Al reunirse con familias, durante su visita a la
parroquia romana de San Crispino de Viterbo este 3 de marzo, el Papa Francisco
alentó a los padres a confiar sus hijos a Jesús y a la Virgen María.
“Oren por sus hijos: confíenlos al Señor, a Nuestra
Señora, para que puedan protegerlos”, alentó.
El Papa destacó que “el bautismo de un niño
es un primer paso para toda la vida cristiana. Comienza a desarrollarse: Dios
entra en los corazones de los niños, es como un sello que nunca desaparecerá,
es el Señor, su presencia”.
El Santo Padre señaló que acompañar a los hijos en su crecimiento “no es fácil”, pues “hay
tantos problemas infantiles: hoy está enfermo, mañana es caprichoso, pasado
mañana esto y lo otro”.
“Pero acompañan a los niños en el crecimiento: en
el crecimiento físico, que es saludable; en el crecimiento humano, psicológico;
y en crecimiento espiritual”.
El Papa aseguró que “cuando el niño, la
niña, tiene a su padre y su madre a su lado, se siente seguro. Al lado, pero a
un poco de distancia, que se sientan libres, pero saben que si hay algo los
tienen a su alcance”.
“Déjenlos que crezcan, que se sientan personas,
pero con la certeza de estar protegidos”, expresó.
“Gracias por su trabajo de padres”, finalizó el Papa.
Redacción ACI
Prensa
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