«¿Qué sería de esta
sociedad sin los abuelos? Hoy los abuelos están entregando todo y más por sus
hijos y por sus nietos, con mucha generosidad y con mucho cariño. Sin abuelos,
esta sociedad no podría existir». Así lo
creen Álvaro y Mari, padres de dos hijos y abuelos de ocho nietos, con motivo
de la fiesta de san Joaquín y santa Ana, padres de la Virgen y abuelos de
Jesús.
Estos días el matrimonio tiene en
casa a varios de sus nietos, debido a que las vacaciones escolares no coinciden
con las vacaciones de sus padres, y así aprovechan para realizar lo que ellos
llaman «nuestra misión». De sus ocho nietos,
algunos están bautizados y otros no, «pero nosotros
aprovechamos para tratar de hablarles de Jesús. Aquí, con nosotros, se bendice
la mesa, rezamos por las noches…, y siempre con dulzura».
Estos abuelos no solo rezan con los
nietos, sino que «todos los días rezamos por ellos
también. Nosotros hemos comprobado en nuestra vida que la oración es
importantísima, y por eso pedimos cada día que ellos, algún día, se encuentren
con Jesús como nosotros lo hemos encontrado, y que Él se busque sus medios para
darse a conocer por ellos».
Ambos son conscientes de las
nuevas dificultades a las que se enfrentan hoy los abuelos, sobre todo gracias
a su apostolado en Vida Ascendente, asociación de la que Álvaro Medina del
Campo es presidente nacional. «Muchos abuelos
sufren porque sus nietos no van a Misa, porque sus hijos se separan, porque no
quieren saber nada de Jesús… Por eso pensamos que si tenemos oportunidad de
evangelizar de alguna manera a nuestros nietos lo tenemos que hacer. Es una
oportunidad grandísima para nosotros para dar esa alegría que nosotros hemos
recibido. Esto no son batallitas del abuelo, sino que es una alegría que no nos
podemos callar».
Juan Luis
Vázquez Díaz-Mayordomo
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