martes, 26 de septiembre de 2017

EL GOZO DE RECIBIR TU MILAGRO


Estamos viviendo en la generación donde la tecnología es la aliada de aquellas personas que desean tener un bebé. Hoy hay muchos avances que ayudan en la concepción. Sin embargo, hace muchos años, en los tiempos de Ana (1 Samuel 1:1-20), esto no era tan simple. Las mujeres que padecían algún tipo de esterilidad, se las consideraba indignas, maldecidas. En la clase de hoy analizaremos la actitud de una mujer que luchó por su milagro y de cómo nosotros podemos ver una transformación en nuestra vida siguiendo su ejemplo de fe.
Ana era una persona justa, como pocas que levantaba su mirada a Dios para alabarlo con todo el corazón. Estaba casada con un hombre que se llamaba Elcana. Pero, como era costumbre en aquel tiempo, él tenía otra esposa que se llamaba Penina. Esta última, sí había podido darle a Elcana varios hijos, por lo cual se consideraba superior a Ana y la afligía.
Ana debía soportar día y noche las burlas y el menosprecio de Penina. Seguramente una y mil veces habrá pensado, ¿por qué me pasa esto a mí? ¿Si trato de amar al Señor con toda mi alma? Sin embargo, en lugar de enfocarse en su fracaso, se afirmó en la esperanza y confió en Dios. Soportó las burlas y continuó creyendo hasta que un día dio a luz un hijo: el profeta Samuel.
LA RESPUESTA DE SU ORACIÓN
Samuel fue un hombre excelente. Amaba a Dios sinceramente y llevaba al pueblo a acercarse a Él gobernando en integridad. Fue el que ungió al Rey David y uno de los ministros más temerosos de Dios. Pocos hombres se comparan con su ministerio en la Biblia.
En una época donde las casas eran construidas como tiendas (o carpas), con palos y lonas. Cobra otro sentido cuando leemos en Isaías 54:2 “Ensancha el sitio de tu tienda..” pues tiene que ver con correr las limitaciones, con pensar que vamos a crecer y a prosperar; que vamos a experimentar el milagro de Dios en nuestras vidas.
El límite puesto por el hombre, es débil frente a Dios, pues Él tiene el poder para cambiar todas las cosas. Y la esterilidad puede trasladarse también a otras cosas, como la vida interior, por ejemplo, cuando uno se siente vacío que no puede agradar a Dios, que no puede avanzar en la vida. Ésta es la época donde el Señor te quiere sorprender. Tal vez en lo económico, en lo ministerial o en la familia todavía no has podido dar a luz un sueño y te sientes en derrota. Tal como esta mujer. Sin embargo, también hoy Dios tiene una palabra para ti y es que te sueltes del fracaso y las comparaciones y te afirmes de la promesa. Que te mantengas constante en la fe, “extendiendo el sitio de tu tienda”, avanzando hacia lo que el Señor tiene por delante.
El pueblo de Israel tuvo grandes victorias pero también momentos donde se apartaba de Dios y sufría las consecuencias de la desobediencia. Sin embargo, el Señor en su eterna misericordia, les estaba anunciando que era tiempo de “ensanchar el sitio..” es decir, de avanzar por más y tomar la promesa.
De igual manera, Dios hoy te anuncia que es tiempo de dejar el fracaso de lado y avanzar en fe hacia lo que tiene por delante. Prepárate y anímate a vivir en fe. ¡No es tiempo de achicarse! Es tiempo de ensanchar y creer que el sueño de ver la familia unida, de volver a ver la gloria de Dios en tu casa, es posible!
Dios es quien te toma de su mano para que avances por más
En Isaías 54:4-5 el Señor nos infunde aliento y nos está diciendo que no seremos abandonados, como una mujer en la antigüedad que sin su marido no podía subsistir. ¡Dios es quien te levanta, te sostiene y te sustenta!
Lo que el Señor busca, es un corazón dependiente que manifieste su necesidad por Él. 
Ana tenía necesidad de Dios y no dudó en manifestarlo. Y pasó de ser estéril a tener unos hijos maravillosos. Ella luchó por su milagro, no se quedó sentada lamentándose y pensando como vengarse de Penina. Ana se enfocó en las cosas espirituales y en Aquél capaz de revertir su fracaso.
Tal como dice en Isaías 42:9-10 Dios nos enseña que hoy se termina un tiempo y comienza otro. Y cuando Dios anuncia algo, es para darle gracias y prepararse. Puesto que lo que viene es maravilloso. Así como en el caso de Ana, confía y lucha por tu milagro puesto que Dios es poderoso para transformar cualquier necesidad!

Claudio Freidzon

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