En los Momentos
difíciles pide ayuda al Señor para que ilumine tu mente y guíe tus pasos ¡No te
rindas!
Por: Andrea Pérez de Quero | Fuente: Píldoras de fe
Por: Andrea Pérez de Quero | Fuente: Píldoras de fe
Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente
una luz iluminó la habitación y apareció Dios.
El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y
le enseñó una gran roca frente a la cabaña Le explicó que debía empujar la
piedra con todas sus fuerzas El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras
día.
Por muchos años, desde que salía el sol hasta el
ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas... y esta no se
movía, todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo
que todos sus esfuerzos eran en vano.
Como el hombre empezó a sentirse frustrado, el demonio decidió entrar en el juego
trayendo pensamientos a su mente:
"Has estado empujando
esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido"
Le dio al hombre la impresión que la tarea que
le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso,
estos pensamientos incrementaron su
sentimiento de frustración y desilusión. El demonio le dijo:
"¿Por qué esforzarte
todo el día en esta tarea imposible? Solo haz un mínimo esfuerzo y será
suficiente".
El hombre pensó en poner en práctica esto, pero
antes decidió elevar una oración al Señor y confesarle sus sentimientos:
"Señor, he trabajado
duro por mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir
lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro.
¿Qué pasa?, ¿Por qué he fracasado?".
EL
SEÑOR LE RESPONDIÓ CON COMPASIÓN:
"Querido hijo, cuando te
pedí que me sirvieras y tu aceptaste, te dije que tu tarea era empujar contra
la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho.
Nunca dije que esperaba que
la movieras, tu tarea era empujar. Ahora vienes a mi sin fuerzas a decirme que
has fracasado, pero, ¿en realidad fracasaste?
Mírate ahora, tus brazos
están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas
por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras.
A pesar de la adversidad
has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste
alguna vez.
Cierto, no has movido la
roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para ejercitar tu Fe en mí. Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, Yo Moveré La
Roca”
Autor: Desconocido /
Anónimo
REFLEXIÓN PERSONAL SOBRE EMPUJAR LA ROCA:
Algunas veces, cuando escuchamos la palabra del
Señor, tratamos de utilizar nuestro intelecto para descifrar su voluntad,
cuando en realidad Dios solo nos pide obediencia y Fe en Él.
Debemos ejercitar nuestra fe que mueve montañas,
pero conscientes que es Dios quien al final logra moverlas.
Cuando todo parezca ir
mal...
Cuando estés agotado por el trabajo...
Cuando la gente no se comporte de la manera que te parece que debería...
Cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas...
Cuando la gente simplemente no te comprende...
Cuando la gente simplemente no te comprende...
Cuando te sientas agotado y sin fuerzas...
¡SOLO EMPUJA!
Cuando estés agotado por el trabajo...
Cuando la gente no se comporte de la manera que te parece que debería...
Cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas...
Cuando la gente simplemente no te comprende...
Cuando la gente simplemente no te comprende...
Cuando te sientas agotado y sin fuerzas...
¡SOLO EMPUJA!
En los Momentos difíciles pide ayuda al Señor y
eleva una oración a Jesús para que ilumine tu mente y guíe tus pasos.
Entrega tus Miedos al Señor y pídele con una
oración que te ayude a encontrar el camino que te conduzca a Él.
Tal vez, ese momento difícil que pasas hoy y que
no entiendes por qué estas viviéndolo, te
ayudará a desarrollar tus músculos de la fe y a dar testimonio de la Gloria de
Dios en tu vida.
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