La profecía de Magdalene
Porsat.
Por primera vez para un sitio
web en español presentamos las profecías de Magdalene Porsat para que
disciernas.
Esta profecía se basa en la
interpretación de las Tres Eras de la Humanidad, que serían (según algunos
teólogos):
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– Primera Era de la humanidad: El tiempo de Dios Padre (el Antiguo Testamento), que comienza con la creación de Adán y termina con el diluvio universal, o con el nacimiento de Cristo.
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– Segunda Era de la humanidad: El tiempo de Dios Hijo (Jesús – el Nuevo Testamento) que empieza con el nacimiento de Jesús.
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– Tercera Era de la humanidad: El tiempo de Dios Espíritu Santo y María. Durante este periodo muchos místicos también vaticinan sobre el pontificado de un papa seráfico y sobre un futuro gran monarca de Francia, quienes juntos conducirán a la gente de Dios fuera de la gran crisis de la Iglesia y del mundo.
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– Primera Era de la humanidad: El tiempo de Dios Padre (el Antiguo Testamento), que comienza con la creación de Adán y termina con el diluvio universal, o con el nacimiento de Cristo.
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– Segunda Era de la humanidad: El tiempo de Dios Hijo (Jesús – el Nuevo Testamento) que empieza con el nacimiento de Jesús.
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– Tercera Era de la humanidad: El tiempo de Dios Espíritu Santo y María. Durante este periodo muchos místicos también vaticinan sobre el pontificado de un papa seráfico y sobre un futuro gran monarca de Francia, quienes juntos conducirán a la gente de Dios fuera de la gran crisis de la Iglesia y del mundo.
QUIEN FUE MAGDALENE PORSAT
Magdalene
Porsat fue una sirvienta humilde e iletrada. Trabajó por 50 años en la casa de una familia de
apellido Labbe, en el pueblo de San Juan de Bournay, en Isere, Francia.
En
el año 1843 ella empezó a recibir mensajes y visiones celestiales. Uno de tales
eventos sucedió concretamente en la capilla
del monasterio de las clarisas de Lyon, Francia; entonces ella declaró
haber escuchado una voz que le decía:
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“Levántate, hija mía, y cuéntale a mi pueblo de los tiempos finales.”
.
“Levántate, hija mía, y cuéntale a mi pueblo de los tiempos finales.”
Y Magdalene replicó:
“¿Cómo
haré yo esto si soy la más pobre e ignorante de pueblo?”
Y la voz celestial le contestó:
“Ve,
hija, que yo estoy contigo”.
Y así es que ella empezó a hablar sobre las
predicciones que le fueron reveladas.
En
mayo de 1866, el señor Gabriel Desiré Laverdant, uno de los editores del periódico francés “Memorial
Catholique” entrevisto a Porsat y registró muchas de sus profecías, las
mismas que él publicó más tarde ese mismo año en el periódico, acompañándolas
de algunos comentarios, y luego en 1868, con más detalles.
Dos de los libros de la sección ‘Referencias’
afirman que el señor Laverdant la entrevistó
por segunda vez en junio de 1869 y confirmó con ella, linea tras línea, la
profecía
que
les presentamos a continuación.
Luego,
en 1873, se publicó en inglés como parte del libro titulado “El Clarín
Cristiano” de Gaudentius Rossi, un sacerdote misionero, con permiso de su Superior.
Glen
Dallaire,
editor
de Mistics of the Church, investigando sobre si Magdalene era monja o no, cree
que es probable que por haberse encontrado en la capilla del convento de las
Damas Pobres de Lyon, Francia, cuando tuvo la primera alocución sobre su misión
de divulgar esta profecía, tal vez alguien
asumiera que ella era una Dama Pobre (Clarisa) y que a partir de ahí surgiera la mala interpretación.
También es posible que ella estuviese ligada a la Tercera
Orden Franciscana como laica.
PROFECÍAS DE MAGDALENE PORSAT
SOBRE LA ERA DEL ESPÍRITU SANTO Y MARÍA
EL VATICINIO DE LA TERCERA
ERA, LA DEL ESPÍRITU SANTO Y MARÍA
Escuchen,
hijos, lo que María nuestra Madre me manda anunciarles:
Después que el Padre que nos creó a fin de que lo
conozcamos, amemos y sirvamos, y después del Hijo que nos salvó, ved ahora que
para consolarnos el Padre y el Hijo nos
están enviando al Espíritu Triunfante y a María, su Esposa. ¡Este es un milagro
grandioso!
María viene del cielo,
acompañada por una legión de ángeles; los elegidos que moran la Tierra deben
fervorosamente ponerse en pie para ir adelante al encuentro a los mensajeros de
Dios.
¡He
aquí los Ejércitos del Señor!, muchas santas mujeres pero solo unos cuantos santos
Juanes… ¡He aquí las armas de Dios!, ni pistolas ni mosquetes, ni mazos ni
cachiporras, ni palancas ni proyectiles, ningún perro guardián, ninguna fuerza
material y ningún medio humano. ¡Nuevos medios para nuevos tiempos!.
