La mujer embarazada
necesita apoyo no un aborto.
Por: Dra. Luz María Cortés Cordova | Fuente: 40 días por la vida colaboración Catholic.net
Nunca olvidare ese día, tan triste y doloroso para nuestra amada Patria,
tierra Guadalupana, protectora, defensora de la Vida y la Familia, al que
denominamos algunos hermanos Provida, como
“Martes negro”, aquél 24 de abril de 2007 la
Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobó la despenalización del aborto
en la Ciudad de México hasta la semana doce de gestación por cualquier
causal, 46 diputados votaron a favor del aborto, 19 a favor de la Vida y una
abstención, ese lugar se convirtió en una gran fiesta, donde muchos gritaban:
-¡Si se pudo!,
¡si se pudo!
Empuñaban sus manos en símbolo
de triunfo, integrantes
de diversos organismos proaborto, lloraban, se abrazaban, brindaban.
Esa escena me llevo a un
pasaje doloroso del juicio de nuestro Señor Jesucristo, donde aquel pueblo gritaba
al unísono, embravecido.
¡Crucifícale!, ¡Crucifícale! empuñando sus manos, gritos,
risas maliciosas, vociferaciones.
Frente a ellos el cordero inocente, hecho una llaga, no reconocido como
persona, señalado como el “no deseado”, condenado
a muerte sin defensa alguna.
Recreándose este episodio con los más pequeños e inocentes, sin
reconocimiento como persona, minimizándolo a un tejido en formación, producto,
cumulo de células, “embarazo no deseado”, condenados
a la pena máxima LA MUERTE de las maneras
más atroces y violentas, por medio de ABORTO QUIMICO (Pastillas Abortivas), ABORTO MECANICO (aspiración manual/mecánica
Endouterina conocido como AMEU), ABORTO QUIRURGICO (Legrado), hasta la semana 12 (3
meses de gestación), anulando toda posibilidad de existencia humana antes de
este tiempo, desde todas sus dimensiones como Persona Humana.
Designando así 14 “clínicas públicas” del Gobierno de la Ciudad de
México, entre ellas, hospitales materno-infantiles, hospitales generales,
hospitales de pediatría y en estos mismos nosocomios se practicaría el tan
pugnado derecho “al aborto seguro”.
Y comenzó el holocausto, a los pocos días del dictamen de muerte, en
donde ya había un listado previo a la votación que se ejerció en la Asamblea,
de “pacientes en espera” para practicarse un
aborto hasta la semana 12.
Al inicio de la despenalización las primeras citas eran a las 8:00 am y
en un corto tiempo, comenzaron las filas por las madrugadas hasta la fecha, mujeres solas, acompañadas de esposos, novios,
concubinos, amigas, familiares, con niños o bebes en brazos o con activistas
proaborto que las custodian, desde las 4:00 a 5:00 am; en la oscuridad,
en las tinieblas, habiendo muchas veces frio, lluvia, viento, el riesgo sobre
seguridad pública a esas horas, dando en algunos de estos lugares fichas para
una cierto número de mujeres al dia (no siendo pocas personas y bebes que ese
dia será su condena de muerte).
Aunado a esto, aquellos espacios
que eran las “clínicas clandestinas” y que
se pugno por décadas terminará el aborto clandestino y se detuviera la muerte
de “mujeres víctimas de estos abortuorios”
simple y llanamente después de la despenalización se hicieron “clínicas VIP” y abiertos al público sin
problema alguno, actualmente se calculan cerca de 50, en donde participan
filiales internacionales, ejerciendo la práctica del “aborto
legal y seguro” con determinadas cuotas o subsidios.
Actualmente la Secretaría de Salud de la Ciudad de México presenta con
periodicidad las estadísticas como un logro del mal llamado “Interrupción Legal del Embarazo (ILE)” en donde
llevan como resultado de abril 2007 hasta el 28 de febrero del 2018, solo de
los “abortuorios públicos” un total de
191,691 vidas cegadas de niñas y niños por el aborto, a su vez mujeres quedando
mujeres con heridas profundas del postaborto (un doloroso daño en vida).
Pero El Señor y nuestra
Santísima Madre nunca dejan solos a sus hijos amados, especialmente a los más
pequeños, inocentes, desamparados, y sin duda alguna donde abunda el mal sobreabunda
la gracia, fortaleciendo y animando a los movimientos por la defensa de la Vida
que han dado una gran lucha décadas atrás y surgiendo nuevos movimientos para
salir al paso de la mujer con embarazo en crisis, para los jóvenes, las
familias, sociedad civil; formando, informando, previniendo, acompañando,
saliendo a las calles a ser voz de los sin voz a través de marchas, caminatas
por la Vida, atención de banqueta, centros de apoyo para la mujer con
embarazo inesperado, casas de acogida, escuelas para padres, movimientos por la
familia emergiendo con más fuerza, para trabajar desde la célula básica de la
sociedad, fortaleciendo su importancia y como primer escuela educadora de
valores fundamentales y respeto a la Dignidad Humana, apoyo y
acompañamiento a mujeres para sanar las heridas del aborto, así surgiendo
un gran movimiento de Oración, Ayuno, Vigilia Pacífica e Integración
Comunitaria llamado 40 Días X la Vida así en unidad rogando a nuestro Señor por
el FIN DEL ABORTO, y todos como el cuerpo de
CRISTO trabajando incansablemente por el BIEN COMÚN.
Concluyendo que ante los ataques contra la Vida y la Dignidad de la
persona que se han dado a través de estos años, nos ha fortalecido para NO DESISTIR, y continuar en la línea de la batalla
como Misioneros del Evangelio de la Vida, orando, accionando a través de los
diversos carismas se puede colaborar para salvar vidas y los más importante ALMAS, un FIAT
(hágase) transformará Vidas, corazones, historias para GLORIA
DEL AMADO.
“La mujer embarazada
necesita apoyo no un aborto”
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