REDACCIÓN CENTRAL, 28 Dic. 15 / 12:01 am (ACI).-“Todavía no
hablan, y ya confiesan a Cristo. Todavía no pueden entablar batalla valiéndose
de sus propios miembros, y ya consiguen la palma de la victoria”, dijo una vez
San Quodvultdeus al exhortar a los fieles sobre los Santos Inocentes, los niños
que murieron por Cristo y cuya fiesta se celebra el 28 de diciembre.
De acuerdo al relato de San Mateo, el rey Herodes mandó a matar en Belén
y sus alrededores a los niños menores de dos años, al verse burlado por los
Reyes Magos, quienes regresaron a sus países por otra ruta para no revelarle
dónde estaba el Mesías.
En el siglo IV se instituyó esta fiesta para venerar a estos niños que
murieron como mártires. La tradición oriental los recuerda el 29 de diciembre,
mientras que la latina, el 28.
Posteriormente, San Quodvultdeus, Padre de la Iglesia del Siglo V y
Obispo de Cartago (norte de África), dio un sermón sobre este lamentable hecho.
“¿Qué temes, Herodes, al oír que ha nacido un
Rey? Él no ha venido para expulsarte a ti, sino para vencer al Maligno. Pero tú
no entiendes estas cosas, y por ello te turbas y te ensañas, y, para que no
escape el que buscas, te muestras cruel, dando muerte a tantos niños”, expresó.
Más adelante el Santo le señala al rey asesino:
“Matas el cuerpo de los niños, porque el temor te ha matado a ti el corazón.
Crees que, si consigues tu propósito, podrás vivir mucho tiempo, cuando
precisamente quieres matar a la misma Vida”.
“Los niños, sin saberlo, mueren por Cristo; los
padres hacen duelo por los mártires que mueren. Cristo ha hecho dignos testigos
suyos a los que todavía no podían hablar”, enfatizó San Quodvultdeus.
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