lunes, 3 de julio de 2017

HUMANIDAD DE JESUCRISTO


Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre. ¿Por qué creemos en él? 
¿Qué significado tuvieron sus milagros?
Jesús vivió la mayor parte de su vida como un obrero, ganando su sustento con el sudor de su frente y el trabajo de sus manos.

Ejercía el oficio de carpintero en un taller humilde y alegre de Nazaret. De este modo dignificó y ennobleció el trabajo.

Cristo, como dice la Biblia: «se hizo igual al hombre en todo menos en el pecado». Cuando San Pablo dice que «Cristo se hizo pecado por nosotros» se refiere a que tomó sobre sí la pena debida por nuestros pecados; pero no la culpa, lo cual sería incompatible con la infinita Bondad de Dios.

La vida y doctrina de Jesucristo son para nosotros un ejemplo de lo que tenemos que hacer para alcanzar el Reino de los Cielos, es decir, para salvarnos. él nos enseña el camino del cielo.

Cuando Jesucristo tenía unos treinta años comenzó a predicar su doctrina. Sanó milagrosamente a muchísimos enfermos y remedió a necesitados. Su vida pública puede resumirse en estas palabras de San Pedro: «Pasó haciendo el bien».

Por eso muchos le seguían como discípulos. De entre ellos eligió doce para formarlos especialmente y para que, al faltar él, continuaran su obra.

Pero la clase dirigente judía no podía tolerar que un desconocido, no educado con ellos, les desplazara del favor popular. Creció la envidia y con ella el odio. Se cegaron hasta no ver las cosas más claras. Este hombre -decían- hace muchos milagros y todos se van con él. Lo lógico hubiera sido que, ya que reconocían los milagros, se rindieran ante ese testimonio de Dios, y le siguieran.

Pero no: se obcecaron y no pararon hasta que lo prendieron y lo entregaron a la autoridad romana, arrancándole la sentencia de muerte en cruz, que es la muerte más afrentosa que entonces se conocía.

Hoy hay un acercamiento de los judíos a la persona de Jesús. Se han escrito varios libros de judíos en este sentido. Uno de los más conocidos es el de Joseph Klausmer titulado: «Jesús von Nazaret», publicado en Jerusalén.


Recientemente han pasado al catolicismo del judaísmo personas eminentes, como el historiador Ludovico Pastor y Edith Stein, filósofa; Nadiuska, artista de cine, y André Frossard , que fue hijo del Primer Secretario General del Partido Comunista Francés, y es autor del libro «Dios existe, yo me lo encontré», un éxito mundial.

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