El Monte Carmelo de Israel fue
desde tiempos inmemoriales un sitio de peregrinación. En el siglo XIII, uno de
los monjes carmelitas, San Simón Stock, recibe de manos de la mismísima Virgen
María el escapulario, el símbolo de dicha congregación.
Nuestra Señora del Carmen es
una de las advocaciones de María más extendidas en el mundo. Es patrona de
diferentes países, entre ellos Chile e Israel y de cientos de ciudades. También
es patrona de los pescadores y navegantes, y de la Marina.
Ver:
- Nuestra
Señora del Carmen, Universal ( 16 de julio)
- Nuestra
Señora del Carmen de Maipú, Chile ( 16 de julio y 14 de marzo)
- Virgen del
Carmen de la Legua, Perú ( 16 de julio)
- Nuestra
Señora del Carmen de Cuyo, Argentina ( 16 de julio)
- Nuestra
Señora del Carmen de la Tirana, Chile ( 16 de julio)
- Nuestra
Señora del Carmen de Paucartambo, Perú ( 16 de julio)
- Virgen del
Carmen de Lima, Perú ( 16 de julio)
- Todo lo que
Debieras Saber sobre el Escapulario Carmelita
- La Devoción
del Escapulario Carmelita
- Imposición
del Escapulario Carmelita
- Videos
sobre Nuestra Señora del Carmen
- Tres
testimonios de milagros por intercesión del escapulario carmelita
- Novena a
Nuestra Señora del Carmen
- Devoción de
las 7 Excelencias a Nuestra Señora del Carmen
- Consagraciones
a Nuestra Señora del Carmen y otras Oraciones
- Orar junto
a la Virgen del Carmen
- El
Santuario de la Virgen del Carmen en el Monte Carmelo
Desde
que los antiguos ermitaños se establecieron en el Monte Carmelo, los Carmelitas
han sido conocidos por su profunda devoción a la Santísima Virgen.
Ellos interpretaron la nube de
la visión de Elías (1 Reyes 18, 44) como un símbolo de la Virgen María
Inmaculada. Ya en el siglo XIII, cinco siglos antes de la proclamación del
dogma, el misal Carmelita contenía una Misa para la Inmaculada Concepción.
A
mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de
Occidente -algunos creen que venían de Italia-, decidieron instalarse en el
mismo valle que sus antecesores y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada
a Santa María del Monte Carmelo.
Desde
su monasterio,
en el principio, no quisieron crear una nueva forma de culto mariano, ni
tampoco, el título de la advocación, no respondían a una imagen en especial.
Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos
evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y
anunciación.
Estos
devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron
la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una
nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.
La fiesta de Nuestra Señora del Carmen es el 16 de
julio, ya que según la tradición, fue
el 16 de julio de 1251 la fecha del regalo del escapulario por parte de la
Virgen a San Simón Stock.
EL MONTE CARMELO Y EL ANTIGUO
TESTAMENTO
Carmen
viene de Carmelo, un monte situado en la población marítima de Haifa en el
norte de Israel, en la zona de Galilea. Precisamente, Karmel (Carmen) significa
en hebreo “jardín” y en latín “poesía”.
La
memoria de Elías se guardó siempre viva de modo particular en el Monte Carmelo, donde se
eligió seguir al Dios de Israel. Según el relato, Primer libro de los Reyes,
capítulo 18, el sacrificio de Elías, consumado por el fuego que descendió del
cielo, mostró al pueblo que Yahvé era el verdadero Dios.
Allí se nos dice que las
gentes de aquellas tierras de Haifa adoraban en su amplia mayoría al dios
pagano Baal.
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El profeta Elías, que predicaba los mensajes del Señor, sin recibir demasiadas respuestas de los habitantes, les propuso que organizaran conjuntamente un sacrificio a la ladera del Monte Carmelo, cada uno rogando a su respectivo Dios, para invocar la lluvia, ya que habían estado 3 años de sequía.
.
