El Oscuro Gobierno Mundial Paralelo que Descubrió un Enviado del
Papa a la ONU. No está claro si la iniciativa de investigar a la ONU partió de
Juan Pablo II. Que le pidió al Padre Michel Schooyans demógrafo belga, filósofo
y teólogo sentarse en la ONU e investigar lo que sucedía allí. O si partió la
idea de este sacerdote y Juan Pablo II lo envió. Pero el resultado es el mismo.
De
esta investigación emergió un libro publicado en Europa.
.
Que
se comenta – no lo hemos podido confirmar – que todo su tiraje fue comprado por
alguien que no quería que se difundiera.
.
Fue
luego publicado en el 2001 en inglés The Hidden Face of
the United Nations.
Y
actualmente lo vende Amazon que dice tener 11 ejemplares de él.
.
También
fue publicado en español en México en el 2002 con el título “La cara
oculta de las Naciones Unidas”, pero está agotado.
Se trata de un libro peligroso para el Nuevo Orden Mundial.
Porque
los católicos podrían acceder a una información sobre la ONU que nunca han oído
y nadie jamás les dijo, salvo algún sacerdote del tipo francotirador.
El P. Michel
Schooyans sustituye en su libro lo que alguna vez fue una noble
imagen de las Naciones Unidas con una aterradora realidad.
Un plan para formar un nuevo orden mundial basado en una visión, que él
define como satánica, de los “nuevos
derechos del hombre”.
Muchos de
éstos en áreas tales como la homosexualidad, la eutanasia, la pedofilia, el
divorcio y la prostitución.
Unos
han sospechado durante mucho tiempo la verdad sobre de las Naciones Unidas, con su fachada de dedicación a la paz, el progreso y la prosperidad.
Pero
al inicio del milenio, este sacerdote católico, miembro de la Academia
Pontificia de Ciencias Sociales del Vaticano y profesor en prestigiosas
Universidades, ha puesto de manifiesto la transformación de esta organización.
.
La
alguna vez prometedora para las naciones, devino en una máquina para la
destrucción de las soberanías nacionales.
.
Y
trabaja para su sustitución por un nuevo orden.
.
Una
cultura mundial basada en una visión maligna de los “nuevos derechos del
hombre”.
Quince
años después lo que halló el P. Michel Schooyans parecería que se ha venido
confirmando.
Y aún así está absolutamente oculto para la mayoría de los
católicos; por eso queremos compartirlo.
Desde que
Michel Schooyans escribió el libro pasaron tres Papas y ninguno de ellos ha
salido a hablar directa y claramente de esta vinculación, sino solo alusivamente.
Por lo que debe haber habido una decisión de no
confrontar poderes en este momento o quizás porque se sabían sin
suficiente poder de comunicación.
Es un tema para reflexionar y
discernir.
MICHEL
SCHOOYANS NO ES UN PENSADOR MARGINAL
En 1997 el entonces cardenal
Joseph Ratzinger escribió el prólogo de un libro de Michel Schooyans
titulado El Evangelio: Confrontando el
Desorden del Mundo, que es una especie de manifiesto Católico antiglobalización.
Y todos
conocemos a Ratzinger y sabemos que no prologa a cualquier persona ni cualquier
obra.
El
Cardenal Ratzinger denunció en el prefacio al Nuevo Orden Mundial (en concreto
utilizando la terminología “nuevo orden mundial”)
como más o menos la culminación del marxismo.
Él va a
decir que el cristiano está “obligado a protestar” contra
esto y que el Nuevo Orden Mundial no puede “reducir la libertad al silencio”.
En una parte del prólogo dice
Ratzinger:
Bajo
el nuevo título de Orden Mundial, estos esfuerzos adquieren una configuración
que cada vez se relacionan con la ONU y sus conferencias internacionales,
especialmente las de El Cairo y Beijing.
.
Que
revelan una filosofía del hombre nuevo y del mundo nuevo, en su esfuerzo por
trazar formas de llegar a ellos.
Esta filosofía recomienda no preocuparse por el cuidado de los que ya no
son productivos ni da alguna esperanza de una vida de calidad.
Se recomienda reducir el número de participantes en la mesa de la
humanidad, para que la
llamada felicidad, ya adquirida por algunos, no sea tocada.
