martes, 10 de enero de 2017

LOS MÉTODOS DEL DEMONIO PARA DISTORSIONAR NUESTROS PENSAMIENTOS Y EMOCIONES


¿Te has preguntado por qué piensas lo que piensas?
¿Alguna vez te preguntaste de dónde vienen tus pensamientos?
¿Por qué piensas que lo que piensas, por qué algunas cosas son tan negativas o intrusivas u obsesivas?
Muchos pensamientos simplemente no paran. Nos consumen.
Experimentamos las tentaciones como pensamientos, sentimientos y deseos que, si no se resisten, nos llevan lejos de la voluntad de Dios y de nuestra mayor satisfacción humana.
¿Y de dónde fluyen nuestras tentaciones? Vienen, como dice el dicho clásico desde “el mundo, la carne y el diablo”.
El mundo, nuestra cultura y las personas que nos rodean, pueden sugerir caminos negativos y pecaminosos.
Del mismo modo nuestra carne, nuestras pasiones y heridas psicológicas, pueden dar lugar a la tentación.
Por último, el diablo, con los ángeles caídos que están con él, pueden indicar pensamientos y estados de ánimo dentro de nosotros, con el fin de conducirnos hacia un bucle de pensamientos negativos hacia nosotros y los demás.
De modo que si hemos de resistir las tentaciones primero tenemos que detectarlas en medio de nuestros pensamientos, sentimientos y deseos.
Pero debemos recordar que esto es resultado de un plan orquestado.
DETECTANDO LOS BUCLES NEGATIVOS EN NUESTROS PENSAMIENTOS
Bárbara Ireland, los llama “bucles” de la mente: cosas que repetimos una y otra vez en nuestras mentes.
Un modo repetitivo de rumiar que es una pérdida de tiempo y energía, y cuya emoción incluso puede redundar negativamente en tu vida futura.
Los místicos católicos dicen que esto sucede en el ámbito que llamaron “vida interior” y monitorearon estrechamente sus pensamientos.
Ellos aprendieron a dar un paso atrás para ver y escucharse a sí mismos.
Como señala Barbara, en Cómo detener los pensamientos negativos, la persona promedio tiene 60.000 pensamientos al día.
Restando el sueño, eso significa en promedio 3.750 pensamientos cada hora del día.
Y un notable noventa por ciento de esos pensamientos son bucles mentales: repeticiones.
Pensamos en las mismas cosas una y otra y otra y otra vez.
¿Y cuántos de ellos crees que son negativos?
El setenta por ciento. ¡Siete de cada diez!
Los bucles mentales negativos pueden ser: pensamientos que son implacablemente pesimistas, depresivos, ansiógenos, de miedo, de paranoia, neuróticos, lujuriosos, posesivos, auto-condenatorios, críticos, impacientes, irritados, de odio, de resentimiento, vengativos, celosos, que no perdonan.
Si queremos paz ¡deben ser expulsados!
La repetición equivocada puede ser como el agua que gotea sobre la roca: el tiempo que hará que la erosione y finalmente será grabada permanentemente en ella.
De hecho, muchos de nuestros pensamientos no son en realidad nuestros.
Muchos provienen del enemigo.
Son plantados por las fuerzas que buscan nuestro desconcierto, opresión y obsesión; en una palabra, los demonios.
Por supuesto, esto es lo contrario de lo que el Espíritu Santo envía.
A menudo, cuando constantemente piensas en lo negativo en lugar del positivo, cuando piensas mal de ti mismo o de otra persona, como una cuestión de reflejos, un demonio está torciendo las cosas.
Él es la causa de las obsesiones, de las distorsiones. Él quiere tu angustia.
Cuando pensamos en nosotros mismos o en los demás de una manera negativa insertamos la oscuridad en el diseño de Dios en lugar de la luz que Él desea para nosotros.
Si la negatividad se dirige a nosotros mismos damos la espalda a la alegría que Dios planeó para nosotros.
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Y cuando pensamos negativamente de los demás, se trata de la lucha contra el amor.
Nos preguntamos por qué estamos oprimidos o atrapados en esos bucles de lamente; razón por la que damos vueltas en la cama por la noche.
Estamos atrapados en bucles negativos en vez de ir con la corriente de la celebración del Espíritu Santo.
Y la base de ello es que distorsionamos la realidad. Y el enemigo tiene un plan preciso para que miremos la realidad con anteojos que distorsionan las imágenes.
EL PLAN DIABÓLICO DE LA DISTORSIÓN
En 2 Timoteo 3, San Pablo escribe que los últimos días serán tiempos angustiosos llenos de amantes del dinero, calumniadores, impíos y amantes de los deleites más que de Dios.
Esto se debe a que hay un plan del demonio funcionando en toda la sociedad, que se basa en tentar a nuestros pensamientos, sentimientos y deseos.
Pero el sólo hecho de conocerlo ya nos pone en guardia contra él.
El Plan pasa por tres etapas:
Etapa 1 – Abrumar a la cultura con basura
Para abrumar, los medios deben bombardear hasta el punto de la derrota.
Y esto es precisamente cómo satanás utiliza el pecado para destruir en la actualidad.
Inunda nuestro mundo con tanta suciedad y perversión que es casi imposible escapar de ella.
No se puede navegar por Internet, conducir por la carretera, o esperar en la fila para pagar en una tienda sin que una cierta imagen o título trate de llevar tu mente en la dirección equivocada.
Con esto él nos mueve a la segunda etapa.