En primer lugar lo hicieron los partidarios de Baal, sacrificando un novillo en medio de oraciones, pero no obtuvieron respuesta. Inmediatamente Elías y sus pequeños seguidores cogieron otro novillo y al cabo de pocos instantes cayó fuego sobre el altar y sonaron grandes truenos. Elías invitó a uno de sus seguidores para que subiera a la cima de la montaña y desde allí éste le dijo: “Una nube pequeña como la palma de la mano de un hombre sube del mar”.
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De pronto, el cielo se oscureció con nubes y viento, y cayó una lluvia abundante. Cabe decir que algunos religiosos carmelitas y escritores del siglo XIV vieron en la mencionada nubecilla la presencia de la Virgen. Faltaban unos 900 años para que María naciera.
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El profeta Elías, que predicaba los mensajes del Señor, sin recibir demasiadas respuestas de los habitantes, les propuso que organizaran conjuntamente un sacrificio a la ladera del Monte Carmelo, cada uno rogando a su respectivo Dios, para invocar la lluvia, ya que habían estado 3 años de sequía.
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En primer lugar lo hicieron los partidarios de Baal, sacrificando un novillo en medio de oraciones, pero no obtuvieron respuesta. Inmediatamente Elías y sus pequeños seguidores cogieron otro novillo y al cabo de pocos instantes cayó fuego sobre el altar y sonaron grandes truenos. Elías invitó a uno de sus seguidores para que subiera a la cima de la montaña y desde allí éste le dijo: “Una nube pequeña como la palma de la mano de un hombre sube del mar”.
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De pronto, el cielo se oscureció con nubes y viento, y cayó una lluvia abundante. Cabe decir que algunos religiosos carmelitas y escritores del siglo XIV vieron en la mencionada nubecilla la presencia de la Virgen. Faltaban unos 900 años para que María naciera.
Elías
estuvo disponible para la obra de Dios y enviado a proclamar su palabra. Emprendió un
largo viaje por el desierto, un viaje que lo dejó exánime. Se cobijó bajo un
árbol y pidió la muerte.
Pero Dios
no permitió su muerte, sino que lo impulsó a continuar su viaje hasta el monte
Horeb. Cuando llegó, Dios se mostró a Elías, no en los consabidos signos
del antiguo testamento: fuego, terremoto o del fuerte viento, sino en una
ligera brisa. Elías fue enviado
nuevamente a su pueblo para continuar cumpliendo la voluntad de Dios.
LA ORDEN CARMELITA
La fecha de fundación de la
Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo ha sido objeto de discusión desde el
S.XIV hasta hoy, la Orden reivindica como sus fundadores a los profetas Elías y
Elíseo, sin embargo los modernos historiadores, empezando Baronius, niegan su
existencia antes de la segunda mitad del XII.
Durante
la época del Profeta Samuel existía en Tierra Santa una organización conocida
como los Hijos de los Profetas, que en muchos aspectos se asemejaba a un instituto
religioso de tiempos posteriores.
Vivían
en comunidad y aunque no pertenecían a la tribu de Leví, se dedicaban al
servicio de Dios; profesaban especial obediencia a los superiores,
los más famosos de los cuales fueron Elías y su sucesor Elíseo, ambos
relacionados con el Monte Carmelo, el primero con sus disputas con los
sacerdotes de Baal, el segundo por su prolongada residencia en la montaña
santa. Con la caída del Reino de Israel, los Hijos de los Profetas
desaparecieron de la historia.
En
el siglo III o IV de la Era Cristiana el Carmelo era un lugar de peregrinación,
como lo demuestran numerosas inscripciones en Griego en los muros de la Escuela
de los Profetas: “Recuerda a
Juliano”, “recuerda a Germánico”, etc., Algunos
de los Padres, especialmente Juan Crisóstomo, Basilio, Gregorio Nacianceno y
Jerónimo, siguieron a Elías y Elíseo como modelos de perfección religiosa y
patronos de eremitas y monjes.
El
monje griego John Pocas, que visitó Tierra Santa en 1185 relata que encontró en
el Carmelo, un Calabrian (es decir un occidental) monje quien en un momento con
la fuerza de una aparición del Profeta Elías, había congregado en torno a él a
10 eremitas con los que había iniciado vida religiosa en un pequeño monasterio
cerca de la gruta del profeta.
