Sí, ya sé, ya me
contaste que no fue tu culpa. Que vos no hiciste nada malo, y que todo fue un
malentendido.
Ya me explicaste que tuviste
la mejor intención pero que todo se dio de manera confusa, y la otra persona
malinterpretó todo, Y obró con malicia o con saña, y rompió códigos, y destruyó
todo.
Y sí, recuerdo muy bien todo
el dolor que sus palabras o sus silencios te causaron, y lo mal que te pusiste
cuando te enteraste que había estado criticándote a tus espaldas, luego de
tomar inexplicablemente un distancia impensada.
Ya sé todas las razones que
tenés para no dirigirle más la palabra y eliminar de tu vida a ese traidor, a
esa falluta, a esa persona ingrata que no supo valorarte. Razones que -incluso-
te llevan a veces a odiarla y desearle el mal.
Pero quisiera darte una razón
que yo considero más poderosa, una razón de un peso y una hondura capaces de
inclinar la balanza hacia el otro lado.
ESA RAZÓN ES JESÚS.
Cuando nosotros éramos sus
enemigos, cuando el hombre pecador estuvo y está alejado y huyendo de Él, Él
ama, Él busca, Él perdona.
Él viene a salvar a los
pecadores. Viene a ofrecer Misericordia.
El mejor regalo que podés
hacerle al Niño Jesús y que podés hacerte a vos mismo en estos días santos es PERDONAR.
Perdonar redime
y transfigura el dolor que sufriste.
Perdonar pone
luz en ese rincón oscuro de tu historia
Perdonar no
cambia tu pasado, pero cambia tu presente y tu futuro.
Y si no sabés cómo perdonar, y
si sabés pero no podés, el Niño trae sus manitos -ya casi saliendo de la panza
de María- cargadas de amor y de perdón, para regalarte y para que vos puedas a
su vez regalar.
Porque no siempre es posible
ni es oportuno reconciliarse y restablecer ese vínculo que los unía.
Pero siempre es posible apagar
en el corazón la llama del resentimiento, siempre es posible restaurar el
corazón lastimado, y así, levantar la cabeza, volver a sonreír francamente,
llenarse de paz y de esperanza.
Dale, anímate.
PERDONAR es también
NAVIDAD
Leandro Bonnin
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