sábado, 19 de marzo de 2016

LEYENDAS QUE SOSTIENEN QUE JESÚS NO FUE CRUCIFICADO [¿QUÉ EXPLICACIÓN DAN?]


Sobre la muerte de Jesús y su tumba hay varias leyendas manejadas por quienes sostienen que no murió en la cruz. Y aquí damos un vistazo de ellas con un fin de curiosidad y asombro.

Según los musulmanes otro fue crucificado por Jesús en la Cruz, para otros, los restos mortales del Mesías aun seguirán en alguna parte de Israel, otros defienden que éstos fueron encontrados por los templarios en Jerusalén y habrían sido trasladados a Francia y enterrados allí.

Hay incluso quien afirma, que Jesús habría terminado por escaparse a Francia con María Magdalena para fundar con el tiempo la dinastía real de los merovingios.
Hay quienes aseguran que viajó a la India donde se casó y tuvo varios hijos para ser finalmente enterrado en Cachemira. Sin embargo, hay quienes lo envían hasta Japón, donde también se habría casado, tenido hijos y vivido hasta una edad madura, para ser enterrado en ese país.

Sin embargo, la más conocida de las tumbas de Jesús es el Santo Sepulcro, en Jerusalén, que de acuerdo a los evangelios, el cuerpo muerto de él estuvo depositado durante tres días hasta que resucitó y fue elevado a los cielos.

Veamos las principales leyendas sobre su paradero, considerando que la versión popular de la crucifixión, muerte y resurrección de Jesús es el centro de lo creen los cristianos y así también lo cree la mayoría de la comunidad de historiadores que estudiaron los hechos.

LOS MUSULMANES DICEN QUE JESÚS NO FUE CRUCIFICADO

El Islam enseña que Jesús no fue crucificado, en cambio los musulmanes creen que fue elevado corporalmente al cielo por Dios.

Los musulmanes rechazan la visión cristiana trinitaria de Dios, y por consiguiente, que Jesús no era Dios encarnado.
También rechazan la idea de que Jesús expió los pecados de la humanidad cuando sufrió en la cruz, al negar la crucifixión por completo. Pero, la evidencia de la historicidad de la crucifixión es abrumadora.

Esta hipótesis la trataremos más extensamente y la responderemos porque viene de un grupo religioso importante, en cambio las otras son especulaciones de algunos personajes.

LO QUE DICE EL CORÁN

Este argumento tiene sus raíces en el Corán:

“Eso me dijeron, ‘Nosotros matamos a Cristo Jesús el hijo de María, el Mensajero de Allah’, – pero no le mataron ni le crucificaron, sino lo que se hizo fue aparecerse a ellos, y los que discrepan sobre él están llenos de dudas, sin conocimiento (cierto), pero sólo siguen conjeturas, porque ciertamente no le mataron: – ¡No, Dios lo resucitó para sí; y Allah es poderoso, sabio…” (4:157-158)

Las opiniones varían, pero en general nos encontraremos con una de estas tres conclusiones al hablar con los musulmanes acerca de la crucifixión:

Jesús sobrevivió a la crucifixión.
Dios hizo puso otra persona parecida a Jesús.
La crucifixión simplemente no ocurrió.

JESÚS SOBREVIVIÓ A LA CRUCIFIXIÓN

Según el punto de vista islámico, la muerte de Jesús en la cruz habría significado el triunfo de sus enemigos, pero como el verso del Corán dice, “porque ciertamente no lo mataron.” Si la Crucifixión fue así, entonces Jesús debe haber sobrevivido a la terrible experiencia.

Esto no es apoyado por la evidencia disponible. Los cuatro evangelios describen los acontecimientos de tal manera que no puede haber ninguna duda de que Jesús murió como resultado de haber sido crucificado.

En Mateo 27, José de Arimatea pide el cuerpo de Jesús, a fin de brindar un entierro digno, a lo que Poncio Pilatos está de acuerdo. Los romanos, que manejaron la transferencia habrían sabido con certeza que Jesús estaba muerto. Incluso los fariseos sabían esto y pidieron que la tumba tuviera vigilancia para que los discípulos no pudieran robar el cuerpo y afirmar falsamente que él había resucitado (vv. 45-66).

Marcos y Lucas registran el caso de la misma manera. Marcos, sin embargo, revela otro detalle: en su Evangelio, Pilato pide específicamente la confirmación de que Jesús estaba muerto antes de entregar el cuerpo a José de Arimatea (15:44-45).

El Evangelio de Juan también revela un detalle crítico. Según él, los soldados romanos vinieron a romper las piernas de los crucificados. Y cuando vieron que Jesús ya estaba muerto, le abrieron el costado con una lanza y, en consonancia con los otros evangelios, su cuerpo fue entregado a José para el entierro.

