sábado, 27 de mayo de 2017

PECADOS MORTALES Y VENIALES


El pecado es “una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna”.
Es una ofensa a Dios. Se alza contra Dios en una desobediencia contraria a la obediencia de Cristo. Elegir deliberadamente, es decir, sabiéndolo y queriéndolo, una cosa gravemente contraria a la ley divina y al fin último del hombre, es cometer un pecado mortal. Este destruye en nosotros la caridad sin la cual la bienaventuranza eterna es imposible. Sin arrepentimiento, tal pecado conduce a la muerte eterna [1].

“El pecado mortal destruye la caridad la caridad en el hombre por una infracción grave de la ley de Dios; aparta la hombre de Dios, que es su último fin y bienaventuranza, prefiriendo un bien interior. Para que un pecado sea mortal se requieren tres condiciones.”

Materia grave que es precisada por la ley divina (los Diez Mandamientos) y el fin último del hombre.

“Pleno conocimiento [es] el conocimiento del carácter pecaminoaso del acto, de su oposición a la Ley de Dios… La ignorancia involuntaria puede disminuir, si no excusar, la imputabilidad de una falta grave, pero no supone que nadie ignore los principios de la ley moral que están inscritos en la conciencia de cada hombre.”

“Consentimiento deliberado implica un consentimiento sufucientemente deliberado para ser una elección personal… Los impulsos de la sensibilidad y las pasiones pueden igualmente reducir el carácter voluntario y libre de la falta. lo mismo que las presiones exteriores o los trastornos psicológicos. El pecado más grave es el que se comete por malicia, por elección deliberada del mal.”

Se comete un pecado venial cuando no se observa en una materia leve la medida prescrita por la ley moral, o cuando se desobedece a la ley moral en materia grave, pero sin pleno consentimiento o sin entero consentimiento.

[1] Cf. CEC, 1857; 1862;1871; 1874-1875.


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