El carácter típico
de esta nueva antropología, que está en la base del Nuevo Orden Mundial, se revela sobre todo en la imagen de la
mujer, en la ideología del “empoderamiento de las mujeres”, propuesta en
Beijing.
El objetivo es la
autorrealización de las mujeres para quienes los principales obstáculos
son la familia y la maternidad.
Esto debe desaparecer antes de la “equidad y la igualdad de género”,
antes de que se realice un ser humano indistinto y uniforme, en cuya vida la
sexualidad no tendría otro significado que la voluptuosidad.
DE
DEFENSORA DE LOS DERECHOS TRADICIONALES A CREADORA DE NUEVOS DERECHOS
El P.
Schooyans nos revela la transformación del original reconocimiento de una ONU, defensora tradicional de los derechos humanos, con la “Declaración Universal de los Derechos del Hombre”
de 1948, hasta hoy que en palabras del autor, se ha llegado a una
“reinterpretación
perversa de los derechos del hombre que opera bajo la influencia del
voluntarismo.
.
La
oposición a los Estados soberanos.
.
El
establecimiento de una inquisición laica al amparo de la tolerancia.
.
Y
el uso de la ley para “legitimar” la violencia.
Los resultados de esta disminución del hombre, expulsado de ser el dueño de la
tierra, pone los derechos humanos sobre la base de la fuerza física.
De modo que “los derechos
del animal fuerte son superiores a los del hombre débil”
COMO
SE DIBUJA EL CONSENSO PARA QUITAR EL PODER A LOS ESTADO NACIONALES
Recientes conferencias
internacionales se han ocupado de aplicar una nueva norma política – en El Cairo en 1994, Beijing en 1995, y en
Nueva York en 2000, entre otras.
Siendo marcadas por “recurrir a un consenso”, sobre la que el autor
comenta:
“Este
consenso convoca constantemente, de modo engañoso, a anular la legislación
nacional que continua basándose en la objetividad de los derechos del hombre,
típica de la tradición clásica.
.
Por
esto, la legislación nacional, está cada vez más y más arrinconada para parecer
falsa en relación con estas “conclusiones”, planes secretos y otros planes de
acción”.
El Padre Schooyans ilustra el
resultado ominoso:
“El consenso se obtiene en las asambleas internacionales gracias a las
organizaciones no gubernamentales que hacen un buen trabajo de cabildeo.
En esta partitura,
el premio va para la Federación Internacional de Planificación de la Familia,
defensora especialmente del aborto.
Luego de este consenso se presiona a las naciones para que puedan ‘ser fieles a
sí mismas’ para firmar pactos o convenios sobre esos asuntos y programas de
acciones consensuadas.
Una vez
ratificados, estos instrumentos jurídicos tendrán fuerza de ley en las naciones
participantes”
El Padre
Schooyans cita algunos ejemplos de conflicto entre tales consensos promovidos
por la ONU y las leyes nacionales.
Uno de
ellos el reconocimiento de Gran Bretaña del derecho
de los padres a decidir si sus hijos deben o no deben asistir a las clases de
educación sexual, y la trayectoria de la ONU hacia los derechos del niño.
LOS
NUEVOS DERECHOS CREADOS POR LA ONU
El autor ve la marcha hacia una
nueva ética creada por unos “nuevos derechos” en áreas tales como
la homosexualidad, la eutanasia, la supresión de la supervisión de los hijos,
la pedofilia, el divorcio, la prostitución y cómo éstos se dirigen hacia
la “sacralización civil de la violencia”.
El final de este “viaje neo-nietzscheano”, advierte, será la reconversión de la violencia
individual por la violencia institucional.
“Por su propia naturaleza, esta misma “nueva ética” será
intolerante.
.
Ya que debe ser así para poder procurar la uniformidad social
y hacer individuos unidimensionales”.
LA DEIFICACIÓN DE LA TIERRA Y LA SUSTENTABILIDAD ECOLÓGICA
El Padre Schooyans culpa la falsa idea de derechos humanos
que tiene la ONU a
la determinación de éste organismo mundial a “deificar
la Tierra y desacralizar al hombre”.
La Carta de la Tierra de 1992, según el autor, refleja un cientificismo
evolutivo que acepta al hombre como un producto de la evolución e ignora su
capacidad de preguntarse e indagar sus significados.
