 2000 a 2002, como
se pensaba anteriormente, informó Associated Press.
El informe de la oficina del fiscal general de Indiana dijo que “no es posible hacer una verificación independiente de
cada una de las identidades de los restos fetales”. Se publicará un
informe final en los próximos meses.
El Obispo de Fort Wayne-South Bend, Mons. Kevin Rhoades, ofreció
enterrar los restos fetales en un cementerio católico de su diócesis.
En su informe, Hill dijo que el caso “ejemplifica
la necesidad de leyes firmes para el entierro digno e los restos fetales”.
Citó una ley de 2016 aprobada por la legislatura de Indiana y confirmada por la
Corte Suprema de los Estados Unidos en 2019.
La oficina del fiscal general ha establecido una línea telefónica y una
dirección de correo electrónico para cualquier persona que tenga posibles
conexiones con los restos fetales y que puedan tener preguntas.
Miles de registros de pacientes fueron abandonados en las clínicas de
aborto de Klopfer y otras propiedades. Estos registros se mantendrán seguros “hasta el momento en que puedan eliminarse
adecuadamente”, dijo la oficina del fiscal general de Indiana. La
investigación encontró que Klopfer no eliminó adecuadamente los registros de
salud del paciente y no notificó a los pacientes sobre los registros de su
práctica médica.
La licencia médica de Klopfer fue suspendida por el estado de Indiana en
2015 e indefinidamente en 2016, después de que se presentaron numerosas quejas
contra él. Admitió haber practicado abortos en dos niñas de 13 años y no
informó los casos al estado de manera oportuna. La junta médica del estado
informó que su clínica en Fort Wayne estaba “deteriorada”,
y les cobró más dinero a los pacientes adultos por medicamentos para el
dolor.
También admitió haber practicado un aborto en una niña de 10 años que
había sido violada por su tío, en Illinois, y no denunció su caso a las
autoridades.
Los senadores de los Estados Unidos, Young y Braun, han solicitado ayuda
a la oficina del Fiscal General de los Estados Unidos, William Barr, en la
actual investigación multiestatal sobre Klopfer. A su petición se unieron 65
miembros en la Cámara de Representantes.
El alcalde de South Bend, Pete Buttigieg, que se postula para la
nominación demócrata a la presidencia, dijo que el descubrimiento le pareció “extremadamente inquietante” y apoyó una
investigación.
El senador estadounidense Mike Braun, presentó el proyecto de Ley
federal de Dignidad para los Niños Abortados (Dignity for Aborted Children
Act), que dijo que evitaría casos similares al exigir que los restos de los
niños abortados reciban entierro y respeto adecuados.
Los múltiples copatrocinadores de la legislación, todos republicanos,
incluyen al otro senador estadounidense de Indiana, Todd Young.
Redacción ACI Prensa
No hay comentarios:
Publicar un comentario