La Madre Teresa de Calcuta viajó hasta en tres
oportunidades a China con el sueño de abrir una casa de las Misioneras de la
Caridad; aunque eso no ha sido posible aún, la semilla que dejó la santa
permitió el surgimiento de una asociación de laicos que ahora tiene casi 6.000
miembros.
Según informa Asia News, una delegación compuesta
por 30 miembros de la asociación está de visita en Calcuta y rezaron ante la
tumba de la santa.
“Su alegría es contagiosa”, comentó el Arzobispo de Calcuta, Mons. Thomas D’Souza, quien los recibió
a su llegada.
Sobre la visita a la casa general de las Misioneras de la Caridad, el
Vicario General de la Arquidiócesis de Calcuta, P. Dominic Gomes, comentó que “hemos estado juntos casi una hora. Por como visten,
parecen religiosas y sacerdotes, pero en realidad son laicos sencillos que
trabajan entre los perseguidos en China”.
“Querían escuchar el ritmo de la tabla (tambor
típico indio) y lo hemos tocado para ellos, luego de la bendición de los
objetos sagrados en la capilla”, añadió.
Mons. D’Souza dijo que en China la asociación inspirada por el carisma
de la Madre Teresa “cuenta con cerca de 6 mil
miembros que sirven en nueve diócesis. Sirven sobre todo en el campo caritativo
y en la evangelización”.
“Viajan por las ciudades difundiendo el mensaje del
amor. Están al servicio de los enfermos y los pobres”. “Ha sido realmente
edificante encontrarnos con estos peregrinos chinos”, resaltó el Arzobispo.
Por su parte, UCANews indicó que la Madre Teresa de Calcuta fue a China
hasta en tres oportunidades, siendo el último de sus viajes en 1993, cuando fue
invitada por la familia del entonces líder Deng Xiaoping. Por ese entonces se
creía que sus visitas buscaban allanar el camino para una posible visita de San
Juan Pablo II.
Otro de los objetivos de la religiosa era abrir una casa de las
Misioneras de la Caridad en el país asiático para poder servir a los más pobres
entre los pobres.
Según UCANews, “un relato que es
posiblemente apócrifo señala que un funcionario chino le dijo entonces que en
el país no había pobres”.
Antes de fallecer, la santa reiteró su deseo de que su sucesora abriera
una casa de la congregación en China. No fue sino hasta el año 2005 que el
Gobierno comunista invitó a la hermana Nirmala y a un grupo de religiosas a
Beijing.
Alentadas por la cálida recepción y aconsejadas por un sacerdote chino,
las religiosas escribieron ese año una carta para solicitar la autorización de
abrir una casa. Hasta la fecha la misiva no ha sido respondida.
Sin embargo, en 2003 se fundó la Asociación Evangélica de la Madre
Teresa, un movimiento laico que ahora reúne a unos seis mil hombres y mujeres.
Su fundadora, la señora Li Baofu, viajó a Calcuta a principios de 2014,
acompañada de otros miembros del movimiento para darle gracias a la Madre
Teresa por toda su obra y su labor en China.
Redacción ACI
Prensa
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