El cisma entre los ortodoxos se asienta
El Patriarca de
Moscú y toda Rusia ha tildado ayer miércoles de «fracaso total» el concilio
celebrado el 15 de diciembre en la capital de Ucrania, Kiev, en el que se
anunció la creación de la Iglesia ortodoxa ucraniana «autocéfala».
(EP) «Es un fracaso total del 'concilio de unificación'.
No hubo ninguna unificación, se llevó a
cabo la unificación de los cismáticos, su legalización ilícita y
anticanónica por parte del Patriarca (Bartolomé), cuya jurisdicción no se
extendió a la tierra ucraniana, ni podía extenderse», ha dicho el patriarca Kirill.
En dicho concilio, la nueva Iglesia ortodoxa ucraniana eligió a
Epifani Dumenko como patriarca. La Iglesia ortodoxa rusa ha quitado
hierro al concilio y ha resaltado que es
poco probable que Epifani cuente con apoyo en el mundo ortodoxo.
Asimismo, el Patriarca ruso ha
denunciado que las autoridades ucranianas y estadounidenses interfieren en los
asuntos de la Iglesia ortodoxa ucraniana para romper los lazos espirituales
entre los pueblos ruso y ucraniano.
En este sentido, ha recalcado que
diplomáticos del país norteamericano
trabajan en Ucrania para «romper los últimos lazos
que unen a estos dos pueblos, que son
los lazos espirituales», con el apoyo de Kiev, según ha informado la
agencia rusa de noticias Sputnik.
Por ello, ha denunciado el «silencio
total y absoluto» de la injerencia del presidente ucraniano, Petro
Poroshenko, en la vida eclesiástica, después de que promulgara una ley
que obliga a la Iglesia ortodoxa ucraniana a cambiar su nombre en cuatro meses
para quitar la referencia a Rusia.
La Iglesia Ortodoxa de Constantinopla anunció el 29 de noviembre que
había redactado una carta constitucional para una iglesia «autocéfala» en Ucrania, una decisión que llevó a la
Iglesia Ortodoxa de Rusia a romper sus lazos con el Patriarcado de
Constantinopla.
En un comunicado publicado en
su web, el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla confirmó el 11 de octubre
que, tras tres días de sínodo, había decidido «renovar la decisión ya tomada de
que se proceda a garantizar la autocefalia a la Iglesia de Ucrania».
Asimismo, indicó que se ha aprobado rehabilitar el Patriarcado
Ecuménico de Kiev, excomulgado por la Iglesia Ortodoxa rusa a principios
de los años noventa del siglo XX por apostar por la separación de Moscú.
El Patriarcado suspendió además
el anatema impuesto a los jerarcas de las llamadas Iglesia Ortodoxa Ucraniana
Autocéfala, fundada en 1917, y la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de
Kiev, creada en la década de los noventa, Makari y Filaret, respectivamente.
En este sentido, revocó
también el lazo legal incluido en una carta sinodal de 1686, «publicada para las circunstancias de ese momento», que
daba los derechos al Patriarcado de Moscú sobre la ordenanza de Kiev.
Por último, pidió «a todas
las partes implicadas» que «eviten la
apropiación de iglesias, monasterios y otras propiedades, así como cualquier otro acto de violencia o venganza,
para que la paz y el amor de Cristo permanezcan».
RUSIIA HABLA DE
DECISIÓN CATASTRÓFICA
En respuesta, el metropolitano
Ilarión, jefe de Exteriores de la Iglesia Ortodoxa de Rusia, anunció el 15 de
octubre que el Santo Sínodo de la estructura eclesiástica había tomado la decisión de «romper
totalmente la plena comunión con el Patriarca de Constantinopla».
Previamente, Alexander Volkov,
portavoz de Cirilo I, afirmó que la decisión del Patriarcado de Constantinopla
es «catastrófica»
para su estructura y la
ortodoxia mundial al «legalizar la escisión».
«Podemos
catalogar de legalización de la escisión lo que fue aprobado en el Sínodo de la
Iglesia de Constantinopla», dijo. «Hoy
el Patriarcado Constantinopolitano toma decisiones catastróficas, ante todo
para sí mismo, y también para toda la ortodoxia mundial», agregó.
Así, Volkov recalcó que el patriarca Bartolomé de Constantinopla «no ha escuchado las múltiples voces que se oían en todas
partes del mundo ortodoxo» y «ha
traspasado una 'línea roja'» con su decisión.
En esta misma línea se expresó
la Iglesia Ortodoxa de Ucrania del Patriarcado de Moscú, que apuntó que aún
está a la espera de los documentos oficiales que confirmen la decisión, que ha
descrito como «ilegal».
TENSIONES ENTRE
UCRANIA Y RUSIA
Las tensiones en torno al
futuro espiritual de Ucrania emanan del grave deterioro de las relaciones entre
Kiev y Moscú tras la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014 y los
enfrentamientos en el este de Ucrania entre el Ejército y separatistas
prorrusos.
Ucrania acusa a la Iglesia
Ortodoxa rusa de ejercer una influencia negativa en su territorio y de actuar
como herramienta del Kremlin para justificar sus acciones.
En este sentido, Poroshenko destacó tras la decisión del 11 de
octubre que «las decisiones del Patriarcado
Ecuménico y el Sínodo disipan finalmente las ilusiones imperiales y las
fantasías 'chovinistas' de Moscú».
«Es una cuestión de nuestra independencia, seguridad nacional, estatalidad y de
geopolítica mundial», resaltó.
Por contra, el Kremlin se ha opuesto a la decisión, al
tiempo que ha argumentado que se opone a cualquier medida que pueda llevar a
una división en la fe ortodoxa. El cisma sería el mayor desde el Cisma
de Oriente y Occidente –o Gran Cisma–, en 1054.
RAÍCES ORTODOXAS DE
AMBAS NACIONES
Ucrania y Rusia trazan sus
raíces cristianas ortodoxas hasta Vladimiro I de Kiev –San Vladimiro
Sviatoslavich el Grande–, el príncipe cuyo bautismo en el año 988 en Kiev llevó
a la cristianización de la región, entonces conocida como el Rus de Kiev.
El Patriarcado de Moscú,
alineado con la Iglesia Ortodoxa Rusa, fue dominante en Ucrania, pero ha sido
desafiado por el Patriarcado de Kiev, formado en 1991 tras el colapso de la
Unión Soviética.
Liderado por Filaret, ha
apostado por una independencia de la Iglesia ucraniana y un acercamiento a
Occidente. El propio Filaret ha sido muy crítico con las autoridades rusas y ha
llegado a decir que el presidente del país, Vladimir Putin, está poseído por
Satanás.
El Patriarcado de Moscú ha
negado en todo momento que su Iglesia suponga una amenaza para la seguridad de
Ucrania y ha resaltado que ha llevado a cabo muchas acciones para promover la
paz en el este del país.
La Iglesia Ortodoxa rusa
decidió en septiembre suspender su participación en las estructuras encabezadas
por el patriarca Bartolomeo por su apoyo a Ucrania, y ha llegado a amenazar con
dejar de reconocerle como 'primus inter pares' en
el mundo ortodoxo.
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