Se
puede demostrar que hasta 1210 no se había fundado ninguna comunidad excepto
una cerca de Antioquia, que estaba sujeta al patriarca de la ciudad.
Después de este dato nuevas comunidades aparecieron en San Juan de Arce, Tiro,
Trípoli, Jerusalén, en el Quarantena, en algún lugar de Galilea (monasterium
Valini) y en otras localidades que son desconocidas, en total hasta 15. Algunas
fueron destruidas tan pronto como fueron levantadas y algunos hermanos fueron
asesinados por los sarracenos.
Algunas
veces los eremitas fueron sacados del Carmelo, pero siempre volvían; incluso
edificaron un nuevo monasterio en 1263, en conformidad con la regla revisada y
una aceptable gran iglesia, aún visible hacía el final del S.XV. Sin embargo la
situación de los cristianos había llegado a ser tan precaria que la emigración
se hizo obligatoria. Así, colonias de ermitaños se asentaron en Chipre,
Sicilis, Marsella y Valenciennes (1238).
Algunos
hermanos de nacionalidad inglesa acompañaron al Baron de Vescy y Grey en su
viaje de retorno de la expedición de Ricardo, Eral de Cornwall (1241) y fundaron en Hulne
cerca de Alnwick en Northumberland, Bradmer (Norfolk), Aylesford y Newenden
(Kent). San Luis, Rey de Francia, visitó el Monte Carmelo en 1254 y trajo seis
eremitas franceses a Chareenton cerca de París en donde les dio un convento.
El
Monte Carmelo fue tomado por los sarracenos en 1291, los hermanos,
mientras cantaban la Salve Regina fueron degollados y el convento quemado.
Con
la llegada de los Carmelitas a Europa, comienza un nuevo período en la historia
de la Orden. Poco más que los simples nombres de los superiores del primer
período han llegado a nosotros. San Bertoldo, San Brocardo, San Cirilo,
Bertoldo (o Bartolomeo) y Alan (1155-1247) En el primer capítulo celebrado en
Aylesfrod fue elegido general San Simón Stock (1247-65).
La
Orden Carmelitana tal como estaba, solamente fue aprobada en el II concilio de
Lyón (1274), pero San Simón obtuvo de Inocencio IV la aprobación provisional
con ciertas modificaciones de la regla (1247).
De ahora en adelante no se
fundaría en desiertos, sino que se haría en ciudades o en suburbios de las
ciudades; la vida solitaria cedería su lugar a la comunitaria; la comida se
celebraría en comunidad; la abstinencia aunque no se dispensase, sería
restringida; el silencio estaba restringido al tiempo entre Completas y Prima
del día siguiente; asnos y mulos podrían ser utilizados para viajar y
transportar los productos y aves de corral para las necesidades de la cocina.
Así
la orden dejó de ser ermitaña y llegó a ser una de las órdenes mendicantes. Su primer
nombre, Fratres eremitae de Monte Carmeli y después de edificar una capilla en
el Carmelo en honor de Nuestra Señora (1220), se pasó de Eremitas de Santa María
del Monte Carmelo a Fratres Ordinis Beatissimae Virginis Mariae de Monte
Carmeli.
La aprobación de la Orden en el segundo concilio de
Lyón aseguró su permanencia entre las órdenes mendicantes; sancionó el
ejercicio de la vida activa y apartado todos los obstáculos para su desarrollo,
desde entonces se produjo con avances y retrocesos.
En el mismo siglo XIII, uno de
los monjes carmelitas, San Simón Stock, recibe de manos de la mismísima Virgen
María el escapulario, el símbolo de dicha congregación. Es a partir de entonces
cuando nace la imagen de la advocación de Nuestra Señora del Carmen: el Niño y
la Madre aguantando el escapulario, la figura típica de dicha devoción mariana.
En
los años 1434-1435, la regla sufrió una serie de cambios que fueron aprobados
por el Papa Eugenio IV y que no gustaron a ciertos sectores de la orden.
Para ellos, la nueva regla suavizaba la observancia más antigua y forzó a que
en el siglo XV, Juan Sorteh (1451-1471) empezara a movilizar un nuevo
movimiento que llevaría en 1593 a la ruptura de la orden carmelitana en dos
bandos.
