viernes, 26 de agosto de 2016

MEDIAS TINTAS, NO



"El reino de los cielos podrá entonces compararse a diez muchachas que, en una boda, tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran descuidadas y cinco previsoras. Las descuidadas llevaron sus lámparas, pero no tomaron aceite de repuesto; en cambio, las previsoras llevaron frascos de aceite además de las lámparas. Como el novio tardaba en llegar, les entró sueño a todas y se durmieron. Cerca de medianoche se oyó gritar: ‘¡Ya viene el novio! ¡Salid a recibirle!’ Entonces todas las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas, y las descuidadas dijeron a las previsoras: ‘Dadnos un poco de vuestro aceite, porque nuestras lámparas van a apagarse.’ Pero las muchachas previsoras contestaron: ‘No, porque entonces no alcanzará para nosotras ni para vosotras. Más vale que vayáis a donde lo venden y compréis para vosotras mismas.’ Pero mientras las cinco muchachas iban a comprar el aceite, llegó el novio; y las que habían sido previsoras entraron con él a la fiesta de la boda, y se cerró la puerta. Llegaron después las otras muchachas, diciendo: ‘¡Señor, señor, ábrenos!’ Pero él les contestó: ‘Os aseguro que no sé quiénes sois.’
Permaneced despiertos – añadió Jesús –, porque no sabéis el día ni la hora."

Esta parábola debió extrañar mucho a los oyentes de Jesús. ¿Cómo podían ser rechazadas cinco muchachas que eran necesarias para la ceremonia?¿Por qué las otras cinco no las ayudaron compartiendo el aceite? 
Jesús, con las parábolas, quiere llamar la atención sobre nosotros. Quiere decirnos, que el Reino no es cosa de medias tintas. Necesita nuestra total dedicación. Necesita todo nuestro aceite, para que realmente podamos iluminar. Necesita la entrega total de nuestra vida. Nosotros podemos creer que con nuestra tibieza ya basta. Jesús pide de nosotros el compromiso total. Sólo así nos abrirá las puertas de par en par.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario