DENVER, 07 Dic. 15 / 10:54
am (ACI).- Sir Alec Guinness es uno de los actores más reconocidos del siglo 20.
Aunque apareció en muchas películas en su vida y ganó muchos premios, es conocido
mundialmente por haber interpretado a Obi-Wan Kenobi en la trilogía original de
Star Wars.
Lo que mucha gente no sabe sobre él es que a la edad de 42 se convirtió
al catolicismo, en parte debido a un hecho milagroso.
Guinness nació en 1914 en Londres en una familia con problemas.
Nunca conoció a su padre y se crió en la pobreza. A pesar de que se confirmó en
la fe anglicana a los 16 años, no estaba seguro de lo que realmente creía sobre
la religión. Luego se desplazó al presbiterianismo, ateísmo, marxismo, budismo,
e incluso asistió a algunas reuniones de cuáqueros. Sin embargo, como típico inglés
de principios del siglo 20, no tenía ningún interés en el catolicismo.
Mientras ensayaba para la obra Hamlet, un sacerdote anglicano se acercó
a él y le explicó que hacía mal la señal de la cruz y le mostró el modo
correcto. Este encuentro tuvo un impacto espiritual en él, y recuperó algo de
interés en el anglicanismo.
Se sintió más atraído a la fe anglicana durante el torbellino de la
Segunda Guerra Mundial, pero en 1954 a los 40 años de edad otra experiencia lo
llevó a considerar el catolicismo.
Estaba en Francia trabajando en la película “El Padre Brown”, basada en
el famoso sacerdote que resolvía crímenes creado por GK Chesterton. Tenía el
rol protagónico y andaba vestido como sacerdote católico. Mientras caminaba por
la calle, un niño del lugar lo confundió con un verdadero sacerdote. El niño
corrió, tomó su mano con confianza, y caminó con él.
La confianza y el afecto del niño hacia los sacerdotes católicos
tuvieron un profundo impacto en él y empezó a considerar seriamente el
catolicismo.
Sobre esta experiencia alguna vez dijo: "Mientras
continuaba mi caminata, pensé que una Iglesia que podía inspirar
tanta confianza en un niño, haciendo que los sacerdotes, aunque desconocidos,
fueran de tan fácil acceso, no podía ser tan intrigante o espeluznante como
tantas veces se le presentaba. Empecé a desprenderme de mis antiguos prejuicios
aprendidos y absorbidos".
Poco después, su hijo Mateo contrajo polio y parecía estar cerca de la
muerte. Desesperado y buscando ayuda divina, Guinness comenzó a visitar una
iglesia católica local para orar.
Hizo un trato con Dios: si Mateo se curaba,
le permitiría convertirse en católico si quería.
Contra todas las expectativas, su hijo se recuperó. Guinness y su esposa
lo inscribieron en un colegio jesuita. Unos años más tarde, Guinness, su esposa
y su hijo se convirtieron al catolicismo.
Guinness siguió siendo un católico fiel el resto de su vida hasta su
muerte en el año 2000. Que descanse en paz.
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