De esta manera llegamos al
siglo XVI, en esta época nos encontramos con Teresa de Jesús (1515-1582) y Juan
de la Cruz (1542-1591), reformadores de la Orden.
Teresa
de Jesús era una monja de un monasterio de la ciudad de Ávila (España)
llamado La Encarnación. Dios le inspiró el deseo de cumplir plenamente con la
Regla de la Orden del Carmen, de esa manera fundó el convento de San José en la
misma ciudad, el 24 de agosto de 1562, Sin embargo no quiso que esta reforma
sea tan solo para las monjas, sino que también de ella participen los padres
del Carmen, de esta manera se puso a buscar frailes que quisieran embarcarse en
esta aventura.
Cuando
la madre Teresa fundaba su segundo monasterio en Medina del Campo, se encuentra
con fray Juan de Santo Matía (luego de la Cruz) y lo gana para la reforma. Así el 28 de
noviembre de 1568 se inauguró el primer convento de los frailes en un pueblito
llamado Duruelo, recibiendo el nombre de Descalzos.
Es
así como surgió la Reforma del Carmen, con el correr de los años, esta Reforma
se independizó de la Orden del Carmen y tomó el nombre de Hermanos Descalzos de
la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo (nombre que ostenta en la
actualidad). Se inició un periodo de la expansión de la nueva Reforma
continuada en los siglos venideros.
De
entre muchas monjas que formaron parte de las carmelitas descalzas cabe señalar
a Santa Teresa del Niño Jesús, también conocida como Teresa de Lisieux
(1873-1897) a Santa Edith Stein (1891-1942) a Santa Teresa de Los Andes (1900 –
1920).
Hay
un gran repertorio en todo el mundo de grupos religiosos que siguen el espíritu
carmelitano
que realizan diferentes servicios en los países y pueblos donde residen, casi
todo ellos dedicados a la educación, a los enfermos y a los marginados. Todas
estas órdenes fueron fundadas por monjas, sacerdotes o religiosos.
ESTRELLA DE MAR
La Virgen Inmaculada, Estrella
del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos se
venera en el Carmelo.
Ella
acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los
Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven
el cumplimiento del ideal de Elías. Incluso se le llamó: “Los hermanos de
Nuestra Señora del Monte Carmelo”. En su profesión religiosa se consagraban a
Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que
sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo.
En
la Edad Media se creía que María significaba “estrella
del mar”, en latín “stella
maris”.
Desde aquella época, muchos carmelitas han aclamado
a María como la “Flor del Carmelo” y la “Estrella del
Mar”. Lo hizo el mismo Simón Stock con esta plegaria que
se le atribuye: “Flor del Carmelo Viña
florida, esplendor del cielo, Virgen fecunda, singular. ¡Oh Madre tierna,
intacta de hombre, a todos tus hijos proteja tu nombre, Estrella del Mar!
Los
marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo
en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como,
estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto
seguro que es Cristo.
Por la invasión de los
sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo.
Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen
mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella
del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte
Carmelo se alza como una estrella junto al mar.
Pero
… ¿de dónde viene el patronazgo de la Virgen del Carmen hacia los marineros?.
En
el siglo XVIII, cuando ya era muy popular la fiesta de la Virgen del Carmen en
España, el almirante mallorquín Antonio Barceló Pont de la Terra, nacido en
1716 y fallecido en 1797, impulsó su celebración entre la marinería que él
dirigía.
Fue
a partir de entonces cuando la marina española fue sustituyendo el patrocinio
de San Telmo por el de la Virgen del Carmen. En muchas localidades españolas se
celebran grandes procesiones marítimas que son un auténtico éxito. En el
obispado de Girona cabe remarcar las de: l’Escala, Roses, Llançà, Arenys de Mar
y Palamós.
La
devoción a la Virgen del Carmen se propagó particularmente en los lugares donde los
carmelitas se establecieron.
Fuentes:
- https://es.wikipedia.org/wiki/Virgen_del_Carmen
- https://www.ewtn.com/spanish/Maria/carmen.htm
- https://www.aciprensa.com/Maria/nsrcarmen/origendevocion.htm
Foros de la
Virgen María
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