Los frutos del
trabajo dependerán de la visión con que nosotros tomemos el don de trabajar.
Por: Alonso Ramirez | Fuente: Catoliscopio.com
El trabajo es el acto que siempre ha acompañado la existencia del ser
humano, para muchos es una maldición que cayó sobre el hombro de Adán. Para
otros, trabajar es tal y como dice Gibran “Trabajáis
para poder seguir el ritmo de la Tierra y del alma de la Tierra” por
ello los frutos del trabajo dependerán de la visión con que nosotros tomemos el
don de trabajar. Así que te presentamos 5 Tips de cómo santificar tu trabajo
que el mismo Gibran cita en su afamado libro.
1
OFRENDARLO A DIOS
El trabajo es el fruto de tu esfuerzo, haz todo con el deseo de que tu
fruto sea una ofrenda agradable a los ojos de Dios, despierta con esa
convicción y esa oración en tus labios y será la convicción que dominará tu
día. Como dice san Agustín: Ora como si todo
dependiera de Dios y trabaja como si todo dependiera de ti
2
VALORARLO
Cierto momento he escuchado a personas ir por su salario y expresarse de
ello como ir a recoger “esa cochinada” ¿Así valoras
todo tu esfuerzo? Como algo tan simple o sin valor. Si tú mismo no lo
valoras ¿Cómo esperas que otros valoren tu trabajo?
Así que antes de recoger esa “cochinada” ve
y recoge la bendición de tus frutos laborales.
3
TRABAJAR CON AMOR
Ya decía el proverbio, quien trabaja en lo que ama no trabaja nunca, y
si no cuentas con la suerte de trabajar en lo que amas, pues ama en lo que
trabajas, porque es el barco en el que pasas tu vida y puedes amarlo haciendo
cada labor como si fuera para alguien a quien amas
Y cuando trabajáis con amor, os integráis a vosotros mismos, y el uno al
otro, y a Dios.
¿Y qué es trabajar con amor?
Es tejer la tela con los hilos sacados de vuestro corazón, como si
vuestro bienamado debiera vestirla.
Es construir una casa con afecto, como si vuestro bienamado debiera
habitar en ella.
Es sembrar granos con ternura y recoger la cosecha con alegría, como si vuestro bienamado debiera comer sus frutos. Gibran
4
TRABAJAR CON ORGULLO
No es una maldición que cargamos el tener que trabajar, esto
independientemente de cual sea tu labor. Algunos creen que es más honrosa una
profesión a otra, pero todas realizadas con orgullo y amor dignifican a todo
hombre. Leamos a Gibran.
A menudo os he oído decir, como si hablarais en sueños: “Quien trabaja el mármol y haya la forma de su alma
en la piedra, es más noble que aquél que labra la tierra. Y quien alcanza el
arco iris y lo extiende sobre la tela a semejanza del hombre, es más que aquél
que hace sandalias para nuestros pies”
Pero yo digo, no en sueños sino en pleno despertar del mediodía, que el
viento no habla con más dulzura a la gigantesca encina que a la más ínfima de
las hierbas del bosque.
5
VIVE PARA TRABAJAR Y NO TRABAJES PARA VIVIR
Que el trabajar sea para dignificarte y no para esclavizarte, que ames
trabajar pero no que sea lo único que ames hacer. Ya decía Facundo, el
conquistador por cuidar su conquista termina esclavo de lo que conquistó. Así
que adelante hazlo con el orgullo con que Beata Madre Teresa de Calcuta bañaba
a sus pobres, con la alegría con que san Francisco salía a Predicar, con el
deseo de hacerlo bien con que san Martín de Porres barría el monasterio, pero
sobre todo con el amor con que Jesús cumplió su misión aun siendo una dura
misión.
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