Una Contra Revolución Sexual
Extraña a la Ética Católica.
La mayoría de los católicos
consideran que la revolución sexual occidental fue una fuente de mal que está
generando grandes problemas en nuestra civilización; hoy vemos los destrozos
causados por la ideología de género, la promiscuidad, la cohabitación, el
divorcios, etc.
Y los católicos, especialmente los conservadores,
sueñan con una contra revolución sexual, que ponga las cosas en su lugar.
Pero algunos católicos
conservadores han mirado a los musulmanes fundamentalistas como aliados en
estas guerras culturales sexuales, partiendo de una mirada superficial,
pensando que la represión de la sexualidad que existe en los países islámicos
es compatible con el catolicismo. Pero nada más lejos que eso. Tienen que tomar
una segunda mirada para reflexionar con quienes en realidad se están aliando.
El sexo parece ser el regalo
de Alá a sus seguidores. Los clérigos fundamentalistas predican sobre el sexo
que los hombres podrán hacer en el paraíso, los rebeldes sirios están apoyados
por una jihad sexual de adolescentes que van a “consolar” sus deseos carnales,
y las noticias hablan profusamente de las violaciones perpetradas por bandas
musulmanas en occidente.
EL PROBLEMA DE LA REVOLUCIÓN
SEXUAL
Las consecuencias tóxicas de la revolución sexual
son difíciles de ignorar. Resulta que el
“sexo sin consecuencias” realmente tiene consecuencias.
En el caso de nuestra sociedad, incluyen a las madres solteras que luchan por criar familias, generaciones de niños sin
padre, colegios donde se reparten anticonceptivos a las niñas….
No es de extrañar que en su deseo de restaurar el orden moral que se perdió con la revolución sexual, los católicos busquen aliados afines.
No es de extrañar que en su deseo de restaurar el orden moral que se perdió con la revolución sexual, los católicos busquen aliados afines.
Por
desgracia, algunos católicos están buscando en los lugares equivocados – o, al menos,
en un lugar equivocado. Nos referimos a la creencia sostenida por algunos
católicos conservadores de que el Islam puede llegar a ser un aliado confiable
en tales guerras culturales.
UNA POCAS SIMILITUDES PERO
GRANDES DIFERENCIAS CON EL ISLAM
Los católicos y los musulmanes comparten valores similares acerca de la modestia y la
castidad y comparten una oposición similar respecto al adulterio, la pornografía,
y el comportamiento homosexual. Por otra parte, los católicos y los
musulmanes han trabajado juntos en el pasado para oponerse a la imposición de
agendas seculares. Sobre todo en la Conferencia Mundial de Población en El
Cairo en 1994
Sin embargo, a pesar de las similitudes
superficiales, hay una gran diferencia
entre la moral sexual católica y la moral sexual islámica – diferencias
que deben hacer pensar a los católicos vacilantes acerca de alinearse con los
seguidores más entusiastas del Profeta.
Una de las principales diferencias es que mientras que la moral católica es voluntaria, la moral islámica no lo es.
Por ejemplo, las mujeres musulmanas que no respeten las normas de castidad
corren el riesgo de palizas, mutilación, prisión y muerte; incluyendo la muerte
a manos de sus propios familiares.
En busca de aliados para luchar junto a ellos en
las guerras culturales, algunos católicos tienden a pasar por alto estas
diferencias. Peor aún, suponiendo la
existencia de un sistema compartido de valores, corren el riesgo de mala
interpretación del Islam en su totalidad. Y en estos momentos es un gran
riesgo a tomar.
LA DESEXUALIZACIÓN DE LA
REVOLUCIÓN IRANÍ DE 1979
Es el modelo para todas las desastrosas
revoluciones de la “primavera árabe” de los últimos años – revoluciones que se
han traducido en un aumento de la
inestabilidad en el Medio Oriente y el Norte de África y el aumento de la
persecución de los cristianos.
Teniendo
en cuenta la centralidad de la revolución iraní en la historia reciente, es imprescindible
entender exactamente de lo que se trató. Sin embargo, algunos católicos parecen
ver el evento a través de lentes color de rosa.
Michael
Jones, el editor de Culture Wars (antes Fidelity Magazine), opina sobre la
revolución iraní fue esencialmente una buena cosa. En su último libro, Culture
Jihad in Teherán, va tan lejos como para decir que“Irán es el líder del
mundo libre”, lo que quiere significar para él, libre de la revolución
sexual y sus consecuencias.
