"Entonces
dijeron sus discípulos:
– Ahora estás
hablando con claridad, sin usar comparaciones. Ahora vemos que sabes todas las
cosas y que no es necesario que nadie te haga preguntas. Por esto creemos que
has venido de Dios.
Jesús les contestó:
– ¿Así que ahora
creéis? Pues llega la hora, y ya es ahora mismo, cuando os dispersaréis cada
uno por su lado, y me dejaréis solo. Aunque no estoy solo, puesto que el Padre
está conmigo. Os digo todo esto para que encontréis paz en vuestra unión
conmigo. En el mundo habréis de sufrir, pero tened valor, yo he vencido al
mundo."
Los discípulos creen conocer a Jesús;
pero Jesús les dice que esto no es cierto, porque, cuando comiencen las
dificultades, lo abandonarán.
Lo mismo nos ocurre a nosotros.
¿De verdad conocemos a Jesús? ¿Qué imagen nos hemos hecho de Él? Cuando seguir
a Jesús supone sacrificios y lucha, con facilidad lo abandonamos. Nos gusta una
religión hecha de palabras y de ritos, pero huimos del compromiso. Hemos
escogido unirnos al poder de la sociedad, antes que defender a Jesús presente
en el perseguido, en el pobre, en el refugiado...Si los defendemos, no pasan de
ser meras palabras. A la hora de actuar, de comprometerse, miramos para otro
lado.
Jesús nos dice que no tengamos
miedo, que Él ha vencido al mundo. Pero, ¿nos comprometemos de verdad,
luchamos, arriesgamos nuestra comodidad por los demás? La sociedad cristiana
europea está cerrando sus puertas a Jesús. Y no es tanto por el laicismo, como
por cerrar las puertas al necesitado, el inmigrante, al diferente a nosotros.
No, no acabamos de conocer a Jesús.
Enviat per Joan Josep Tamburini
No hay comentarios:
Publicar un comentario