La Virtud de la
Fortaleza es extremadamente necesaria.
Por: Sheila Morataya-Fleishman | Fuente: Catholic.Net
Por: Sheila Morataya-Fleishman | Fuente: Catholic.Net
La energía de tu juventud te ayudará a formar
una mujer fuerte, capaz de enfrentar y superar los obstáculos que la vida
presenta.
La virtud de la fortaleza para una joven como tu
que empieza a caminar de una forma más independiente por la vida, es
extremadamente necesaria para llegar a ser una mujer fuerte y con una
personalidad auténtica, sin máscaras. “De acuerdo:
debes de tener personalidad, pero la tuya ha de procurar identificarse con
Cristo.” -Forja 468
¿QUÉ
ES LA FORTALEZA?
La fortaleza según el Dr. David Isaacs es “la gran virtud: la virtud de los enamorados; la virtud
de los convencidos; la virtud de aquellos que por un ideal que vale la pena son
capaces de arrastrar mayores riesgos”.
Es esta maravillosa amiga de la personalidad que
te da firmeza en las dificultades y te hace constante y perseverante en la
búsqueda suprema del bien. Tu amiga la fortaleza es la que te ayuda a resistir
las tentaciones (quedarte más tiempo de la cuenta en la cama, dejar tu cuarto
desordenado, no cumplir con tus tareas escolares, hacerte la desatendida en las
ayudas para la casa), y abandonar tu propia comodidad.
Además de eso, te ayuda a superar los obstáculos
en tu vida moral, se trata amiga, de ir ejercitándote cada día por aprender a
ser tu misma en medio de presiones y expectativas que otros puedan tener,
especialmente las expectativas de los jóvenes de tu misma edad, que no te
conducen a la felicidad para la cual has sido creada (defiendes a toda costa tu
virginidad, eres capaz de no llevar la moda del “ombligo
descubierto”, cuidas la vista de todo lo que te pueda llevar a tener
deseos impuros).
Cuando se aprende a ser “fuerte”
todavía siendo muy joven, los obstáculos que van saliendo más adelante
en el camino se vencen con mucha más serenidad y madurez humana.
¿QUIÉN
ES LA JOVEN FUERTE?
¡Pues lo eres tú! Si, la joven fuerte tiene la
capacidad de elegir y de construir una relación o proyecto de vida, cuando este
no existe, tú no llevas a la vida sino que te dejas llevar, influir, manipular…
Precisamente la fortaleza te dará la valentía para plantearte las siguientes
preguntas: ¿Cuáles son mis cualidades? ¿Cuáles son los valores que quiero
vivir? ¿Qué me motiva a hacer esto?
Entonces la fortaleza te
llevará a hacer la lista de cualidades que tienes para darle un desarrollo
armónico a tu personalidad. Por ejemplo:
– Me gusta ser ordenada
– Soy servicial
– Tengo talento para el tenis
– Me gusta cocinar
– Disfruto de la lectura
– Tengo sentido del humor
– Soy servicial
– Tengo talento para el tenis
– Me gusta cocinar
– Disfruto de la lectura
– Tengo sentido del humor
¿CUÁLES
SON LOS VALORES QUE QUIERO VIVIR?
Si has decidido que la
fortaleza sea una virtud cimiento de tu personalidad, entonces se convierte en
un valor para ti. Los valores que te sostienen son los que te llevan a “resistir”
todo lo que viene de afuera y a resistir sobre todo en lo pequeño:
– Sonreír aunque no te
encuentres de humor
– Vencerte para no discutir con tus padres o hermanos.
– No dar paso al desánimo que sólo busca hundirte y que vivas encerrada en tu propio mundo.
– Ser fuerte en la comida, es decir, comer con medida pero disfrutando aquello que comes.
– No dejarte llevar de manera desordenada por las modas.
– Vencerte para no discutir con tus padres o hermanos.
– No dar paso al desánimo que sólo busca hundirte y que vivas encerrada en tu propio mundo.
– Ser fuerte en la comida, es decir, comer con medida pero disfrutando aquello que comes.
– No dejarte llevar de manera desordenada por las modas.
¿QUÉ
ME MOTIVA A HACER ESTO?
La mejor motivación es el que quieras ser buena
hija de Dios y buscar que los deseos de dar lo mejor de ti sea precisamente Su
amor. Si Dios es el motor de tu vida, entonces amiga serás una mujer fuerte que
se mantiene en su palabra e ideales.
¡MIRA
TODO LO QUE HACE!
Con la fortaleza te podrás levantar todos los
días muy temprano, ponerte una hora fija para estudiar, volver a poner las
cosas que usaste en su lugar y hacer ejercicios para mantener el cuerpo
saludable. Con la fortaleza también podrás defender la propia virginidad,
decirle no al alcohol y el cigarrillo, ser amiga sincera que no habla a
espaldas de otras, y sobre todo, podrás caminar por el sendero que lleva al
bien a lo largo de la vida.
Con la fortaleza en la cabeza, la voluntad en
los brazos y con la ayuda de la gracia saltarás todos los obstáculos, créemelo;
y sobre todo, experimentarás esa consecuencia tan maravillosa que te viene de
venir luchando con prudencia, paciencia y perseverancia mientras te vas
haciendo más mujer cada día: ¡La alegría!
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