martes, 9 de octubre de 2018

QUÉ HA SIDO DE LOS SEMINARIOS?


Aquellos edificios hermosísimos, auténticas obras de arte, con su capilla anexa (además de la biblioteca, el estudio, la cocina, el refectorio, un hermoso patio, campos de juego, jardín, la gruta de Lourdes, las aulas escolares, el dormitorio y demás ambientes varios, no excluida el aula magna), estaban destinados a cultivar las vocaciones sacerdotales y también las religiosas. Cada diócesis tenía su seminario menor para tres años de scuola media[1] y los dos de ginnasio. De más amplio radio era el seminario mayor, con su anexa facultad teológica. El mayor comprendía tres años de liceo, un año de filosofía y cuatro de sagrada teología. ¡En total, los años de seminario eran por lo menos trece!

De aquellos años de formación y educación salía el sacerdote católico, preparado para celebrar, bautizar y predicar. En el seminario existía también la prueba de predicación con la posibilidad de dar algún sermoncito.
En el seminario mayor, algunas veces al año, venían los Obispos para sus encuentros programáticos. En el seminario menor, al menos dos veces al mes, venían sacerdotes, una vez para el retiro espiritual y la otra para el caso de moral.
Pero ahora, ¿qué ha sido de estos espléndidos edificios? Muchos han sido cerrados, vendidos o usados para los usos más disparatados. Cuando han tenido lugar los tratos para la venta, los seminaristas decían disgustados: “Tendremos que admitir que hemos estado durante tantos años en el manicomio.”.
Los locos, sin embargo, no parece que estén todos dentro; muchos están también fuera y se camuflan de persona sabios, pero las locuras afloran y se expanden.
¡ALABADO SEA JESUCRISTO!
¿QUÉ HA SIDO DE TANTAS IGLESIAS Y CASAS RELIGIOSAS? 
También en nuestras más pequeñas ciudades había por lo menos siete iglesias, algunas de las cuales habían sido construidas para cumplir un voto o como sede de alguna cofradía. Las comunidades religiosas tenían también sus casas, que, naturalmente, se distinguían por el estilo del edificio y por la presencia de almas consagradas.
¡Qué lástima que tantas de estas iglesias, en vez de ser todavía lugares de culto al único Dios verdadero, se hayan convertido en talleres de artesanos! La misma suerte han tenido las casas religiosas y las capillas que los tenían los consagrados, con la custodia del Santísimo.
Lo sagrado, por tanto, se ha convertido en profano; lo divino y celestial se ha vuelto terreno; lo sobrenatural ha vuelto a ser menos que natural, al haberle dado el hombre las espaldas a su Creador.
¿Pero dónde piensa llegar el hombre sin su Dios? El Señor deja hacer, pero no pasarse y, cuando Él dice basta, la naturaleza y la creación entera obedecen a Aquél que gobierna el cielo y la tierra. Dios existe, pero los hombres de hoy viven como si Dios no existiera. Sin embargo, nada sucede sin que Dios lo quiera o lo permita: “Nihil sine Deo”, “Soli Deo omnis honor, laus et gloria!”.

Las iglesias siguen estando cerradas y los cristianos católicos continúen siéndolo para que Jesús, cuando vuelva, encuentre todavía Fe en la tierra.
¡BENDITO SEA DIOS EN SUS ÁNGELES Y EN SUS SANTOS!
¡ALABADO SEA JESUCRISTO!
Praesbyter senior
 [1] Scuola media, ginnasio y liceo: distintas etapas de la educación previa a los estudios universitarios en Italia, ndt.
(Traducido por Marianus el eremita/Adelante la Fe)

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