Incluyendo
los de su propia existencia: Vida, muerte y necesidad de libertad.
Contrariamente, la Carta subordina al hombre a una “ecología
imperativa”, que excluye toda discusión del por qué las cosas existen.
.
Por tanto, cierra el debate a favor de una evolución
puramente materialista.
Todo esto está en manos del Consejo de la Tierra y de la Cruz
Verde, dos
organizaciones no gubernamentales.
Su éxito,
Fr. Schooyans señala, “se dirige a dejar sin efecto la concepción realista de
los derechos del hombre“.
LA BÚSQUEDA DEL ABSOLUTISMO
El
siguiente paso hacia un absolutismo que terminará con todo el reconocimiento
del individualismo es la propuesta de los burócratas de la ONU de “Instrumentos jurídicos
adecuados que eviten el control nacional”.
Uno de éstos “instrumentos
jurídicos” previsto por el
autor ya existe: la Corte Penal Internacional (CPI).
El Padre
Schooyans advierte que bajo la
presión de las feministas y / o homosexuales radicales la competencia de este
tribunal podría extenderse a ‘delitos’ concernientes
a los llamados “nuevos derechos del hombre
‘obtenido por medio de “consensos”.
Es fácil ver que la Iglesia Católica o sus obispos pudeiran
ser arrastrados ante este tribunal y condenados por negarse a “ordenar” a las mujeres o por continuar enseñando
la inmoralidad de lo que significan las prácticas homosexuales.
Ya es creciente la condena judicial para aquellos que hablen públicamente de
la visión bíblica y católica sobre la homosexualidad, como desordenada.
El Padre Schooyans prevé ya, el sometimiento a los opositores
del aborto, la homosexualidad y la eutanasia a un posible juicio ante jueces de
este tribunal.
Señala además una resolución de 26 de noviembre de 2000 de la Comisión de la ONU de los Derechos
del Hombre para crear el cargo de Representante Especial del Secretario General
de la ONU “quien es el encargado de la
protección de los defensores de los derechos del hombre”.
En una
Declaración sobre los Defensores de los Derechos del Hombre (difundida en
marzo, 2000) dice que
“los nuevos derechos del hombre deben ser promovidos
activamente y rápidamente para formar parte de la legislación nacional”.
El autor
dice que esto está dirigido en
primer lugar a resguardar a los defensores más radicales de los nuevos derechos
del hombre de toda la oposición y ataque.
El autor
señala que no hay duda que las
acusaciones en estas materias corresponderán a la Corte Penal Internacional si
no se resuelven de forma adecuada en las naciones.
“La
asociación NAMBLA (una asociación que promueve la pedofilia) ya ha hecho saber
que espera aprovechar la protección
conferida por la Declaración (sobre los Defensores de los Derechos del Hombre)
para protegerse contra los que se oponen a la pedofilia“.
UNA FUERTE PRESIÓN PARA QUE SE ADOPTEN LOS NUEVOS DERECHOS
El Padre
Schooyans acusa a los funcionarios
de la ONU de presionar para que los “nuevos
derechos del hombre” sean adoptados.
Incluye
los que el autor ve como una reorganización de derecho sexual destacando, entre
ellos:
• “Las diferencias de roles entre hombres y
mujeres en la sociedad no son naturales sino culturales”
• “Todo el mundo es libre de elegir su sexo
o cambiarlo; las uniones homosexuales tienen el “derecho” a la adopción. Y las
“familias monoparentales, uniones del mismo sexo, como modelos familiares”;
• “Legalizar y dar fácil acceso a la
anticoncepción en todas sus formas y al aborto”;
• “La educación sexual obligatoria sexual
para adolescentes… La libertad sexual para los adolescentes sin el control de
los padres…”
LA CREACIÓN DE UNA NUEVA RELIGIÓN DE CONSENSO
El Padre
Schooyans identifica el deseo de
la ONU de “hacer el paso por la puerta
reservada para la conciencia.”
Esto fue revelado, dice el autor, en la reunión de los 1000
líderes mundiales religiosos por la paz, que son parte de la cumbre del Pacto
Mundial de Nueva York en julio de 2000.
