Tienes dones y un
llamado por cumplir, y a eso nada lo cambiará. Tu potencial está listo para ser
usado y crecer. No escuches lo que otros opinen de ti, céntrate en que el Señor
te llamó con un gran propósito.
En Romanos 11:29 dice: “Porque
los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables”. Existe un
potencial que traemos dentro nuestro y nada nos lo puede quitar. Los dones que
cada uno tiene están listos para ser usados y expandidos. Aún cuando te hayas
decepcionado, hayas tenido fracasos, hayas recibido críticas, nada de eso
cambia el hecho de que tu potencial está listo para avanzar. Solo escucha lo
que Dios dice de ti, que eres de gran valor, que estás ungido, que tienes
talento y capacidad, que eres creativo, que puedes ser un gran líder,
emprendedor, exitoso y superar los desafíos.
Dios te dice que para su gloria te ha creado y para hacer
proezas. Activa los dones, enciende el fuego, no lo dejes decaer. Los dones y
el llamado de Dios están en ti, no los desperdicies, utiliza todo lo que te fue
dado. Los conflictos en tu matrimonio, la culpa, el rechazo, el dolor, todo lo
podrás superar. Tu potencial y llamado no cambiarán, por eso enfócate en que
Dios te lo ha dado y podrás renovarte, crecer, sanar y avanzar mucho más. Si
has cometido distintos errores y crees que eso es tu fin, no te desalientes,
porque Dios endereza los caminos torcidos, te perdona, te sana y restaura.
Aunque se cierre una puerta, otra se abrirá. Mantén la expectativa, todo va a
mejorar.
Oremos
así:
“Señor, gracias por hacerme
entender que a los dones y llamado nada me los puede quitar. Lo que dices y
crees de mí, es lo mismo a lo que digo y
creo de mi. Hoy me levanto a un nuevo nivel de tu propósito, me centro en tu
voluntad en el nombre de Jesús. Amén”
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