martes, 20 de octubre de 2015

¿QUÉ PUEDE HABER DE CIERTO EN LA PROFECÍA DE LOS TRES DÍAS DE OSCURIDAD?


Una profecía apocalíptica de cuño católico.

En los círculos proféticos hay una noción extendida especialmente desde los años 80, en que trascendieron las profecías “secretas” de Medjugorje, que habrá una castigo final del cielo de tres días de oscuridad. Se especula que es parte del décimo secreto, leer aquí.

Hay muchas profecías de santos y videntes católicos sobre los tres días de oscuridad, podría ser un contagio de visiones negativas pasando de generación en generación, responder a visiones genuinas dadas desde el cielo, o hasta la siembra de terror del demonio para infundir pánico.

Lo cierto es que todas estas profecías están allí y no las podemos ignorar, aunque tampoco magnificar.

En general tienen en común que se trata de una causa espiritual, la maldad, que se revierte sobre el medio físico y produce la oscuridad y los desastres. Tan espiritual es que muchos dicen que no afectará a los ‘marcados por Dios’, a los que estén en gracia. Y los efectos negativas se asocian a hordas de demonios asolando el planeta y aniquilando hombres.

Naturalmente este es un material para discernir, mas no para angustiarse, porque las profecías dicen que esto no te llegará si estas en gracia de Dios.

Recomendamos ampliar todo esto leyendo:


APARECE EN LA BIBLIA

La noción tiene una base bíblica. El libro del Éxodo la menciona como una de las famosas plagas (castigo):

El Señor dijo a Moisés: “Extiende tu mano hacia el cielo, para que Egipto se cubra de una oscuridad tan densa que se pueda palpar“.
Moisés extendió su mano hacia el cielo, y una profunda oscuridad cubrió todo el territorio de Egipto durante tres días.
Todo ese tiempo estuvieron sin verse unos a otros y sin que nadie pudiera moverse de su sitio. Pero en las viviendas de los israelitas había luz”.
(Ex. 10, 21-23).

Por tanto, existe un fundamento bíblico para dicha noción; pero ¿podría ocurrir algo así en la actualidad?, y si tal cosa se diera ¿cómo se daría? ¿Cuándo empezó la noción moderna de aquello?, ¿le podemos otorgar mucha credibilidad? ¿Qué es lo que dicen las nociones actuales acerca de esa “oscuridad”?

LA MENCIONES MÁS NOTORIAS

Santa Hildegarda Bingen fue quizás la primera en señalar los “tres días de oscuridad”.

Ella murió allá por 1179 y reportó haber visto un momento del futuro en el que un “gran viento proveniente del norte” cubriría la Tierra con “la polvareda más pesada y la niebla más densa” por lo que todo quedaría a oscuras; ello ocurriría antes de la llegada de un cometa, declaró la santa. Tener presente esto para más adelante.

Durante todo el siglo XIX la aterradora noción de un cataclismo planetario alzó vuelo, siendo mencionada por místicos muy conocidos como Gaspar del Búffalo (a principios del siglo).

Y la beata Anna Maria Taigi dijo:

Dios enviará dos castigos, uno se dará en la forma de guerras, revoluciones y otros males, castigo que se originará en la Tierra. El otro castigo vendrá del cielo; se cernirá sobre toda la Tierra una oscuridad intensa que durará tres días con sus noches; no se podrá ver nada y el aire se cargará de pestilencia, la que se atribuirá a los enemigos de la religión, pero no solamente a ellos.”

La beata Taigi también vivió en el siglo XIX y murió el mismo año que Búffalo: 1837.

Según ciertos registros, Taigi había añadido que el aire será infectado por demonios que aparecerán bajo toda clase de formas engañosas”.

Ella había dicho que durante esos tres días la gente tendría que permanecer en sus casas, rezar el rosario e implorar la misericordia de Dios.

Otros místicos como Palma María d’Oria, fallecida en 1863, añadió que:

“la atmósfera será infestada por innumerables demonios que provocarán la muerte de enormes multitudes de impíos y hombres malvados. Las velas benditas, sólo ellas, podrán proporcionar luz y preservarán a los católicos fieles de la inminente y cruenta calamidad.”

Hay que considerar que los siglos XVII y XVIII fueron una época de monjas místicas que reportaron profecías similarmente siniestras en los albores de la Revolución Francesa (la que aun ahora continúa).

En 1816 la beata italiana Elisabetta Canori-Mora visionó un tiempo en que toda la naturaleza convulsionaba, el mundo perdía su ordenamiento normal y se colmaba de las calamidades más terribles que pudiera imaginarse; esto será algo tan lamentoso y atroz que precipitará al mundo a las profundidades máximas de la desolación.”