El propósito específico de “Unirse a la Iniciativa Religiosa”
es la creación de una religión mundial para obtener una “nueva ética
planetaria”.
Todos los proselitismos (esfuerzos de conversión) de cada
religión de forma individual estarían prohibidos.
Los “Círculos de la cooperación” podrían difundir que
adoptemos una nueva religión panteísta.
La reunión de estos líderes religiosos terminó, en palabras
del P. Schooyans “con un elogio de la
tolerancia, el agnosticismo, y el relativismo radical mal entendido.”
Comprensiblemente, el Cardenal Francis Arinze, presidente del
Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, no pudo firmar esa
iniciativa.
LA CONSTRUCCIÓN DE UNA ÉLITE SOBERANA MUNDIAL
El Padre
Schooyans vio toda la febril actividad del Milenio del año 2000, que incluyó la
cumbre de jefes de Estado y de los líderes de las religiones en Nueva
York, como parte de los esfuerzos
del secretario general para erigir una
“ONU como un auténtico criadero para una ‘elite’ soberana
mundial, y para transformarla en un lugar de concentración de poder sin
precedentes en la historia”.
Esto
sostiene autor,
“dejaría a los gobiernos y parlamentos en un
papel residual…
‘Compartir
la responsabilidad’ es una nueva expresión de trampa explosiva que indica
que la ONU ya no se conforma con
jugar un papel secundario.
Tiene la intención de ponerse al centro del
poder mundial y
equiparse, poco a poco, con todos los aparatos de control que necesite para
ejercer lo que cree, es su misión en el Nuevo Milenio”.
LA BASE TEÓRICA DE ESTE MOVIMIENTO ES DE HANS KELSEN
El Padre
Schooyans identifica al filósofo-teórico
Hans Kelsen (1881-1973) detrás de esta obra arquitectónica de un nuevo
absolutismo mundial.
“No
es una exageración decir que los conceptos de consenso de los nuevos derechos
del hombre, de internacionalismo y de la mayoría de los otros temas que hemos
encontrado encuentren su fuente en esta teoría de un total derecho racionalista y positivista de la ONU.
Se sabe que Kelsen, probablemente no tenía
conocimiento de la perversa utilización que se
hizo de su pensamiento en el ambiente de la ONU.
No
es menos cierto que el capital de trabajo de Kelsen [Teoría Pura], cuya influencia sigue siendo ejercida sobre
los juristas de todo el mundo, es una guía que no se puede pasar por
alto si se quiere entender las tendencias actuales de la ONU.
Eso
es tanto más evidente cuando uno se da cuenta que el profesor vienés de
Berkeley influyó en la redacción de la Carta”.
Kelsen pone la “norma suprema” más
allá de los cuestionamientos, exigiendo obediencia por el deber u obediencia
ciega.
Kelsen
escribe:
“Los Estados No conservarán la autoridad (para crear normas)
excepto en la medida en que el derecho internacional reserve tal materia.
.
Por ello se terminará eliminando la libertad de regular leyes
nacionales.
.
Si alguien admite que el derecho internacional sea un orden
jurídico supranacional, los mandatos de los países ya no tendrán autoridad
ilimitada”
Y el
Padre Schooyans dice:
“Esto explica el papel que se le transferirá a
la Corte Penal Internacional.
Dado
que ya no habrá forma de identificar los principios generales del derecho.
Le
corresponderá al tribunal demostrar el significado de los textos jurídicos y
las decisiones consensuadas, y decir cuál es la interpretación válida.
Las discrepancias en la interpretación serán de
ahí en adelante intolerables, porque arruinarán el orden jurídico y en
consecuencia al Estado supranacional…
Las convenciones y pactos ya no aparecerán aquí
como acuerdos aprobados de forma libre por los Estados soberanos e
individuales.
Sino como un vínculo jurídico que emanará de la
voluntad de la organización internacional, lo que
requerirá, a través de las ratificaciones, la obediencia de los Estados”.
El Padre
Schooyans comenta que:
“Con
tal asombrosa teoría de la ley , estaremos
en la presencia de la concentración piramidal de un poder absoluto y sin
precedentes en la historia”.
Declara
además:
“Se
observa, entonces, que el orden jurídico mundial será construido no para el servicio de un tipo imperial
hegemónica clásico, sino para controlar la vida.
