Para rezar en cualquier
momento del día y alejar las tentaciones.
La tradición popular dice que
san Antonio dio una oración a una pobre mujer que buscaba ayuda contra las
tentaciones del demonio.
Sixto V, papa franciscano,
mandó esculpir la oración – llamada también “lema
de san Antonio” – en la base del obelisco que mandó erigir en la Plaza
de San Pedro, en Roma.
El original en latín
dice:
Ecce Crucem Domini! +
Fugite partes adversae! +
Vicit Leo de tribu Juda, +
Radix David! Alleluia!
La traducción:
He aquí la Cruz del Señor,+
Huid, potestades enemigas:+
Ha vencido el león de Judá, +
descendiente de David. ¡Aleluya!
Esta breve oración tiene todo
el sabor de un pequeño exorcismo. También nosotros podemos usarla – en latín o
en español – para ayudarnos a superar las tentaciones que se nos presentan.
(via saopio.wordpress.com)
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