DIOS PUSO A OTRA PERSONA PARECIDA A JESÚS

Esta también se conoce como la Teoría del Sustituto en la Crucifixión. La mayoría de los musulmanes creen que Jesús fue levantado al cielo por Dios, y otra persona parecida a él fue crucificada en su lugar. Los eruditos musulmanes han debatido sobre la identidad del sustituto, con el sustituto más popular siendo Judas Iscariote.

Una fuente popular que algunos apologistas musulmanes señalan es el llamado “Evangelio de Bernabé.” Este documento se afirma que ha sido escrito por el discípulo Bernabé a petición del propio Jesús. En él, el autor afirma que Judas fue transformado por Dios a la semejanza de Jesús y luego crucificado.

El único problema para el apologista musulmán es que los académicos son prácticamente unánimes en su acuerdo de que el Evangelio de Bernabé es una falsificación medieval. La lista de los anacronismos y errores históricos que contiene son amplios, y la evidencia de que existía antes de la época medieval es prácticamente inexistente.

LA CRUCIFIXIÓN SIMPLEMENTE NO SE PRODUJO

La tercera y más popular objeción a la Crucifixión entre los apologistas musulmanes es el argumento de que eso nunca sucedió. En su opinión, los relatos de los Evangelios del evento se han corrompido y están cargados de errores y falsedades.

Pero la evidencia de la muerte de Jesús en la cruz puede ser verificada por fuentes fuera del Nuevo Testamento. Los Padres de la Iglesia fueron unánimes en este punto. Ignacio de Antioquía, escribiendo a principios del siglo II, nos dice:

Él era verdaderamente de la simiente de David según la carne, y el Hijo de Dios según la voluntad y el poder de Dios; Él realmente nació de una virgen, fue bautizado por Juan, con el fin de que toda justicia se cumpliera por Él; y fue verdaderamente, en tiempos de Poncio Pilato y Herodes el tetrarca, clavado [en la cruz] para nosotros en su carne. De este fruto somos bendecidos por Su divina pasión, para que pudiera establecer un estándar para todas las edades, a través de su resurrección, a sus santos y fieles [los seguidores], ya sea entre los judíos o gentiles, en el único cuerpo de su Iglesia. (Carta a los de Esmirna, Capítulo 1).

Ignacio nos dice que Jesús fue ciertamente clavado en la cruz. El término “a través de su resurrección” implica que él murió.

Otro ejemplo de principios del siglo II nos viene de San Policarpo, quien escribió:

Porque todo aquel que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es anticristo, y el que no confiesa el testimonio de la cruz es del diablo; y todo aquel que pervierte las palabras de Dios a sus propias concupiscencias, y dice que no hay ni una resurrección ni juicio, es el primogénito de satanásl… Permítanos entonces perseverar continuamente en nuestra esperanza, que es Jesucristo, quien llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero (Carta a los Filipenses, capítulo 7, 8).

Hay muchas más frases como estas de los primeros escritores cristianos. Si el apologista musulmán no está dispuesto a aceptar estas citas porque son de fuentes cristianas, puede considerar este relato del historiador judío Josefo:

Ahora, estaba en este tiempo Jesús, un hombre sabio; pues era un hacedor de maravillas, un maestro de los hombres que reciben la verdad con placer. Atrajo hacia sí a muchos de los judíos y muchos de los gentiles. Y cuando Pilato, por sugerencia de los hombres principales de entre nosotros, lo condenó a la cruz, los que le amaron desde el principio no dejaron de hacerlo; y la carrera de los cristianos, así llamados por él, no se ha extinguido aún ahora (J. Klausner, Jesús de Nazaret , p. 55).

Tácito, historiador y senador romano, también confirma la historicidad de la crucifixión:

Christus, de quien el nombre tuvo su origen, sufrió la pena capital durante el reinado de Tiberio a manos de uno de nuestros procuradores, Poncio Pilatos … (Anales , 15.44, traducción del latín de la Iglesia AJ y WJ Brodribb).

Estos dos relatos de fuentes no cristianas no tienen nada que ganar mediante la propagación de una falsedad. El Corán, por el contrario, está en situación de ganar al negar la Crucifixión.

LA CONEXIÓN CACHEMIRA DE JESÚS

Budistas, musulmanes, hindúes y cristianos veneran la tumba de un santo profeta llamado Yus Asaf que traducido sería Jesús el Captador, y muchos identifican esta tumba como la de Jesús de Nazaret.

Se dice que Jesús habría sobrevivido la crucifixión, salió de Jerusalén y se dirigió con su madre María y Tomás a la India buscando a las diez tribus perdidas de Israel que se creían desimanadas por las comarcas de Afganistán y Cachemira.

