domingo, 26 de febrero de 2017

LAS RESPUESTAS DEL PAPA FRANCISCO EN LA PARROQUIA ANGLICANA DE ROMA


su visita a la parroquia anglicana Todos los Santos este domingo en Roma, el Papa Francisco respondió a tres preguntas que le hicieron sobre las relaciones entre esa confesión cristiana y los católicos.
La primera pregunta fue sobre las relaciones actuales entre ambas confesiones, considerando que “muchos católicos han escuchado hablar del rey Enrique VIII, pero no conocen las tradiciones anglicanas y el progreso ecuménico de este medio siglo”.
El rey Enrique VIII se separó de la Iglesia Católica al no permitírsele el divorcio de su esposa, Catalina de Aragón. En el proceso mandó a ejecutar a su canciller Santo Tomás Moro y al obispo San Juan Fisher, quienes murieron mártires por negarse a prestarle obediencia al soberano.
Sobre la pregunta que le formularon este domingo en la parroquia anglicana, el Santo Padre dijo que “las relaciones entre católicos y anglicanos hoy son buenas. Nos queremos como hermanos”.
“Es verdad –continuó el Pontífice– que en la historia hay cosas feas por todos lados. Sacar un pedazo de la historia y portarlo como si fuera un icono de la relación no es justo. Un hecho histórico debe ser leído en la hermenéutica de este momento, no con otra. Las relaciones de hoy son buenas, como he dicho”.
El Papa también explicó que algo que “ha mantenido fuerte nuestra relación entre las tradiciones religiosas son los monjes, los monasterios. Los monjes tanto católicos como anglicanos son una gran fuerza espiritual de nuestras tradiciones”.
“Las relaciones se van mejorando cada vez más y esto es bueno. No hacemos todas las cosas iguales, pero caminamos juntos”, precisó.
La segunda pregunta que le formularon fue la siguiente: “su predecesor, el Papa Benedicto XVI alertó sobre el riesgo, en el diálogo ecuménico, de dar prioridad a la colaboración de la acción social antes que seguir el camino más exigente del acuerdo teológico. Parece que usted parece preferir lo contrario, es decir, ‘caminar y trabajar’ juntos para alcanzar la meta de la unidad de los cristianos. ¿Es cierto?”.
Al respecto, Francisco dijo no conocer el contexto en el que Benedicto XVI dijo eso, pero precisó que “las dos cosas son importantes, ciertamente”.
“Pero esto no se puede hacer en un laboratorio, se debe hacer en camino”, refirió y resaltó que “no se puede hacer el diálogo ecuménico cerrados, el diálogo ecuménico se hace en camino”. “Con esto no me opongo a la mente del Papa Benedicto”, indicó.
La tercera pregunta, formulada por un nigeriano, se refería a las relaciones ecuménicas entre las Iglesias en África, Asia o en el Pacifico, en contraste con las de Europa, concretamente sobre aquello que las del viejo continente pueden “aprender del ejemplo de las Iglesias en el sur del mundo”.
Al respecto, el Santo Padre dijo que “las Iglesias jóvenes tienen una vitalidad distinta, porque son jóvenes. Buscan un modo distinto de expresarse, por ejemplo, una liturgia aquí en Roma o Londres o París, no es lo mismo que en tu país, donde la ceremonia católica se expresa con una alegría distinta, diversa, propia de las Iglesias jóvenes”.
El Papa luego contó que está estudiando junto a sus colaboradores la posibilidad de viajar a Sudán del Sur, acompañado de Justin Welby, el líder de la comunión anglicana, ya que los obispos católicos, anglicanos y presbiterianos le han solicitado hacer la visita para lograr la paz.
Francisco describió luego a una experiencia de ecumenismo en el que un obispo anglicano y otro católico trabajan juntos con aborígenes del norte de Argentina.
Allí, relató el Pontífice, “es más fácil el ecumenismo pero no es superficial. No negocian la fe, la identidad. Cada uno de los aborígenes dice ‘yo soy anglicano’... pero si no está el obispo, el pastor, el reverendo, voy a la catedral católica y viceversa. Son riquezas”.

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