Hoy se cumplen veintiséis años de que yo les
anunciara lo que son las siete
crisis, las siete heridas y dolores de María que habrían de preceder su triunfo
y nuestra sanación; tales son:
1 – La inclemencia de las
estaciones y el clima
2 – Las enfermedades de animales y plantas
3 – El cólera enfermando a los hombres
4 – Las revoluciones
5 – Las guerras
6 – La debacle o bancarrota mundial
7 – La confusion
2 – Las enfermedades de animales y plantas
3 – El cólera enfermando a los hombres
4 – Las revoluciones
5 – Las guerras
6 – La debacle o bancarrota mundial
7 – La confusion
LAS SEXTA Y SÉPTIMA CRISIS DE
LA HUMANIDAD: EL COLAPSO DEL COMERCIO Y LA SUBSIGUIENTE CONFUSIÓN
Las
plagas precedentes han sido moderadas por la intercesión de María, la que
detuvo el brazo (castigador) de su Hijo, Jesús.
Vean ahora la
sexta calamidad, la crisis comercial.
El comercio va hacia su ruina, porque su eje, la confianza, será destrozada. No habrá espacio entre las crisis sexta y
séptima, el paso de una a otra será rápido.
El año 1789 alteró solamente a Francia (la
Revolución Francesa); aquello que está
por llegar provocará la revolución del mundo entero.
La
séptima crisis habrá de ser una confusión extrema, pero terminará con un
nacimiento.
Los hombres habrán de creer que todo está perdido y
acabado. Una turbulencia y contratiempos inmensos discurrirán sobre el mar
embravecido; cualquiera que no esté en la
barca de Pedro será engullido por él; la barca sube y baja, va para acá y para allá. (Aquí
Madeleine mueve las manos simulando una nave agitada por el embate de las
olas.)
¡Pedro, ten confianza! El
Arca dejará atrás la tormenta y se dará una calma.
Pio
IX es el último Papa de la Iglesia oprimida. Cruz de la cruz, tanto para su pesar como para su
gozo. (Gabriel Desiré Laverdant reporta que cierto individuo, habiendo
señalado una falta a Madeleine por haber dicho que Pio IX sería el último papa
bajo la opresión, ella replicó que Pio IX era el último papa de una época. Este
escritor no está seguro de cómo se justifica esta parte de la profecía sino
diciendo que Madeleine malinterpretó esta parte de la revelación que se le
hizo.)
Después
de él vendrá la liberación; Lumen in Caelo, luz en el Cielo; se trata del ojo de María.
En la Iglesia, cada uno
pensará que todo está perdido; María llega.
He
ahí que hay confusión, confusión aun en el santuario y entre los sacerdotes; sin embargo, son los sacerdotes católicos a quienes se tendrá
que acudir por confesión y bendición. María es poderosa pero ella no puede
otorgarnos la absolución, que es la función de los sacerdotes.
UNA ILUMINACIÓN DE LA
CONCIENCIA A TRAVÉS DE MARÍA
María revelará a cada persona
sus pecados personales –la iluminación de la conciencia.
Muchos de los primeros serán los últimos. Los niños, por carecer de maldad, serán los
primeros en escuchar y ver a la Inmaculada Madre; ellos le abrirán camino a María.
Luego
vendrán los hombres y mujeres religiosos y santos. Después la gente de bien, ricos y pobres,
todas aquellas personas de bien entrarán: todo es posible en Dios.
María viene y le abre para cada uno o una el libro de su conciencia. (Aquí Madeleine
forma con las manos un libro que se abre frente al público.)
Por tanto, el
libro no está abierto a todo el mundo, abierto para que todos los ojos lo vean: eso está
reservado para el Juicio Final; pero el libro se abre así: (Aquí ella abre
sus manos hacia su rostro)
Dios reserva la primera
apertura del libro de la conciencia personal a cada alma, ¡mediante la
intercesión de María, tierna Madre!
Ese
será un examen misterioso entre la Madre y sus hijos, no habrá ninguna herida
al auto-respeto.
Será
el confesionario de María, pero ¡qué humillación!, ¡qué horror el de los
pecados personales!, ¡qué remordimiento!, ¡qué angustia cuando ante la presencia
de la pureza de María que cada uno vea en su espejo su propia bajeza y cuántas
lágrimas de arrepentimiento para lavarlo todo!
¡Pobre satanás!, él cree que ha atado bien todo en
contra de Dios… pero no ha atado ahí a María; ¡ella
lo atrapará y aplastará su cabeza con su talón!
María, ¡oh, misterio!, María
viene al encuentro del hijo pródigo, nosotros somos ese hijo pródigo, toda la
humanidad, y ella dice: ‘¡acudan, yo los amo!, sin ustedes, sin su oportuna
falta ¿me hubieran llamado bienaventurada todas las generaciones?; yo les debo
mi gloria a ustedes, mis pobres hijos…’
Coloca un trozo de hierro en el fuego y saldrá de
él más purificado, así sucede con el alma en el
fuego del Cielo.
En
estos tiempos confesamos el mal, pero no lo sacamos de dentro; quebramos la
cizaña, pero no la arrancamos de raíz: retenemos la raíz del hombre viejo.
