Uno de los argumentos más
fuertes emocionalmente contra la existencia de Dios se conoce como el problema
del mal, o sea, si el mal existe, entonces Dios no debe existir porque permite
el mal.
Los ateos llegan a la
conclusión de que un Dios que es todo amor no puede existir cuando el mal
existe. Ellos piensan que:
1
– Un Dios que es todopoderoso sería capaz de prevenir el mal y el sufrimiento.
2
– Un Dios que es todo conocimiento sabe que el mal y el sufrimiento suceden.
3
– Un Dios que es todo amor no querría que mal y el sufrimiento sucedan y
tomaría las medidas necesarias para impedirlo.
4
– Sin embargo el mal y el sufrimiento suceden.
Conclusión:
Dado que el mal y el sufrimiento existen, un Dios todopoderoso, que todo lo
sabe y todo lo ama, no puede existir.
El mal sugiere acciones y eventos correctos e
incorrectos, siendo el mal la mala acción o el mal evento. Sin embargo, sin Dios, no hay mal. Las cosas simplemente
son.
Es así que los ateos
piensan que no hay dioses, no hay fuerzas con un propósito de ningún
tipo, no hay vida después de la muerte. Cuando mueras vas a estar
completamente muerto ese es el final de cada uno. Por lo tanto no hay
fundamento último de la ética, ni sentido último de la vida y ni libre albedrío
de los seres humanos.
Por otra parte entonces, no hay ningún propósito para el sufrimiento y esperanza más allá del
sufrimiento, porque un mundo sin Dios no tiene sentido.
Eso significa que el sufrimiento no tiene sentido
tampoco. El sufrimiento no es sólo
inútil, tampoco hay esperanza más allá de sufrimiento sin Dios. Tú
vives. Tú sufres. Tú mueres.
Piensa en las personas que han nacido en la pobreza
absoluta, que crecen en hogar abusivos, o que son vendidos como esclavo al
nacer. Ellos no disfrutan de los placeres que muchos de nosotros tenemos. Si no hay vida más allá de esta vida,
entonces eso es todo. No hay esperanza. No hay justicia. No hay propósito.
La clave está en la interpretación de la premisa 3:
Un Dios que es todo amor no querría
que mal y el sufrimiento sucedan y tomaría las medidas necesarias para
impedirlo
Considera
esta alternativa. El sufrimiento todavía existe. Todavía existe el
mal. Sin embargo, en esta realidad, Dios existe. Dios no sólo es un Juez justo,
Él es un perdonador misericordioso.
Eso significa
que no sólo hay justicia para los males perpetrados en contra ti, sino que
también tienes acceso al perdón de los pecados que cometiste. Por lo tanto hay
una esperanza eterna.
Entonces
si Dios deja pasar el mal, ¿qué propósito tiene?
5 RAZONES POR LAS QUE DIOS
PERMITE EL MAL
No hay una sola razón por la que Dios permite el
mal y el sufrimiento. Hay muchas. Esta
no es una lista exhaustiva, pero aquí hay cinco razones importantes por
las que Dios permite el sufrimiento.
Por
favor comenta abajo otras razones que se te ocurran.
El mal es necesario para que
la elección (libre albedrío) exista
Esto es un poco complicado. Piénsalo de esta
manera: si Dios elimina el libre
albedrío y todo fuera perfecto, no seríamos nada sino robots. No
podríamos cometer un error. Por lo tanto el mal debe existir para que exista la elección.
El mal nos muestra que no
somos más que bestias sin Dios
La literatura de la sabiduría del Eclesiastés nos
dice: “Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí impiedad; y en lugar
de la justicia, allí iniquidad. Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí
hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.
Dije en mi corazón: Es así, por causa de los hijos de los hombres, para que
Dios los pruebe, y para que vean que
ellos mismos son semejantes a las bestias” (Ec. 3: 16-18).
Dios nos permite tomar decisiones y también nos muestra nuestra naturaleza pecaminosa sin
Él.
No es de extrañar que a medida que el ateísmo moderno se aleja de Dios, da cada vez más
importancia a la parte animal de nosotros mismos. Este es precisamente
el patrón que Pablo describe en Romanos 1.
Las pruebas de Dios
Job era un hombre fiel. Sin embargo satanás señaló que es fácil adorar a Dios
cuando todo va a tu manera. Cuando todo va según lo que tú quieres, es
fácil de cantar alabanzas, pero entonces surge la pregunta: ¿Es Dios el que
está siendo adorado?
Cuando
Dios permite el sufrimiento, tenemos que tomar la decisión de alabarle a pesar
de no conseguir nuestro camino. El sufrimiento nos enseña a amarlo por encima de
nuestra situación.
Produce buenos frutos
El mundo piensa de esta manera: “Lo que no me
mata me hace más fuerte”. Pero la Biblia es un poco más elocuente. “Considerad
como un gran gozo, hermanos míos, cuando estéis rodeados por toda clase de
pruebas, sabiendo que la calidad
probada de vuestra fe produce paciencia; pero la paciencia ha de culminar en
una obra perfecta para que seáis perfectos e íntegros, sin que dejéis
nada que desear.” (Santiago 1: 2-4 )
El sufrimiento no es divertido. Nadie ama la
corrección cuando sucede, pero la
prueba de fuego tiene el potencial de producir un crecimiento exponencial.
Sólo Dios sabe
Hay
otras razones
que Dios ha escogido para permitir que el mal y el sufrimiento existan. La
inmensidad de Su conocimiento es incomprensible para los seres humanos finitos.
Aquí es donde entra la fe. La fe no es ciega. No es
sin cerebro. La fe simplemente reconoce
las limitaciones personales y coloca la confianza en un poder superior, es decir,
Dios.
En
resumen:
el “problema del mal” no es en realidad ningún problema en absoluto, al menos
no para los teístas. No sólo la premisa
3 y 4 premisa fallan, sino que también en necesaria la creencia en que Dios al
mismo tiempo es racional y beneficioso.
Como seguidores de Cristo, podemos estar seguros de que el mal es real, pero ha sido derrotado.
Con Dios hay justicia para el
mal, hay perdón para el mal, hay un propósito en el mal, hay esperanza más allá
del mal, y una eternidad de belleza nos espera en la presencia de nuestro amado
Creador.
Foros de la Virgen María
No hay comentarios:
Publicar un comentario