La norma suprema aquí será el dominio sobre la
vida con el fin de llegar, por lo tanto, a dominar a los hombres y a todas las
cosas“.
Es fácil
ver que para obtener este dominio sobre la vida, es necesaria la destrucción de los verdaderos derechos humanos.
Como el
Padre Schooyans explica:
“En
los ambientes de la ONU, la
destrucción de las Naciones aparece entonces, como un objetivo a ser buscado,
si se quiere definitivamente sofocar la concepción antropocéntrica de los
derechos del hombre.
Al
poner fin al organismo intermediario que es el Estado Nacional, un Estado
mundial centralizado lo reemplazaría.
Manera
en que entonces se vendría la llegada de los tecnócratas y otros aspirantes a
un gobierno mundial totalitario”.
LA CONSAGRACIÓN DEL DERECHO A LA VIOLENCIA Y A LA MUERTE
El Padre Schooyans ve al aborto, la eutanasia y la
esterilización como un esfuerzo para abrirnos a un totalitarismo en todo el
mundo.
El autor
ve todas estas prácticas como expresión que tiende a convertir la violencia en un derecho, hacia “el don de la muerte”, como expresión de la voluntad soberana:
“De hecho, en el caso del aborto, en el que un
inocente es absolutamente declarado culpable, es el mal que resulta de una
anticoncepción fallida “El obstáculo para un carrera o para la comodidad”.
Un obstáculo inadmisible para nuestra propia
libertad; un freno para el enriquecimiento y desarrollo.
La
violencia absoluta recae sobre un total inocente. El inocente debe ser
linchado.
En consecuencia, el inocente debe ser designado
como víctima, como
un chivo expiatorio, e incluso como una víctima inocente.
Y
debe ser tratado como tal, con una violencia que lo silenciará y lo hará
desaparecer.
Se puede hablar de forma análoga sobre los
pobres del Tercer Mundo, a quienes se le quieren esterilizar.
Los deficientes mentales o los enfermos
terminales a los que se le quieren practicar la eutanasia; a los mendigos, los
niños de la calle a los que se le quiere disparar como a conejos.
En
nombre de los “nuevos derechos del hombre”, categorías enteras de seres humanos
pueden ser condenado a muerte sin que los asesinos cometan homicidio.
Estos
seres se ven privados de todos sus derechos y toda protección jurídica esta
apartada de ellos”.
No es de
extrañar, entonces, que el P. Schooyans informe que,
“La presencia cristiana perturba a la presente
ONU, ya que en el dominio de la antropología, la ONU ha rechazado
toda referencia a la verdad…
Está
claro para todos que la Iglesia no puede admitir que toda referencia a la
verdad sea expulsada”.
LA SOSTENIBILIDAD ECOLÓGICA
Muchos de estos horrores visitan la humanidad con la excusa
de un “desarrollo sostenible”.
.
Es decir, restringen la expansión humana en la afirmación que
es perjudicial para el planeta.
.
Como si el hombre estuviera sujeto a la Tierra, en lugar de
la Tierra al hombre.
“Aquí
no hay muchas preguntas para pedirle a los hombres de hoy que se sacrifiquen
para conseguir una utopía de un futuro radiante por nacer.
En
el nombre de las generaciones futuras, se deben tomar medidas draconianas sin
demora para restringir el mal causado por las intervenciones humanas en el
planeta.
Para recuperar esta “ética del futuro” los
ecologistas impregnaron fuertemente ideas de la Nueva Era, exaltando el culto
de Gaia.
Ellos concluyeron que los derechos de la Madre
Tierra son más importantes que los derechos de estos seres efímeros llamados
hombres“.
Las convocatorias sobre el “desarrollo
sostenible” que vienen desde las Conferencias de la ONU en
Estocolmo en 1972 deben ser vistas bajo esta luz.
La Carta de la Tierra exige al hombre
“reconocer, no sólo los derechos de la tierra
en general, sino también los derechos de los seres vivos, especialmente de los
animales.
En
breve, el hombre debe aceptar ser sujeto al imperativo ecológico”.
Fuentes:
Con
la colaboración de Pilar Zarama, M.A. en Psicología, es una colombiana experta
en temas del Anticristo y Últimos Tiempos.
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