"Jesús estaba
expulsando un demonio que había dejado mudo a un hombre. Cuando el demonio
salió, el mudo comenzó a hablar. La gente se quedó asombrada, aunque
algunos dijeron:
– Beelzebú, el jefe
de los demonios, es quien ha dado a este hombre poder para expulsarlos.
Otros, para
tenderle una trampa, le pidieron una señal milagrosa del cielo. Pero él,
que sabía lo que estaban pensando, les dijo:
– Todo país
dividido en bandos enemigos se destruye a sí mismo, y sus casas se derrumban
una tras otra. Así también, si Satanás se divide contra sí mismo, ¿cómo
mantendrá su poder? Digo esto porque afirmáis que yo expulso a los demonios por
el poder de Beelzebú. Pues si yo expulso a los demonios por el poder de
Beelzebú, ¿quién da a vuestros seguidores el poder para expulsarlos? Por
eso, ellos mismos demuestran que estáis equivocados. Pero si yo expulso a
los demonios por el poder de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a
vosotros.
Cuando un hombre
fuerte y bien armado cuida de su casa, lo que guarda en ella está seguro. Pero
si otro más fuerte que él llega y le vence, le quita las armas en las que
confiaba y reparte sus bienes como botín.
El que no está conmigo
está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Cuando un espíritu
impuro sale de un hombre, anda por lugares desiertos en busca de descanso;
pero, no encontrándolo, piensa: 'Regresaré a mi casa, de donde salí.' Al
llegar, encuentra la casa barrida y arreglada. Entonces va y reúne otros
siete espíritus peores que él y todos juntos se meten a vivir en aquel hombre,
que al final queda peor que al principio."
Del evangelio de hoy podemos comentar diferentes cosas. Jesús ha curado a un mudo y la gente, en vez de admirarse, dicen que lo ha hecho con el poder del diablo. ¿Cómo se puede hacer el bien a partir del mal? Y es que el poder prefiere la gente muda, los que se callan y no denuncian las injusticias.
Del evangelio de hoy podemos comentar diferentes cosas. Jesús ha curado a un mudo y la gente, en vez de admirarse, dicen que lo ha hecho con el poder del diablo. ¿Cómo se puede hacer el bien a partir del mal? Y es que el poder prefiere la gente muda, los que se callan y no denuncian las injusticias.
Pero quiero fijarme en la enseñanza de unidad que nos da Jesús. Si queremos hacer el bien hemos de estar unidos a Él. "Quien no está conmigo, está contra mí". Estar con Jesús significa pensar en los demás, acoger a todo el mundo, estar con el pobre, luchar contra las injusticias...Sembrar sin Jesús es caer en el activismo. Actuando con Jesús, crecemos. Sin Él nos vaciamos.
Enviat per Joan Josep
Tamburini
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