Durante la visita a Irán en 2013 para hablar en una
conferencia sobre “Hollywoodismo” Jones fue preguntado por un reportero
acerca de la sociedad iraní. “Desexualización” fue la respuesta de Jones:
“Los iraníes han desexualizado
la cultura después de la revolución de Jomeini. Han eliminado el sexo de la
esfera pública y lo pusieron de nuevo en la esfera privada, donde pertenece”.
Según Jones, Irán se había sexualizado como
resultado de la importación de los valores degradados de Hollywood durante el
gobierno del Shah. Y Jones considera que la revolución de Jomeini fue, en esencia, una revolución contra-sexual,
destinada a restaurar el orden moral del pueblo de Irán.
El sostiene que tal revolución debería haber sido
llevado a cabo por los católicos en Occidente:
“La
revolución iraní de 1979 fue la contrarrevolución contra la modernidad que
debería haber sido puesta en marcha por el Concilio Vaticano II”.
A través de su revolución, dice Jones, Irán fue
capaz de evitar la suerte de los católicos occidentales, es decir,
“la
destrucción de una cultura basada en la familia” y su sustitución por “una cultura de personas
anémicas, sexualmente frenéticas.”
Es
muy cierto, por supuesto, que la Revolución Iraní tenía algo que ver con el
rechazo de la decadencia moral de Occidente. Este es un tema que se puede encontrar en los
escritos del ayatolá Jomeini, así como en las declaraciones de Osama bin Laden.
También es un tema importante en los escritos de Sayyid Qutb, el teórico
islámico del siglo XX.
EL FIN DE LA JIHAD MUNDIAL
Lo
que falta en el análisis de Jones, sin embargo, es una indicación de que la revolución tenía que ver con otra cosa
– a saber, el mandato del Corán para
someter a todas las personas a la voluntad de Alá, por la fuerza, si es
necesario. Considere esta exhortación del ayatolá Jomeini que pronunció
en 1942:
“El Islam hace a todos los hombres adultos… prepararse para la conquista
de los países para que la orden del Islam [la sharia] sea obedecida en todos
los países del mundo… El Islam dice: Todo
lo que hay de bueno existe gracias a la espada y a la sombra de la espada. Las
personas no pueden hacerse obedientes, salvo con la espada. La espada es la
llave para el Paraíso, que puede ser abierto sólo para los guerreros santos“.
En otro discurso, pronunciado en una escuela
teológica en 1979, Jomeini habla de la necesidad de liberar a la juventud iraní
de los casinos de juegos y otros antros de corrupción, pero parece menos interesado en la liberación de
ellos para el estudio de la teología que en liberarlos para la práctica de la
guerra. Por ejemplo,
“Queremos llevar
a nuestra juventud de los bares al campo de batalla.”
Y, unos párrafos más adelante:
“Queremos
liberar a nuestra juventud de la pipa del opio y poner ametralladoras en sus
manos. Queremos liberar a nuestros jóvenes de la pipa de opio y
enviarlos al campo de batalla”.
Y
lo hizo. Durante la guerra entre Irán e Irak, decenas de miles de niños entre las edades de doce
y diecisiete años fueron alentados por el gobierno para participar en ataques
de oleadas humanas contra las líneas iraquíes. Miles más “se ofrecieron como
voluntarios” para limpiar campos de minas con sus cuerpos.
LA MORAL SEXUAL IRANÍ
Algo
similar se puede decir de la actitud revolucionaria hacia la moralidad sexual. Jones hace una
comparación entre los conservadores católicos estadounidenses en los años
treinta, cuarenta y cincuenta y los “conservadores” iraníes que asolaron tanto
al Shah y la decadencia de Occidente.
Así como la Legión Católica de la Decencia
con su amenaza de boicot de los teatros logró restablecer un poco de la cordura
moral de las películas entre mediados de los años treinta y principios de los
sesenta, así también el pueblo iraní, en reconocimiento de los peligros de la
liberación sexual, “quemó sus
propios cines”.
Pero la revolución iraní no fue un intento de
restaurar los viejos buenos tiempos de la moral cristiana estadounidense de
alrededor de 1950, sino que fue un
intento de restaurar los viejos buenos tiempos de múltiples esposas y novias
niñas en Arabia alrededor del año 622 dC.
