Porque
por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don
de Dios (Efesios
2.8) La gracia de Dios es maravillosa e incomprensible para nuestro
limitado entendimiento.
Dios nos ofrece la salvación gratuitamente por medio de
Jesucristo. El termino gratuito o gratuitamente, puede incorporar la idea de
barato o fácil, sin embargo nada más lejos de la realidad que pensar esto en lo
referente a la salvación. Esta salvación gratuita para nosotros costo el precio
más alto para Jesús…su vida. Su sangre derramada en la cruz, fue la entrega por
amor del bien más preciado su preciosa sangre que perdona, limpia purifica y
justifica al ser humano. Toda buena obra realizada por nosotros para tratar de
igualar los méritos de esa sangre es inútil.
El único ofrecimiento aceptado para acceder a los beneficios
de esa sangre es la fe. Si te acercas a Dios con fe, puedes obtener el don
maravilloso de la salvación. La salvación de tu alma es el regalo más
importante que Dios puede ofrecerte, tu alma es inmortal y este obsequio
perdura toda la eternidad. Pero hoy también puedes recibir esa salvación esa
ayuda ese milagro que estas necesitando a través del mismo medio, la fe. Si te
acercas con fe a Dios y pides por un milagro, lo recibirás. La fe que confía en
Dios y persevera a pesar de las circunstancias y los problemas que debas
enfrentar, es la fe que agrada a Dios y es la que captura la bendición. “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es
posible.” (Marcos 9:23) Dios no te cobra por su bendición, solo te pide
que tengas fe, mas nosotros en agradecimiento entreguémosle nuestra vida,
nuestro amor, fidelidad y gratitud.
Eterno Dios: gracias te doy
por tu hijo Jesucristo. Gracias porque el vino y tomo mi lugar en la cruz. El
murió para que yo viviera eternamente, recibo por medio de la fe esa vida
abundante y victoriosa. En agradecimiento te entrego mi vida, mi amor y
gratitud, en el nombre de Jesús amen.
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