Zelenka ayer escribía:
Padre Fortea, quiero pedirle un
favor, que nos dé su opinión sobre la traducción del nuevo Padrenuestro que
dice "perdona nuestras ofensas como también
nosotros perdonamos a quienes nos ofenden". Yo rezo siempre el
Padrenuestro antiguo porque me parece que no es lo mismo una deuda que una
ofensa. Puede haber deudas sin ofensas y ofensas sin deudas. Es seguro que ya
haya escrito algo sobre esto, pero no estaría de más repetirlo.
Efectivamente, no es lo mismo
decir “cielo” o “cielos”,
“ofensas” o “deudas”, “mal” o “maligno”, o “no nos
dejes caer en la tentación” que “no nos
conduzcas a la tentación”. En el futuro, no descarto hacer una nueva serie de
sermones sobre el tema en mi canal:
A tu pregunta, Zelenka, te diré
que lo que debió decir Jesús en arameo debió ser “deudas”.
No voy a explicar aquí las razones de crítica textual por la que afirmo
eso. Pero a la misma conclusión llegaron en la Antigüedad y por eso en latín
dice debita nostra. Los antiguos no conocían el whatsup, pero eso no
significa que fueran tontos. La traducción por "ofensas"
no es ninguna traición. Mateo dice "deudas",
Lucas dice "pecados": perdona
nuestros pecados. O, más literal: perdonanos
los pecados.
Lo que subyace en todo esto, en
el fondo, son dos modos de acercarse al texto sagrado. Unos se acercan
postrándose ante el Misterio, considerando que no deben cambiar nada del
mensaje divino. Podemos conservarlo, transmitirlo y meditarlo. Mientras que
otros consideran que ese mensaje hay que adaptarlo, hacerlo más humano, y que
para eso no pasa nada por hacer pasar por texto bíblico lo que es una
especulación.
El pro
multis es solo un ejemplo. Se
pueden poner más ejemplos en los que los traductores (incluso en textos
oficiales de leccionarios) no han tenido el cuidado que se esperaba de ellos.
El caso más claro es que en vano buscaréis el versículo del leccionario que
dice cuánto le cuesta al Señor la muerte de los
justos. Una frase inventada de principio a fin. Es más, el sentido
del texto hebreo dice justamente lo contrario: O
quam pretiosa est in conspectu Domini mors sanctorum eius. Pero, en fin, este es el caso más gordo.
Qué pasaba por la mente de los
traductores norteamericanos cuando tradujeron en la misa et cum spiritu tuo, por and also with you.
Pues no tengo ni idea.
Para las almas sencillas que se
pregunten qué versión de la Biblia leer, les diré que en español la Biblia de
Jerusalén está bien. No sé cómo están ahora las notas. Hace tiempo me dijeron
que mal, que no creían en la inerrancia. Pero nunca las he leído. Así que no
sé.
La Biblia de la CEI en italiano
es óptima. Yo suelo leer la New Revised Standard
Version y cuando tengo dudas una versión interlineal.
En el fondo, lo que subyace
debajo de esta forma de traducir es una mentalidad: lo que importa no es el depositum fidei, sino
hacer una religión más humana. Si no se tiene respeto a la Tradición y ni
siquiera a las Escrituras, pues se las modifica sin más. Lo digo bien alto y
bien claro, para advertir a las ovejas del buen rebaño de Cristo: he conocido
personalmente a biblistas en Roma que, de ningún modo, creían en la inerrancia
de la Biblia.
El Biblicum en Roma tiene que ser reformado de cabo a rabo. Ahora mismo
es una escuela de racionalistas.
¡Ojo, quedaos tranquilos! Leccionarios y biblias suelen estar bien traducidas. Lo repito: No tengáis intranquilidad. No os van a dar gato por liebre. Las cosas de arriba, son excepcionales. No leáis con aprensión ni las biblias ni las lecturas de la misa. El 99,9% es perfecto. Y una fracción es mejorable. Solo eso, mejorable. No es que estén traicionando el texto ni metiendo sus ideologías. Lo que pasa es que no se puede admitir EN ALGO TAN SAGRADO ni la más mínima ligereza.
El texto sagrado, las palabras de Dios, deben ser traducidas de un modo exquisito.
¡Ojo, quedaos tranquilos! Leccionarios y biblias suelen estar bien traducidas. Lo repito: No tengáis intranquilidad. No os van a dar gato por liebre. Las cosas de arriba, son excepcionales. No leáis con aprensión ni las biblias ni las lecturas de la misa. El 99,9% es perfecto. Y una fracción es mejorable. Solo eso, mejorable. No es que estén traicionando el texto ni metiendo sus ideologías. Lo que pasa es que no se puede admitir EN ALGO TAN SAGRADO ni la más mínima ligereza.
El texto sagrado, las palabras de Dios, deben ser traducidas de un modo exquisito.
P. FORTEA
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