Los niños están en un proceso constante de
conocimiento del mundo. Es durante la infancia cuando surgen las primeras dudas
acerca de la existencia de Dios. Casi siempre el primer contacto que los niños
tienen con el tema de Dios es a través de sus padres, por ello los padres deben
saber responder a sus preguntas de un modo claro y edificante.
Uno de
los teólogos medievales más importantes, Santo Tomás de Aquino comenzó a
preguntarse por Dios desde muy temprana edad. Con alguna frecuencia se hablaba
del tema en su casa. Él, al escuchar las charlas de los adultos se fue
formulando esta pregunta: ¿Qué cosa es Dios? Al
final de su vida, Tomás de Aquino se había acercado de múltiples maneras a la
solución de esta pregunta, que se planteó siendo apenas un niño.
De manera
muy semejante los niños actuales se plantean dudas sobre Dios: ¿Qué es Dios?, ¿Cómo es?, ¿Es un señor barbudo que vive
entre las nubes? Los padres de familia son los primeros en enseñar a los
niños quién es Dios. Muchas veces el niño escucha a sus padres hablar de Dios.
También puede comenzar el acercamiento a las realidades divinas cuando el niño
acompaña a sus padres a la iglesia.
Es
importante saber que cuando los niños preguntas esperan una respuesta clara y
sencilla. En una palabra: que puedan entender. Ante
la pregunta sobre Dios, su existencia y características hay que explicar a los
niños lo que nos preguntan, pero también lo que es apropiado que sepan a su
edad.
Independientemente
de las preguntas particulares que puedan hacer los niños, debemos tener en
cuenta que deben saber que Dios existe como ser superior a todas las cosas, que
es bondadoso, amoroso y cuida de sus creaturas como un Padre.
DIOS ES UN PADRE BUENO
QUE CUIDA DE SUS HIJOS
Una
pregunta común que los niños desean aclarar es: ¿Quién
es Dios? Podríamos hacer muchas especulaciones sobre la esencia de Dios como
Ser necesario, perfecto y eterno, pero con estas respuestas sólo le daríamos
más oscuridad al niño en vez de claridad.
Ante esta
pregunta podemos responder, sin miedo a errar, que Dios es un Padre bueno que
cuida a sus hijos. Podemos explicar a los niños que Dios es el Padre de todas
las cosas. Es decir, Él ha originado las cosas que existen porque ha querido
que así fuera. Podemos decir al niño que se imagine cómo nacen las flores, las
plantas, los animales, etc. De esta forma le haremos pensar que es necesario un
origen, porque si todas las cosas vienen de todas las cosas, de manera
indefinida, no tiene sentido el orden que vemos.
Podemos
decirle al niño que Dios ama las cosas que ha hecho y que no era necesario que
estas cosas existieran. A Dios le podemos decir Padre porque, además de
habernos dado origen, nos ha hecho semejantes a Él. Dios es un Padre bueno, el
mejor que existe. Y es por esta bondad perfecta que cuida de nosotros.
DIOS EXISTE Y ES
SUPERIOR A TODAS LAS COSAS
Los niños
pueden preguntarnos: ¿existe Dios? y para
responder que sí podemos proponerle al niño lo siguiente: que piense en las
cosas que lo rodean. Una vez que se haya imaginado estas cosas le diremos que
imagine que no existen. Es entonces que le podemos preguntar: ¿pudieron no haber existido estas cosas? El niño
responderá según su juicio. Lo que se pretende es llegar al punto en que se
debe aceptar que alguna cosa debe existir siempre porque si no existe algo de
modo originario, supremo y fuerte, la débil existencia de las otras cosas no
tendría sentido.
Gabriel González Nares
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