Ella vio que, “el cielo (se tornaría) de un color azul mórbido que aterrorizaba a quien lo veía. Un viento oscuro soplaba por todo sitio; un griterío desapasionado pero lamentoso llenaba el aire, tal y como el terrible rugido de un león feroz y resonaba sobre toda la superficie de la tierra con ecos que helaban la sangre. Todos los hombres y los animales se llenaban de terror; el mundo entero convulsionaba y unos a otros se asesinaban sin piedad…”

LOS DEMONIOS QUEDARÍAN SUELTOS.

Aquí vemos cómo la profecía de Palma María d’Oria, construida en base a profecías anteriorescomo las predicciones sobre la oscuridad – seguiría vigente en las subsecuentes décadas.

Otros videntes como: Rosa-Colomba Asdente (fallecida en 1847) y Maria Valtorta en Italia, Elena Aiello y el padre Nectou en Bélgica, el padre Lamy de Francia, Marie Baourdi y Marie Martel y la vidente de Akita (Japón), la hermana Agnes Katsuko Sasagawa, han dicho cosas familiares.

LO MÁS RECIENTE

María Valtorta, que murió en 1961, proclamaba: Habrá un castigo, uno terrible. El ojo de Dios escogerá a los destinados (a salvarse) retirándoles las ‘luces’ de modo que ya no tengan que sufrir por la niebla provocada por la gente que esté unida a Satanás…”

También dijo la beata Elena Aiello (que también falleció en 1961) que el castigo de los malvados

no será lento; habrá un día excesivamente atroz, la Tierra temblará con tal violencia que espantará a toda la humanidad; y así perecerán los malvados, de acuerdo con la inexorable severidad de la Justicia Divina. Si te es posible, publica este mensaje por todo el mundo y exhorta a las gentes a hacer penitencia y a regresar inmediatamente a Dios.”

El asombroso tercer secreto de Fátima incluye las palabras “penitencia, penitencia, penitencia” exactamente las tres palabras de un mensaje al padre Lamy que murió en 1931 (mucho antes de que fuese revelado dicho secreto).

La vidente (de Fátima) Lucía dos Santos dijo que el secreto incluía a un ángel que tocaba el “eje” de la Tierra.

En La Salette (Francia), Nuestra Señora habló, en opinión de muchos, acerca de que el planeta sufriría convulsiones; esta palabra – “convulsiones” – está presente en otros sitios relacionado a los tres días de oscuridad.

Mientras tanto, en 1954, Elena Aiello describió una visión de la Bienaventurada Madre, diciendo que:

“Nubes con relampagueantes destellos de fuego y una tempestad de fuego caerán sobre el mundo. Esta plaga terrible, jamás antes vista en la historia de la humanidad, durará setentaidós horas.
Las personas sin Dios serán impactadas y borradas. Serán muchos los que se pierdan por permanecer obstinadamente en el pecado. Entonces se verá el poder de la luz sobre el poder de las tinieblas… Se necesita oración y penitencia porque los hombres tienen que volver a Dios y a mi Inmaculado Corazón – el mediador entre los hombres y Dios, y así al menos parte del mundo se salvará.”

¿Realmente se trata de la Bienaventurada Madre?… ¿o son apreciaciones personales y apenas una metáfora sobre la maldad que de hecho vemos cubrir la Tierra?

Una cosa cierta es que las predicciones son estremecedoras y dadas por mujeres y hombres muy dados a la oración (en algunos casos viviendo en clausura).

La profecía más severa, pavorosa y detallada de los “tres días de oscuridad” parece venir de la estigmatizada Marie Julie Jahenny (fallecida en 1941, durante la Segunda Guerra Mundial).

Ella visionó la parte final de una gran tribulación que ocurría en tres partes: la primera extensa y dolorosa, la segunda algo más breve pero más formidable y siniestra, y la tercera donde casi todo parecía perdido.

No obstante ello, Jahenny dijo, al hablar allá en los años 1880s – dos décadas antes de la predicción que acabo de citar y que fue de 1904 – sobre los tres días de oscuridad, que el suceso ocurriría un jueves, viernes y sábado, tres días menos una noche.

“La Tierra quedará cubierta por las tinieblas” – proclamó ella el 20 de setiembre de 1882, citando a María – “y el Infierno será liberado sobre la faz de la Tierra; los truenos y relámpagos harán que quienes no crean ni confíen en mi poder mueran de pavor.
Durante aquellos tres días de espantosa oscuridad ninguna ventana deberá ser abierta, porque nadie será capaz de ver la Tierra y el color terrible que tomará en aquellos días sin morir al instante… El cielo se volverá de fuego y la Tierra se partirá… Durante esos tres días de oscuridad que se enciendan velas benditas en todo lugar, ninguna otra luz brillará…”

Nadie que no se haya guarecido sobrevivirá. La Tierra se sacudirá como en el Juicio y el miedo será enorme. Sí, escucharemos las súplicas de tus amigos, ninguno de ellos perecerá.”