Pero María no llegaría a ver el llamado “Paraíso sobre la Tierra”. No soportando ya más las penalidades del largo viaje María muere en el pequeño pueblo de Murree que se llamaba así aún hasta 1875, en memoria de la madre de Jesús, María. El lugar en que está enterrada María se conoce con el nombre de Pindi Point, y la sepultura misma se conoce por el nombre de Mai Mari de Asthan, significando “lugar de descanso de la madre María”. De acuerdo con la costumbre judía la tumba está orientada de Este a Oeste.

Desde Murree, Jesús prosiguió su avance hacia Srinagar entrando en Cachemira a través de valle que hasta hoy sigue llamándose “Yusmarg”, para recordar que es el valle por el que Yusu o Jesús, entró en Cachemira. Situado a unos 40 kilómetros al Sur de Srinagar, capital de Cachemira, el prado de Jesús está habitado por la raza judía de los Yadu que viven ahí en devota condición secular de habitar el lugar elegido por Jesús para entrar en Cachemira.

En Cachemira Jesús tuvo hijos con una mujer llamada Marjan.

Se dice allí que Jesús, al sentir la aproximación de su muerte, envió a buscar a su discípulo Ba’bat (Tomás) y le expresó su último deseo referente a la continuación de su misión. Indicó a Tomás que construyera una tumba sobre su cuerpo en el lugar exacto en que expirase. Se estiró entonces con sus piernas dirigidas hacia el Oeste y su cabeza hacia el Este y murió.

La tumba que, según el relato anterior, fue en principio erigida por Tomás sobre el cuerpo de Jesús, en el sitio exacto donde éste expiró, está situada en el distrito Khanyar, en pleno centro de la ciudad de Srinagar, capital de Cachemira.

También según parece, hay una leyenda de que Moisés está enterrado en Cachemira.

LA CONEXIÓN FRANCESA

Se habla del Monte Cardou (sur de Francia), en donde Richard Andrews y Paúl Schellenmerger, publicaron un libro La tumba de Dios (1996), en donde se señala que la tumba estaría en las laderas del monte Cardou cerca del mítico pueblo de Rennes Le Chateau.

Comentan los autores señalados, que Jesús sobrevivió a la crucifixión y fues ocultado por José de Arimatea, siendo José quien le ayudó a huir de Judea para ir a Languedoc. En esta hipótesis está la familia que fundó con María Magdalena, dando lugar a la estirpe de los Merovingios.

Se añade además otra hipótesis de que efectivamente murió en la cruz. Sus restos habían sido robado por sus discípulos para embalsamarle y darle una sepultura lejos de allí, en el sur de Francia.

JAPÓN, LA TUMBA EN EL PUEBLO SHINGO Y SU FIESTA DE JUNIO

Jesús no murió en la cruz sino en Japón donde tiene su tumba. Murió a los 106 años y su fiesta se celebra el 10 de junio.

Los japoneses realmente creen en una leyenda que celebran cada año, en el mes de junio, “El Espíritu del Hijo de Dios” en la fiesta conocida como Festival de Shingo, que se celebra desde 1964.

En Japón, en la prefectura de Aomori, entre el lago Towada y Hachinohe, se encuentra un pueblo de apenas 3.000 almas, Shingo (literalmente “pueblo nuevo”, parte del cual era conocido antes como Herai, que sigue siendo el nombre de la montaña en la parte oriental de la aldea).

Shingo tiene un pequeño rincón marcado por dos cruces de madera en un pequeño monte, lugar donde extrañas tablas manuscritas afirman que está la verdadera tumba de Jesús. Y esto resulta extraño, ya que en Japón tan sólo un 1 % profesa la fe cristiana.

El pueblo de Shingo está ubicado en una parcela montañosa de bosques de pinos, arrozales y árboles de manzana a seis horas de Tokio. Conocido por su helado de ajo, y la emigración rápida de sus jóvenes a las ciudades cercanas.

LA VERDADERA HISTORIA DE JESÚS SEGÚN LOS JAPONESES

En la versión bíblica de la historia más grande jamás contada, Jesucristo fue crucificado en el Calvario y resucitó de entre los muertos tres días más tarde para salvar a la humanidad del pecado.

No es así, dice la leyenda local de Shingo, fue su hermano Isukuri. En realidad, Cristo se escapó de las garras de los romanos, huyó a través de tierra firme llevando las orejas cortadas de su hermano y un mechón de pelo de la Virgen María y se dedicó a la vida en el exilio en el aislamiento de nieve del norte de Japón.

