En su visita de hoy a la parroquia romana de San
Crispino de Viterbo, el Papa Francisco advirtió que el chisme tiene el poder
destructivo de una bomba atómica.
“Las guerras comienzan con el lenguaje. Es como una
bomba atómica. Antes de decirle a los demás, tómate un espejo y mírate”, aconsejó el Santo Padre.
El Papa llegó a la parroquia romana alrededor de las 4:00 p.m. (hora
local)
El Papa Francisco se reunió primero con niños del catecismo y de post
confirmación, para luego encontrarse con personas pobres y enfermas.
El Santo Padre confesó además a 5 feligreses.
El 28 de marzo de este año se cumplirán 36 años de la visita de San Juan
Pablo II a esta parroquia romana.
En la Misa que celebró en la parroquia de San Crispino de Viterbo, el
Papa Francisco señaló que “quiero detenerme en una
parábola que Jesús nos ofrece hoy: ¿por qué miras la pajilla que está en el ojo
de tu hermano y no la viga que está en tu propio ojo?”.
“Esto es lo que el Señor quiere enseñarnos: no
vayas a criticar a los demás, no miremos las faltas de otras personas, miremos
las nuestras”, alentó.
“Todos tenemos defectos”, añadió, y lamentó que “estamos acostumbrados
un poco por la gravedad del egoísmo a mirar solo las faltas de los demás.
Inmediatamente encontramos las faltas de los demás y hablamos de ello. Hablar
de los demás parece dulce, nos gusta. Es una cosa mala”.
“Somos especialistas para encontrar la culpa de los
demás”, señaló, y advirtió que “si sigues este camino serás hipócritas”.
“El chisme va más allá, siembra discordia y
enemistad, siembra mal”.
El Papa finalizó su homilía aconsejando a los fieles que “sería muy agradable pensar en esto en Cuaresma: ¿cómo me
comporto con la gente? ¿Cómo está mi corazón frente a la gente? ¿Soy un
hipócrita?”.
“Hay dos medicamentos”, dijo. “El primer remedio es rezar y luego
morderse la lengua”.
Redacción ACI
Prensa
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