sábado, 24 de febrero de 2018

¿PUEDEN COMULGAR EN MISA LAS PAREJAS EN UNIÓN LIBRE?



Las parejas que viven en unión libre no pueden recibir la comunión eucarística porque, por la falta del completo compromiso matrimonial, no están preparados para entrar en unión común con el compromiso redentor que Cristo presenta en la eucaristía.
PARECIERA QUE PUEDEN COMULGAR
Ante el problema de la comunión de las parejas en unión libre, surgen las siguientes ideas por las que se podría pensar que éstas parejas pueden comulgar eucarísticamente. Se podría decir que un hombre y una mujer que viven en unión libre no dejan de ser buenos cristianos porque viven un tipo de amor parecido al matrimonial pero que es un preparativo de éste.  En ese amor hay cierto compromiso pero distinto al del matrimonio.

De igual forma, las parejas que viven en unión libre podrían acercarse al sacramento eucarístico, pues, el sacerdote, como administrador de los sacramentos, está obligado a dar la comunión eucarística a quien se acerque a ella. A menos que el comulgante se encuentre bajo expreso impedimento, el sacerdote no puede negar la administración de los sacramentos. Pues «no deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o de la declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave» (CIC canon 915).

EUCARISTÍA, MÁXIMO TESTIMONIO SENSIBLE DEL AMOR DIVINO
Por el contrario, sabemos que la eucaristía es el máximo testimonio de amor y compromiso de Dios hacia los hombres, pues es memorial del sacrificio salvífico de Cristo. Quien no se acerque con dignidad y preparación a ella no puede tener, por su propia situación, una unión común con el cuerpo de Cristo, pues esto es aceptar su compromiso y su amor redentor.

Las parejas que viven en unión libre no pueden recibir la comunión eucarística porque, por la falta del completo compromiso matrimonial, no están preparados para entrar en unión común con el compromiso redentor que Cristo presenta en la eucaristía. Debemos destacar que este impedimento no es una sanción que imponga la jerarquía eclesiástica, sino que surge a causa de la naturaleza de la unión libre, que implica una falta de compromiso verdadero.

DISPOSICIÓN PARA SEGUIR A CRISTO EN COMPROMISO
Se entiende que los integrantes de la unión libre no están dispuestos  del todo a hacer un compromiso matrimonial duradero. Al no tener esta intención de compromiso mutuo, unitivo y procreativo, no están capacitados ipso facto para aceptar el compromiso eucarístico de amor ni para tener parte con él.

Así pues, podemos concluir que, si bien, las parejas tiene un compromiso parecido al matrimonial, al no querer aceptar por completo este compromiso unitivo, tienen cierto dejo de egoísmo y no son aptos para formar una comunidad de amor y vida. El amor de la unión libre no es completo porque no está abierto a la unión y la vida en común por completo.

Las parejas que viven e unión libre no pueden comulgar porque internamente no están predispuestas para ello. Aún si el sacerdote administrador de la eucaristía no supiera a quién da la comunión, la pareja comulgante incurriría en una falta al participar de la eucaristía sin la debida predisposición espiritual.


Gabriel González Nares

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