Ahora, María
Inmaculada desea que nosotros seamos purificados por entero para que así
nuestras obras se vuelvan puras.
Cuando los malvados vean a sus hijos elevados en la
gloria de María, ellos mismos darán los pasos necesarios para estar con sus
hijos y, a través de María, serán reconciliados con Dios; así Dios recogerá a todos en su gloria, aun a los
malvados.
¿Creen ustedes que María vendrá a destruir la obra
de su Hijo?
El Papa ocupa el puesto de Dios en la Tierra, lo
mismo cada obispo en su diócesis y cada cura párroco en su casa parroquial. He
aquí a la representante de Jesucristo, María, cuya imagen es
la de una madre buena y religiosa.
Acudan
a sus pastores escogidos por Dios, pero ¡ay!, ¡ay de los mercenarios que se
alinean con el mundo!
Fíjense en ese campo donde entre la cizaña y toda clase de trigo dañado
también se encuentran espigas buenas; esa es una metáfora de cómo la sociedad humana
está asentada sobre la perversidad.
¿Qué se habrá de hacer con ella?; no se permitirá
que perezcan las almas buenas; las espigas sanas son las almas buenas. ¡Bien!, María viene a ayudar con la cosecha de los elegidos
de la Tierra.
Un enorme suceso tendrá lugar
con el fin de aterrorizar a los perversos y convertirlos, por su propio bien. Después de
ello, María todopoderosa habrá de ayudar a todos los hombres para que se
transformen en el trigo bueno; todos deberán volverse Buenos.
Los
fariseos (las personas hipócritas) serán los últimos en ser convertidos; los grandes
pecadores llegarán antes que aquellos. Los
judíos
que
se negaron a recibir a Jesucristo cuando se humilló, lo reconocerán en la
gloriosa venida de María.
LA LLEGADA DE MARÍA Y SUS
PRECURSORES PARA CAMBIAR LA TIERRA
La paloma (la paz y la gracia de Dios a través de
María) viene a nosotros desde el Cielo, llevando sobre su pecho una cruz blanca, signo de reconciliación, y
blandiendo una espada de fuego, símbolo del amor.
Ella misma está sentada en un trono de puro oro con
la figura del arca de Noé, pues ella viene a
anunciar el final del diluvio de iniquidades. ¡Ea, ella viene, nuestra Madre!
La
Iglesia prepara todo para la gloriosa venida de María, la Iglesia le
prepara una guardia de honor para marchar delante de los ángeles, el arco de su
triunfo está casi completo y la hora ya
no está lejana.
¡Es María en persona!, pero
todavía ella tiene sus precursores – santos varones y apóstoles que curarán tanto las heridas del cuerpo como
los pecados del corazón; santas mujeres, imágenes de María, tendrán el poder de
obrar milagros. Tras ellos vendrá María para preparar el lugar de su Hijo en su
Iglesia Triunfante.
¡He aquí la Inmaculada Concepción del reino de Dios
que precede la venida de Jesucristo!, es la mansión
de Dios sobre la tierra, la que va a purificarse y estar lista para recibir al
Emanuel.
¡Jesucristo
no puede venir a este cuchitril del mundo!; es necesario que Dios envíe a su
Espíritu Santo para que renueve la faz de la Tierra mediante otra
creación, para tornarla una mansión valiosa para el Dios hecho hombre.
¡Atención!, después del fuego de la Tierra que
consumirá todo y no dejará piedra sin mover, !vean que seguirá el fuego de arriba que encenderá y transformará
todo!;
el
amor de Dios viene para envolver y transfigurar al mundo.
Yo
veo la Tierra casi nivelada, sus valles elevados y sus montañas abajadas; no hay
más que amables lomas y hermosas cañadas.
Puesto que soy como soy, no veo nada más frente a nosotros que unión y
fraternidad universal, y comunión; todos los hombres viviendo en amor recíproco, uno
ayudando a otro: todos ellos son felices.
Casi no hay cultivos a gran
escala, sólo pequeña agricultura con jardines y
encantadoras frutas y flores por doquier.
Con
María, toda la naturaleza es un jardín y por dondequiera hay perfume; todo sirve a la
gloria de Dios a través de María.
FUENTES:
- http://www.mysticsofthechurch.com/2015/07/the-prophecy-of-madeleine-porsat.html
- http://www.touteslespropheties.net/madeleine-porsat/
- http://forumarchedemarie.forumperso.com/t1357-prophetie-de-madeleine-porsat
- https://legrandreveil.wordpress.com/tag/inondations/
- http://www.eclipseofthechurch.com/Library/The
Christian Trumpet.pdf
- http://www.amazon.com/The-Christian-Trumpet-Gaudentius-Rossi/dp/145379185X
- https://books.google.com.uy/books?id=QdqrTb1QHPYC&dq=MADELEINE+PORSAT&pg=PA482&redir_esc=y#v=onepage&q=MADELEINE%20PORSAT&f=false
Colaboración de Víctor Alvarado
de Perú, “Por el favor de María, servidor de Cristo”
Foros de la Virgen María
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