Si la revolución sexual de la década de 1960
legitimó una nueva ética sexual radical, la revolución iraní volvió a introducir una vieja ética sexual que era, a
su manera, igual de radical.
Bajo la regla de Jomeini, la
edad mínima para contraer matrimonio para las niñas se redujo a nueve años – no por casualidad, la misma
edad de Aisha cuando ella estaba casada con Mahoma. El propio Jomeini se
casó con una joven (de acuerdo a algunos informes) que tenía diez años en ese
momento y aconsejó a los padres dar a sus hijas antes de la menstruación:
“Hagan todo lo posible para asegurarse de que sus
hijas no vean su primera sangre en sus casas”.
Después de la muerte de Jomeini, la edad del
matrimonio se elevó, pero muchos legisladores iraníes quieren bajarla de nuevo
a nueve. Muhammad Ali Isfenani, presidente del Comité de Asuntos Jurídicos del
Parlamento iraní, llama a la edad mínima actual de trece años “no islámica”.
Más recientemente, los legisladores
iraníes aprobaron una medida que permite a los hombres casarse con sus hijas
adoptivas.
A las mujeres adultas no les va mucho mejor. Ellas están segregadas, y
necesariamente velan por sí mismas, están sujetas a frecuentes palizas, tienen derechos de custodia extremadamente
limitados y, en los casos de matrimonios polígamos, se ven obligadas a
compartir sus esposos con otras mujeres.
¿CÓMO ESTA NUEVA MORALIDAD HA
ESTADO FUNCIONANDO PARA LOS IRANÍES?
Un informe del 2005 de las Naciones Unidas encontró
que Irán tiene el mayor índice de
adicción a las drogas en el mundo. La prostitución es también un problema
importante, y también lo es el suicidio. Según Ibn Warraq:
“La tasa de
enfermedad mental es muy alta entre las mujeres, al igual que la tasa de
suicidios. En Ilam, una provincia occidental de Irán, por ejemplo,
alrededor del 70 por ciento de los suicidios que son reportados son de mujeres,
la mayoría de ellas entre diecisiete y treinta y cinco años de edad. Según la
Organización Mundial de la Salud, Irán tiene la tercera tasa más alta de
suicidios en el mundo”.
Muchos
han sugerido que este deterioro social es un resultado directo de la moralidad
islámica forzada. En su libro, Cómo mueren las Civilizaciones,
David P. Goldman señala que:
“Irán sufre de una erupción de
patologías sociales como la drogadicción y la prostitución en una escala mucho
peor que cualquier cosa observada en Occidente. Parece que la teocracia
islámica promueve más que reprime la decadencia social.”
Por otra parte, una serie de escritores musulmanes
y ex musulmanes incluyendo Tawfik Hamid, Wafa Sultan, Nonie Darwish, Ibn
Warraq, y Ayaan Hirsi Ali sostienen que la violencia y el terror islámico
tienen sus raíces en la dinámica familiar islámica. Según sus ideas, el patrón institucionalizado de dominación
masculina dura y la sumisión femenina causa estragos en el mundo en general.
COSAS DIFERENTES QUE PUEDEN
PARECER IGUAL A PRIMERA VISTA
La moral sexual islámica puede aparecer en la
superficie similar a la moral sexual católica, pero en una inspección más
cercana, es en muchos sentidos la
imagen espejo de la visión mecanicista del sexo del Occidente secular.
En Irán, como dice Jones, el sexo puede haber sido
puesto de nuevo en la esfera privada, pero lo que sucede en esa esfera privada está fuertemente controlado
por la cultura islámica.
En esa cultura, es común pensar
en las mujeres como objetos sexuales para ser confinados y controlados.
En esa cultura, no existe el requisito
de exclusividad sexual por parte de los hombres, sino que instituciones como la
poligamia, el divorcio fácil, y “matrimonios temporales” consagran el
derecho del hombre a la variedad sexual.
Por otra parte, en esa cultura, la explotación sexual de los niños es sin
duda mucho peor que en la nuestra. En nuestra cultura, esta explotación
toma su espacio en gran medida en el nivel de la publicidad y el
entretenimiento, en Irán, se manifiesta en la institución – que destruye el
alma -: el matrimonio infantil.
Jones tiene razón acerca de
los efectos destructivos de la revolución sexual, pero se equivoca al creer que
lo que está sucediendo en Irán es algún tipo de antídoto para ello.
