“¡Qué trabajo más bello realizan los catequistas!”,
exclamó el Papa Francisco después de rezar el
Ángelus ante los fieles y peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, en
el Vaticano.
“Ser catequista es una cosa bellísima”, destacó el Santo Padre. “Es portar el
mensaje de Señor para que crezca en nosotros”.
El Pontífice tuvo unas palabras de recuerdo dirigidas a los nuevos
Beatos Mario Borzaga, sacerdote italiano de los Misioneros Oblatos de María
Inmaculada, y Paolo Thoj Xyooj, fiel laico catequista, beatificados hoy en
Vientián, capital de Laos, junto a otros catorce mártires que murieron víctimas
del odio a la fe.
“Su heroica fidelidad a Cristo puede resultar un
estímulo y un ejemplo para los misioneros, en especial para los catequistas,
que en tierras de misión realizan un valioso e irremplazable trabajo
apostólico, por el que toda la Iglesia está agradecida”, indicó Francisco.
El Beato Mario Borzaga nació en Trento en el año 1932. En el año 1957 se
ordenó sacerdote y lo enviaron como misionero a Laos, un país extremadamente
pobre y donde casi no había cristianos. En el año 1960, cuando contaba solo con
28 años de edad, un grupo de guerrilleros comunistas lo hicieron prisionero
cuando regresaba de una gira apostólica con el catequista, y ahora también
proclamado Beato, Thoj Xyooj. Los guerrilleros asesinaron a ambos.
POR MIGUEL PÉREZ
PICHEL | ACI Prensa
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