Etapa 2 – Dominarte por los deseos
La cultura del pecado está diseñada para mantener nuestra mente en este lugar en todo momento, lo que es crucial para la estrategia de satanás.
Él sabe que donde va la mente el hombre la sigue.
En poco tiempo estamos consumidos con los placeres de la carne y entonces se pasa a la siguiente etapa.

Etapa 3 – Te atormenta con acusaciones
Por definición es un esquema o un truco destinado a incriminar  permanentemente.
Y esta es la última etapa de la estrategia de satanás.
Él colma de pecado la mente de las personas y luego lo acumula y lo presenta generando tal vergüenza y condena, que hace que nos sintamos distantes de Dios.
Él te dirá que te has ensuciado demasiado y estás, por tanto, demasiado lejos del amor de Dios.
Ahora has llegado a un punto que te es imposible llegar a Él, porque hay una distancia sideral entre lo que Él pide y la forma en que tú te puedes reformar.
Si satanás te puede llegar a hacer creer realmente esto, entonces como Adán y Eva, tendrás que esconderte de Dios por vergüenza y temor a Su castigo, en lugar de estar en estrecha relación con él.
TODO ES UN JUEGO DE DISTORSIÓN DE NUESTRO PENSAMIENTO
Satanás juega con nuestros pensamientos y emociones generando constante mente tentación tras tentación.
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Poniéndonos como en un laberinto de espejos, haciéndonos pensar de maneras en que perdemos la realidad.
El pensamiento distorsionado de nuestras tentaciones viene a nosotros en muchas formas, mira algunas de estas distorsiones:
Sobregeneralización, que es llegar a una conclusión general sobre la base de un solo incidente o pieza de evidencia:
“Me acaban de dejar. ¡Nunca voy a encontrar el amor!”
“Dios no concedió mi oración. No le importa”
“Nunca contrate a esa persona, él me robó una vez”
Pensamiento de todo o nada, no tiene tolerancia o piedad por la imperfección en nosotros mismos y de otras personas:
“Rompí la penitencia cuaresmal, está claro que no estoy hecho para eso”
“He pecado, por lo que mis horas de resistencia no significan nada”
“Nunca he hablado con él desde que fue desagradable conmigo”
Filtrado mental, se centra en los detalles negativos de una situación, mientras que desconozco todos los aspectos positivos:
“Sí, hijo, pero ¿qué pasa con esta mala nota en Ciencia?”
“Cuando miro hacia atrás mi día, todo lo que veo son pecados”
“Ellos dijeron que les gustaba, pero lo que dijo me molesta”
 Etiquetación generalizada, a partir de un par de rasgos o eventos se declara un juicio negativo universal:
“Necesito perder algo de peso. Soy fea.”
“Nunca hago nada bien; no valgo nada”
“Estoy tomando más siestas a medida que envejezco. Soy muy perezoso”
 Lectura de la mente, supone (sin preguntar) cómo se sienten o por qué actúan como lo hacen otros:
“Sé que prometí, pero a los niños no les importará”
“Es demasiado tarde. Él ya no se preocupa por este grupo”.
“Sus ojos estaban cerrados. Ella no me escuchaba”.
Exagerar la importancia, de problemas o eventos:
“No podré terminar este trabajo para la próxima semana”
“Hice cosas malas en un sueño. Estoy muy avergonzada”
“Recé una hora, pero estuve siempre distraída”
 Minimización, restar importancia a preocupaciones serias llevándolas a la insignificancia:
“Di un pequeño vistazo a este sitio web pero no es gran cosa”
“Este hábito es un pecado venial, así que no está mal si lo hago”
“¿Por qué te quejas? La marihuana es inocua, no hace nada”.
Catastrofismo, asumir lo peor sobre el presente y el futuro:
“¿Qué pasa si pierdo mi trabajo o me enfermo?”
“Nunca voy a terminar con este pecado, ¿por qué intentarlo?”
“Él está de mal humor esta noche. ¿Nuestro matrimonio está en problemas?”
Personalización, creer todo lo que sucede es causado por, o es una reacción a uno mismo:
“No le gusto, por eso no quiere saber nada con nuestro equipo”
“Esto sucedió porque Dios me está castigando”
“Vi a mis dos amigos en un bar ¿por qué no me invitan?”