UN EJEMPLO: COMO ESTA
FUNCIONANDO LA SEXUALIDAD EN LA JIHAD
La actual expansión musulmana que vive el mundo a
través de la jihad – la más o menos pacífica y la violenta de los terroristas
-, permite ver que la espiritualidad no
es una variable central de la religión musulmana sino la carnalidad; y
que algunas cosas que originalmente están prohibidas por la moral musulmana se
levantan en razón de lograr la supremacía política islamista.
El Corán describe el Paraíso
como un espacio y tiempo sin fin al que los musulmanes acceden mediante la
guerra santa (jihad). Y en ese tiempo sin fin los devotos musulmanes estarán
practicando sexo continuamente con multitudes de mujeres vírgenes.
El clérigo saudita Muhammad Ali Shanqiti ha
calculado, basándose en el Corán, que cada
musulmán podrá disfrutar de la compañía sexual de hasta 19.604 mujeres en el
Paraíso.
MEMRI
ha traducido del árabe al español la conferencia que el clérigo saudita Muhammad Ali
Shanqiti.
El Dr. Muhammad Ali Al-Shanqiti es el Imam de la
mezquita Al-Ahmady en Yeddah. Al-Shanqiti quien nació en Nouakchott en 1970,
recibió su grado en humanidades en la Universidad de Al-Madina en Arabia
Saudita. Según su portal alshanqeety.com, Al-Shanqiti obtuvo tanto su maestría y doctorado en la Universidad de
Columbus en los Estados Unidos.
Muhammad Ali Shanqiti dice que:
Todo musulmán tiene al menos
dos vírgenes de ojos negros en el Paraíso. Cada virgen posee 70 chicas que le
sirven. A usted se le permite [tener relaciones sexuales]
con las vírgenes, así como también con las chicas sirvientas. Por cada mujer de
este mundo que entra en el Paraíso, uno obtiene 70 vírgenes de ojos negros.
Si
usted se casa en este mundo, entonces [en el Paraíso], usted dispone de la
esposa de este mundo, junto con 70 vírgenes de ojos negros con las que se le
permite tener relaciones sexuales, y cada una de estas 70 vírgenes dispone de
70 chicas sirvientas.
¿Entonces con que cantidad de mujeres uno dispone?
Ese es el mínimo.
Ahora, supongamos que usted está casado con cuatro
esposas, cada una de los cuales dispone de 70 vírgenes de ojos negros, y cada
virgen dispone de 70 chicas sirvientas… ¿Cuánto suma el total al qué hemos
llegado? Alá te ayude.
Su reunión con su esposa tiene una duración de 70
años terrenales. Cuando los 70 años están a punto de finalizar, otra virgen de
ojos negros le llama desde arriba: “¿Oh siervo de Alá, no obtenemos parte de
ti?”
Te vuelves hacia ella, y ves que es más hermosa que
la mujer con quien estás. Le preguntas: “¿Quién eres?” y ella dice: “Soy tu
virgen en el Paraíso. Alá te habló sobre mí, diciendo: ´Hay más de ellas con
nosotros. Yo soy una de ellas”.
La dejas y pasas a la siguiente. Alá te ayude…
Pasas 70 años o menos con ella, y luego viene la
tercera, diciendo: “¿Oh siervo de Alá, no me queda parte de ti?” Tú la ves a
ella, y ella es aún más hermosa que con la que estás”.
De
hecho, estas prédicas de los clérigos magnificando el deseo sexual terminan por
promocionarlo, y es en parte responsable de los problemas que suceden en países
occidentales con violaciones de mujeres. Para informarse sobre esto ver aquí
y aquí.
VIOLACIÓN DE MUJERES EN NOMBRE
DE LA JIHAD
Durante un discurso ante la Asamblea Nacional
Constituyente, el ministro del Interior tunecino Lotfi Bin Jeddo anunció que las niñas tunecinas que habían viajado a
Siria para llevar a cabo el “sexo jihad” habían regresado después de
haber sido sexualmente
“intercambiadas entre 20, 30 y
100 rebeldes y volvieron con el fruto de los contactos sexuales [embarazos y
enfermedades] en nombre de la jihad sexual y estamos en silencio sin hacer
nada”
Varias
entrevistas con mujeres tunecinas que fueron al sexo jihad testimonian más de
la veracidad de este fenómeno. Por ejemplo, Lamia de 19 años de edad, a su
regreso, confesó que tuvo sexo con un sinnúmero de hombres, incluyendo
paquistaníes, afganos, libios, tunecinos, saudíes, iraquíes, somalíes y un
yemení, todo en el contexto del “sexo jihad”, y que ella y muchas otras
mujeres fueron abusadas, golpeadas y obligadas a hacer cosas “que
contradicen la noción del valor humano”. Ahora, de vuelta en Túnez, Lamia
ha ido a un médico encontraando que está
embarazada de cinco meses. Tanto ella como su feto llevan el virus del sida
(leer toda su
historia).
