martes, 15 de mayo de 2018

LAS DECISIONES DE LOS JÓVENES



Un rector universitario explicaba como en el nivel de preparatoria los jóvenes deciden una parte muy importante de su vida, porque definen que van a estudiar, si es que van a estudiar una carrera universitaria, y eso para muchos representa iniciar un camino que marcará gran parte de su futuro.
La primera decisión es entre estudiar y no estudiar, de acuerdo a las estadísticas de la Encuesta Nacional de Deserción de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la mayor cantidad de estudiantes abandonan la escuela durante los años de preparatoria, principalmente por la falta de dinero y la necesidad de trabajar, la segunda razón es por no entender a los maestros o la falta de gusto por el estudio. Del total de jóvenes que entran a preparatoria, un 15 % la abandona antes de concluir.

Sin embargo hay otras decisiones importantes que se toman en esa edad, según la Encuesta Nacional de Valores en Juventud de la SEP el 40 % de los jóvenes tiene su primera relación sexual entre los 15 y 19 años de edad, lo que implica una manera de decidir sobre su intimidad corporal en la relación con sus semejantes.

Otras decisiones que son tomadas entre los 15 y 20 años de acuerdo a la encuesta del Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC) implican definiciones en su dimensión trascendente. Una de cada cuatro personas que cambiaron a otra religión después de haber sido católicos, lo hicieron a esa edad; una de cada tres personas que dejó de practicar cualquier tipo de religión a pesar de creer en Dios, lo hizo durante ese período; y finalmente cerca de la cuarta parte de las personas que dejó de creer en Dios tomó la decisión también en ese rango de edad. En todos los casos los cambios realizados entre los 15 y los 20 años representan el mayor porcentaje de la encuesta respecto a otros períodos de la vida.

Como podemos inferir de estos resultados cuantitativos, decisiones que van a marcar el resto de la vida de las generaciones de jóvenes actuales se toman en preparatoria o durante los primeros años de universidad: La manera de relacionarse con Dios y con sus semejantes, estudiar, o no estudiar, y a qué van a dedicarse profesionalmente ¡una edad crítica sin duda!

Por otra parte la época que vivimos es una de cambios rápidos, atiborrada de estímulos consumistas a través de la mercadotecnia con una sobresaturación de información, imágenes, y sensaciones que dejan poco espacio para el silencio, la pausa y la reflexión, es en este entorno en que los jóvenes están decidiendo; con información en abundancia pero sin tiempo para analizar, y discernir.

Más que decisiones libres y responsables, en muchos casos son manipulaciones, o acciones inconscientes e irresponsables, que no dejan de ser definitivas en las consecuencias e impactos en la vida de los muchachos y muchachas, y en las vidas de sus más cercanos, ya sean amigos, parejas o familiares.

En esta etapa de los jóvenes también existen claras expresiones de soledad, angustia y abandono que se acentúan por el entorno y el peso de las decisiones a las que se enfrentan. La labor de los padres, de los familiares y de los maestros es clave para acompañar, mostrar empatía, ternura y solidaridad.

El diálogo personal, el tiempo compartido, no a través de la intermediación de las redes sociales y los medios de comunicación, sino a través de la plenitud humana del mirar a los ojos, caminar, preguntar, escuchar, abrazar y todo lo que ayude a encontrar la pausa y serenidad necesarias para que cada joven tome las decisiones que de cualquier forma habrán de enfrentar.

Oscar Fidencio Ibáñez

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