Falsos deberías, nos condenan por deficiencias o decisiones que no son realmente pecados:
“Siempre debo mantener a mi familia feliz”
“He pecado por faltar a la misa cuando tuve gripe”
“Todavía me duele, así que no debo que perdonarlo”.

Razonamiento emocional, llegar a la conclusión de que la forma en que actualmente nos sentimos debe ser el fiel reflejo de la realidad:
“Me siento muy triste, debo estar fallando”
“Esto se siente tan bien, ¿cómo no podía ser malo?”
“Me siento culpable; Dios debe estar infeliz conmigo”

La mayor distorsión es un bucle de pensamiento negativo hacia nosotros mismos.
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Y si nos vemos de manera negativa y deficitaria, entonces también veremos de esa manera a los demás.
CÓMO ENFRENTAR LOS BUCLES NEGATIVOS Y LAS DISTORSIONES
Cuando sientas pensamientos negativos repetidos acerca de algo o alguien (incluyendo a ti mismo), da un paso atrás, mira dentro de tu mente y pensamientos y echa fuera todo espíritu que puede estar detrás de ellos.
Repite el Ave María. Hacerlo será una segunda naturaleza para ti.
El bucle correcto es el Rosario y la mejor manera de manejar los pensamientos negativos es decir de inmediato un Ave María.
“Cuando las preocupaciones me asediaban, tus consuelos me alegraban el alma” Salmo 94:19.
Rompe el bucle en el Nombre de Jesús, o pídele a la Virgen Desatadora de Nudos.
Durante la oración, te sorprenderá sentir el flujo de amor hacia quien tú estás orando.
No importa cómo te sientas acerca de la persona, las cosas cambian si rezas tan pronto como piensas en una persona, en vez de hacer un análisis sobre ella.
Pronto sentirás un nuevo nivel de felicidad y abrir el camino para lo milagroso.
Sólo hazlo.
Y verás que si la mayoría de tus pensamientos fueran positivos – de apoyo, optimistas –, ¿a dónde podrías ir?, ¿a qué distancia puede llegar?
Una herramienta de gran alcance es el borrado de toda inclinación negativa a través de María.
No te dejes engañar por el enemigo.
Salta más alto. La vida es un reto apasionante en lugar de un trabajo pesado.
Rompe el dominio de la negatividad en el Nombre de Jesús.
Que este sea el bucle de tu mente.
Y descansa tu cansada cabeza en el regazo de la Virgen, con gracias, cuando lo hayas hecho.


Foros de la Virgen María

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