El verdadero Jesucristo se casó con una mujer llamada Miyuko, fue padre de tres hijas y murió a la edad de 106 años. Dos cruces de madera fuera de la aldea marcan las tumbas de los hermanos de Galilea y un museo muestra que el hombre a quien llamamos Jesucristo, era conocido por estos lares como el agricultor de ajo y arroz Daitenku Taro Jurai.

LA TUMBA DE EL JESÚS DE JAPÓN

La tumba de Jesús (conocida con el nombre de Kirisuto-no-haka) en el pueblo de Shingo se encuentra ubicada en las afueras, en medio de un verde bosque de inhóspito acceso y el pueblo se ha vuelto famoso por la gran figura que resguarda, a lo que algunos, intentan sacarle algún provecho turístico.

La tumba de la derecha está dedicada a Jesucristo (Daitenku), donde está enterrado su cadáver y el mechón de pelo de la Virgen María, mientras que la tumba de la izquierda conmemora su a hermano, Jsus Chri (Isikuri), donde están enterradas sus orejas. Todo esto está escrito en el testamento de Jesucristo.

Frente a dichas cruces están las lápidas de los presuntos descendientes de Cristo, la familia Sawaguchi.

JESÚS HABÍA ESTADO ANTES DE SU MINISTERIO PÚBLICO EN JAPÓN

En una tabla junto a la tumba se lee:

“Cuando Jesucristo tenía 21 años llegó a Japón para buscar el conocimiento de la divinidad durante 12 años.”

Después de más de una década de estudio en algún lugar cerca del monte Fuji, y en ese momento hablando con fluidez en japonés, regresó a Judea, con 33 años, pero sus enseñanzas fueron rechazadas y lo arrestaron. Su hermano tomó su lugar en la cruz y Daitenku comenzó el segundo viaje de 10,000 millas de regreso a su país de adopción.

Esta leyenda que se trasmitía oralmente, se refrendó en 1933, cuando documentos, que se dice escritos en japonés arcaico, fueron descubiertos en las manos de un sacerdote sintoísta en las afueras de Tokio, en los que Jesús deja testimonio y detalla su vida en Japón hasta su muerte.

Sin embargo, muy pocos llegaron a interpretar este documento ya que fue incautado por las autoridades japonesas, quienes lo llevaron a Tokyo, poco antes de que iniciará la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, no se ha vuelto a saber de él, algunas fuentes dicen que resulto destruido en los bombardeos de la guerra con EEUU. En el museo (inaugurado en 1935) se muestra una copia en japonés actual, supuestamente fiel del manuscrito.

El sitio de la tumba de Jesucristo, que se ha convertido en un parque público, con jardines, aparcamiento, fuentes, e incluso el museo, que está atrayendo cada año a unos 10.000 visitantes. Esto representa un ingreso considerable para esta región, lejana ejes de comunicación principales.

LA VINCULACIÓN HEBREA DEL PUEBLO

El museo dice que el nombre de la aldea era antiguamente Herai que suena más en hebreo que japonés, y señala similitudes extrañas entre la cultura local y las canciones y el idioma del Medio Oriente, incluyendo un mantra cantada por generaciones en Shingo que, según se alega, no tiene ninguna semejanza con el japonés y el puede ser un antiguo enigma hebreo-egipcio.

El aldeano, Yoshiteru Ogasawara, dice:

“Siempre hubo costumbres extrañas aquí y la gente no sabía cómo explicar”

Durante generaciones, según él, los niños fueron bendecidos con un signo negro de la cruz en sus frentes “a pesar de que no es un lugar cristiano en absoluto”.

Otros aldeanos dicen que los recién nacidos eran cubiertos con ropas marcadas con la estrella de David.

De vez en cuando un bebé de ojos azules, nacía y algunas personas dicen que estos niños son los descendientes de los colonos originales”. “Luego nos enteramos de estos pergaminos antiguos que decían que Jesús había venido a Japón, y ponemos todo junto.”

En el año 2004, el Embajador de Israel visito el pueblo de Shingo y dono una placa con la inscripción en hebreo donde se hermana con la zona. Gil Haskel, de la Embajada de Israel en Tokio dice que es posible que haya habido una migración de las tribus hebreas de Occidente a Oriente, y a Japón a través de Rusia, a pesar que la Embajada considera que es poco probable, y la placa es simplemente un símbolo de la amistad al lugar.

Los miembros de la familia Sawaguchi, supuestos descendientes de Jesús, son más altos que el promedio, su nariz es más larga que la media, y más ligero la tez de la piel, y su escudo familiar es parecido al de la estrella de David.

Otro elemento a añadir a es la indumentaria tradicional de la zona que parece al típico traje hebreo.

Fuentes:


Foros de la Virgen María

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