Otras
mujeres entrevistadas han contado cómo fueron “engañadas”, o cómo sus maridos
(siendo una de las cuatro esposas) se divorciaron y las enviaron a Siria para
el sexo jihad, con garantías del paraíso en la otra vida. Una joven de
16 años de edad, explica cómo su padre le ordenó tener relaciones sexuales con
varias jihadista “libertadores”.
Sin embargo las
mujeres musulmanas que se prostituyen están considerando una jihad legítima
porque estas mujeres están haciendo sacrificios, su castidad, su dignidad, con
el fin de ayudar a los jihadistas, que están aparentemente sexualmente
frustrados, a centrarse más en la guerra para potenciar el Islam en Siria.
Y
en la prostitución se les promete el pago, aunque en la otra vida.
El Corán declara que
Alá ha comprado a los creyentes sus personas [sus]
cuerpos y sus bienes, porque de ellos (a cambio) es el jardín (del Paraíso):
ellos pelean por su causa, y matar, y son muertos (Yusuf Ali trans
9:111).
En cualquier caso, mientras que las noticias de que
las niñas musulmanas en hijabs se prostituyen en el nombre del Islam puede ser
instintivamente rechazado como un “engaño”, el hecho es que los clérigos islámicos regularmente emiten
fatwas permitiendo lo prohibido.
El criterio fundamental es que ayudan a la jihad
para potenciar al Islam.
LA JIHAD ES OBLIGATORIA ASÍ
COMO CUALQUIER COSA QUE LA POTENCIE
La jihad es lo primero, porque
es el pináculo del Islam, y si el pináculo del Islam sólo puede lograrse a
través de la prostitución o la sodomía, entonces no hay nada malo en ello. Por
la regla general, la jurisprudencia [islámica] afirma que “la necesidad hace
admisible la prohibición.”
Y si las cosas obligatorias sólo pueden alcanzarse
mediante la realización de lo prohibido, a continuación, se convierte en obligatorio realizar lo
prohibido, y no hay mayor deber que jihad.
En resumen, primero, la jihad es la “cúspide” del
Islam, ya que hace Islam supremo, y en segundo lugar, la idea de que “la necesidad hace admisible lo prohibido.”
De ahí las muchas aparentes contradicciones en el
Islam: las mujeres musulmanas castamente deben cubrirse de la cabeza a los
pies, sin embargo, en el servicio de la jihad, se les permite prostituir sus cuerpos. La sodomía está prohibida, pero se
permite como una manera de matar infieles y / o apóstatas. Mentir está prohibido, pero es
permitido para potenciar al Islam. El suicidio
está prohibido, pero es permitido durante la jihad, cuando se le llama
“martirio.” Matar
intencionalmente mujeres y niños está prohibido, pero es permitido durante una
redada de la jihad islámica.
FUENTES:
- http://www.raymondibrahim.com/
- http://www.culturewars.com/
- http://www.amazon.com/Culture-Jihad-Tehran-Michael-Jones-ebook/dp/B00BUV1Q88
- http://es.wikipedia.org/wiki/Ruhollah_Jomeini
- http://es.wikipedia.org/wiki/Ibn_Warraq
- http://www.memritv.org/clip/en/3985.htm
- http://forosdelavirgen.org/43685/bandas-musulmanas-violan-ninas-en-gran-bretana-2012-05-23/
- http://forosdelavirgen.org/66663/jihad-de-violaciones-de-ninas-en-gran-bretana-por-bandas-de-pedofilos-musulmanes-2013-07-15/
- http://www.raymondibrahim.com/from-the-arab-world/aids-and-pregnant-tunisian-girl-recounts-her-sex-jihad-in-syria/
Foros de la Virgen María
No hay comentarios:
Publicar un comentario