REDACCIÓN CENTRAL, 03 Dic. 15 / 03:15 am (ACI).-“Me honro en ser Madre compasiva de todos ustedes… estaré siempre dispuesta a escuchar su llanto, su tristeza, para purificar, para curar todas sus diferentes miserias, sus penas, sus dolores”, dijo la Virgen de Guadalupe a San Juan Diego la primera vez que se apareció en el Tepeyac (México).
Cercanos a la Fiesta de la Patrona de América, aquí una novena para
pedirle a la Virgen de Guadalupe que interceda ante Dios por todas nuestras
necesidades.
ACTO DE CONTRICIÓN
"Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre
verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, y porque os amo
sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido. Propongo
enmendarme y confesarme a su tiempo y ofrezco cuanto hiciere en satisfacción de
mis pecados, y confío por vuestra bondad y misericordia infinita, que me
perdonaréis y me daréis gracia para nunca más pecar. Así lo espero por
intercesión de mi Madre, nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. Amén".
Primer
Día
"¡Oh Santísima Señora de Guadalupe! Esa
corona con que ciñes tus sagradas sienes publica que eres Reina del Universo.
Lo eres, Señora, pues como Hija, como Madre y como Esposa del Altísimo tienes
absoluto poder y justísimo derecho sobre todas las criaturas.
Siendo esto así, yo también soy tuyo; también
pertenezco a ti por mil títulos; pero no me contento con ser tuyo por tan alta
jurisdicción que tienes sobre todos; quiero ser tuyo por otro título más, esto
es, por elección de mi voluntad.
Ved que, aquí postrado delante del trono de tu
Majestad, te elijo por mi Reina y mi Señora, y con este motivo quiero doblar el
señorío y dominio que tienes sobre mí; quiero depender de ti y quiero que los
designios que tiene de mí la Providencia divina, pasen por tus manos.
Dispón de mí como te agrade; los sucesos y
lances de mi vida quiero que todos
corran por tu cuenta. Confío en tu benignidad, que todos se enderezarán al bien
de mi alma y honra y gloria de aquel Señor que tanto complace al mundo. Amén.
Se dicen las
intenciones de la novena y se reza un Padrenuestro, un Ave María y un Gloria.
Oración
de San Juan Pablo II a la Virgen
de Guadalupe
¡Oh Virgen Inmaculada Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a
todos los que solicitan tu amparo; escucha
la oración que con filial confianza te dirigimos, y preséntala ante tu Hijo Jesús, único Redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio
escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores,
te consagramos en este día todo nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos,
nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros
dolores. Da la paz, la justicia y la
prosperidad a nuestros pueblos; ya que
todo lo que tenemos y somos lo ponernos bajo tu cuidado, Señora y Madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia:
no nos sueltes de tu mano amorosa. Virgen de Guadalupe, Madre
de las Américas, te pedimos por todos los
obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a
Dios y a las almas. Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor
infunda hambre de santidad en todo el
Pueblo de Dios, y otorgue abundantes vocaciones
de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe y
celosos dispensadores de los misterios de Dios. Concede a nuestros hogares la
gracia de amar y de respetar la vida que comienza.
Con el mismo amor con el que concebiste en tu seno
la vida del Hijo de Dios. Virgen Santa María, Madre del Amor Hermoso, protege a
nuestras familias,
para que estén siempre muy unidas, y bendice la educación de nuestros hijos.
Esperanza nuestra, míranos con compasión, enséñanos a ir continuamente a Jesús y, si caemos, ayúdanos
a levantarnos, a volver a Él, mediante la confesión de
nuestras culpas y pecados en el sacramento
de la penitencia, que trae sosiego al
alma. Te suplicamos que nos concedas un
amor muy grande a todos los santos sacramentos
que son como las huellas que tu Hijo nos dejó en la tierra. Así, Madre Santísima, con la paz de Dios en la conciencia,
con nuestros corazones libres de mal y de odios,
podremos llevar a todos la verdadera alegría y la
verdadera paz, que vienen de tu Hijo,
nuestro Señor Jesucristo, que con Dios
Padre y con el Espíritu Santo, vive y
reina por los siglos de los siglos. Amén.
- Primer Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Segundo Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Tercer Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Cuarto Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Quinto Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Sexto Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Séptimo Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
- Octavo Día
de la Novena a la Virgen de Guadalupe
Foros de la Virgen María
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