“La vela de cera bendita, ella únicamente, proporcionará luz durante aquella oscuridad horrible. Una sola vela alcanzará para lo que dure esa noche infernal… En los hogares de los malvados y blasfemos las velas benditas no darán luz…”

Jahenny citó a Nuestra Señora diciendo:

Durante aquella oscuridad los demonios y los perversos tomarán las formas más engañosas… nubes teñidas de rojo como la sangre se moverán en el cielo. El impacto de los truenos sacudirá la Tierra y relámpagos siniestros se dibujarán en los cielos fuera de su estación.
La Tierra será sacudida hasta las entrañas. Los mares se elevarán y sus olas rugientes se esparcirán por todos los continentes… Durante ese tiempo los malvados cometerán toda clase de horrores”.

¡UNA LIBERACIÓN DEL INFIERNO!

Fíjense en las similitudes. Ahí está la mención de las velas, tanto por Jahenny como por Palma María d’Oria; está la descripción – ahora por Jahenny y Aiello – de la Tierra temblando.

Cuando escuchamos el relato de la Tierra temblando, eso nos remite al tercer secreto de Fátima y a la espada llameante del ángel a punto de tocar la Tierra y a esta idea de que algo tiene que ver con el eje del planeta.

¿Será real o una metáfora? ¿Es sólo en la imaginación de monjas y otros devotos que armaron sus profecías basados en otras anteriores, tal y como una bola de nieve que va cayendo y (creciendo) cuesta abajo? ¿Fue todo aquello una reacción ante los revolucionarios franceses que profanaron los templos?, ¿Una reacción al establecimiento del nazismo y del comunismo – durante el siglo XX?

¿Puede alguno negar que la sociedad está pasando por una crisis moral como esas: borrando los géneros y desacralizando el matrimonio, abortando a los niños y permitiendo la eutanasia, revolcándose en entretenimientos lujuriosos de todo tipo y desarrollando la codicia, haciendo del ocultismo su religión y rechazando la noción de un Dios real?.

¿Puede alguien negar que quizás sea verdad que los demonios serán liberados en proporción correspondiente a nuestra propia oscuridad?

Es peculiar que la predicción de Jahenny sobre la oscuridad apareció justo cerca a la fecha en que el papa León XIII supuestamente tuvo una visión o locución en que Satanás reclamaba y se le concedía un tiempo para probar a la Iglesia. El Papa escribió la (conocida) oración al arcángel san Miguel justo después de aquello, y san Miguel arcángel aparece en varias profecías sobre la oscuridad, incluida la de Jahenny.

BASES FÍSICAS PARA LA OSCURIDAD

Se podría especular que la Tierra algún día podría pasar por el medio de una nube cósmica de una desapercibida materia oscura (sabemos que algo así existe allá en el espacio) o que un asteroide podría levantar suficiente polvo como para cubrir el Sol.

Puede llegar algo – quizás un cometa – con el fuego que se menciona. O, tal vez, un objeto cósmico sea precedido por una nube de polvo que oscurezca toda luz.

Se acuerdo con un informe de la NASA de 1992, `“fenómenos meteorológicos relacionados con una expulsión de objetos a alta velocidad podrían someter a plantas y animales a un calor abrasador por alrededor de media hora y darse luego una tormenta de fuego de amplitud continental; la ceniza expelida desde un enorme cráter causaría oscuridad diurna sobre toda la Tierra”.

Una revista de ciencia indica que la búsqueda de materia oscura empezó en los años 1930,

“cuando el astrofísico suizo Fritz Zwicky midió los movimientos de las galaxias y comprendió que aun habiendo contado todas las estrellas y el gas, algo parecía haber quedado fuera: descomunales conjuntos de materia no detectable empujando las galaxias a altas velocidades; él llamó a esto ‘dunkle materie (materia oscura).”

Y uno se puede preguntar si además de un cometa o asteroide podría haber un objeto en los dos grandes anillos de nuestro sistema solar, los anillos de Kulper y de Oort (que se extienden hasta muy lejos de nuestros planetas) capaces de albergar un objeto de las dimensiones de, digamos, Plutón o mayor.

Los astrónomos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de Pasadena, en California, dijeron que existen objetos así y que millones de asteroides de todo tamaño orbitan alrededor del Sol – la mayoría nunca detectados – ¡millones!

Existen asteroides o cometas de “larga data” que vienen cada pocos milenios o inclusive una vez por cada millón de años o más.

El anillo de Kulper acoge a tres reconocidos planetas enanos: Plutón, Haumea y Makemake; en tanto, el anillo de Oort orbita a medio camino de la estrella más cercana. En su interior pueden caber muchas sorpresas.

Sabemos que santa Faustina Kowalska en una premonición vio un signo en el cielo:

“Toda la luz del firmamento se apagará y habrá una gran oscuridad sobre la Tierra entera; podrá verse en el cielo el Signo de la Cruz…”

FUENTES:

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