Cuanto antes lleguemos a
nuestro hogar definitivo es mejor.
La lucha para escabullirse del
Purgatorio es quizás la más importante en la vida de un cristiano, y para ello
debe estar en purificación constante.
No se le puede mentir a Dios,
por eso nuestra purificación tiene que ser real y mientras tengamos oportunidad
en la Tierra.
Aquí presentamos doce puntos
que debes tener en cuenta para evitar un pasaje prolongado por el Purgatorio o
directamente evitarlo.
Lee
este artículo que podrás encontrar muchas sugerencias más: Una Joyita: Todo
lo que Hay que Saber sobre el Purgatorio y las Almas que están allí
¿PODEMOS EVITAR EL PURGATORIO?
LA RESPUESTA ES SÍ
Muchos
piensan que es prácticamente imposible al cristiano corriente a evitar el Purgatorio. Todos debemos ir allí
dicen.
Y hasta agregan “Sería bueno para nosotros si alguna vez llegamos
allí”, como queriendo decir que primer hay que zafar del infierno, que
es lo más difícil.
Como consecuencia de tales ideas fatalistas, muchos no
hacen ningún esfuerzo serio para evitar el Purgatorio, o incluso a para
disminuir el plazo que pueden tener que pasar allí.
Pero todos puedan acortar
notablemente su período de expiación en el Purgatorio e incluso evitar el
Purgatorio por completo.
El hecho que un gran número de almas caen en el Purgatorio y permanecen
allí durante largos años es simplemente porque nunca trabajaron en serio para evitarlo o nadie les
dijo como hacerlo.
Los medios que les proponemos son fáciles, prácticos y al alcance de
todos. Y por otra parte, lejos de ser molestos, su uso servirá para hacer nuestras vidas más
felices en la Tierra y te quitará el temor exagerado a la muerte que aterroriza a
muchos.
La razón por la que tenemos
que pasar por el Purgatorio después de la muerte es que hemos cometido pecados,
y no los hemos expiado. Cada pecado individual debe
ser expiado, en esta vida o en la próxima. Ni siquiera la más mínima sombra de
pecado o mal puede entrar en la santa presencia de Dios.
Cuanto
más grave y frecuentes son los pecados, más largo será el período de expiación y más intenso será el dolor.
Y no es culpa ni el deseo de Dios que vayamos al
purgatorio. La culpa es toda nuestra.
Porque hemos pecado y no hemos hecho expiación.
Incluso después de nuestro pecado, Dios, en su infinita bondad,
pone a nuestra disposición muchos medios sencillos y eficaces mediante los
cuales podemos ser perdonados.
La mayoría de los cristianos, por imprudencia, negligencia o
incomprensión de estos medios tiene que pagar sus deudas en la prisión del Purgatorio.
Acá daremos 12
consejos para evitar llegar a la situación de pecado. Pero si
pecamos, entonces lo debemos confesar a un sacerdote confesor y hacer
reparación por el pecado cometido.
12 CONSEJOS PARA EVITAR EL
PURGATORIO O ESTAR EL MENOR TIEMPO POSIBLE EN ÉL
1: PEDIR A DIOS
En cada oración que dices, cada Misa que
oyes, cada Comunión que recibes, toda buena obra que realices debe tener la intención expresar y de implorar a Dios que te conceda una
muerte santa y feliz y no haya purgatorio. Seguramente
Dios escuchará una oración dicha con tanta confianza y perseverancia. Vea aquí.
2: HACER LA VOLUTAD DE DIOS
Siempre
desear hacer la voluntad de Dios. Es en todos los sentidos lo mejor para ti. Cuando hagas o busques
cualquier cosa que no es la voluntad de Dios, date por seguro que va a a
sufrir. Decir, por lo tanto, con fervor cada vez que se recita el Padre
Nuestro haz incapié en “Hágase tu voluntad”.
3: SOPORTA
Acepta
todos los sufrimientos, penas, dolores y decepciones de la vida, ya sean grandes o pequeñas, la
mala salud, pérdida de bienes, la muerte de tus seres queridos, el calor o el
frío, la lluvia o el sol como proveniente de Dios.
Soportarlas con calma y paciencia por amor a Él y en penitencia por tus
pecados. Por supuesto, puedes utilizar todos sus esfuerzos para protegerte de
problemas y el dolor, pero cuando uno no puede evitarlos, sopórtalos con
paciencia. La impaciencia
y la revuelta hacen que los sufrimientos sean mucho mayores y más difíciles de
soportar.
4: ACEPTA TU PASIÓN
El acto más grande en la vida de Cristo fue su pasión. Él tenía una
pasión como cada uno de nosotros tiene una pasión. Nuestra pasión consiste en los sufrimientos y
trabajos de cada día.
Por lo tanto, vamos a hacer nuestro trabajo, aceptar sus decepciones y
dificultades y llevar nuestros dolores en unión con la Pasión de Cristo. Ganamos más mérito por un poco
de dolor que por años de placer.
5: PERDON/ CONFESIÓN
Perdona
todas las injurias y las ofensas como Dios nos perdona. Ir a la confesión. Este sacramento del perdón o
confesión hace más que “sólo” librarnos de nuestros pecados; nos da un enorme
aumento en la gracia santificante.
Ganamos para nosotros un lugar más alto en el cielo, con un aumento de
la unión con Dios. Cada vez que vamos a la confesión, somos preservados de
muchos peligros y desgracias que de otra manera nos habrían sobrevenido.
Una
confesión devota nos ayuda a escuchar las inspiraciones del Espíritu Santo, y
de escuchar y seguir el consejo de nuestros ángeles de la guarda.
6: EVITA LAS SITUACIONES DE
PECADO
Evita
los pecados mortales, pecados veniales deliberados y rompe los malos hábitos. Entonces será relativamente
fácil satisfacer la justicia de Dios por los pecados de la fragilidad.
Por encima de todo evita
los pecados contra la caridad y la castidad en pensamiento, palabra y acción, porque estos pecados son la razón por los que
muchas almas se encuentran detenidos en el Purgatorio por un largo tiempo.
7: CUÍDATE Y AYUDA
Haz
muchas pequeñas cosas, actos de bondad y caridad, da la limosna, no murmures o te quejes cuando
las cosas no son como las deseas, no te quejes de los demás, nunca te niegues a
hacer un favor a los demás cuando sea posible. Estos actos son una espléndida
penitencia.
8: TU PODER DIRIGIDO A LAS
ALMAS DEL PURGATORIO
Pon
todo tu poder para las Santas Almas del Purgatorio. Ora por ellas constantemente,
consigue que otros lo hagan, únete a asociaciones de amigos de las pobres almas
y piden a todos que hagan lo mismo. Las Santas Almas te lo pagarán
generosamente.
9: VISITA LOS SACRAMENTOS
No existe manera más poderosa de obtener de Dios una muerte más santa y
feliz que la confesión
semanal, la misa diaria y la comunión diaria.
Las misas pueden
ayudar, antes o después de la muerte para que alguien acelere su tiempo en el
Purgatorio.
10: VE A HABLAR CON JESÚS
SACRAMENTADO
Una
visita diaria al Santísimo Sacramento – aunque sólo sea por tres o cuatro minutos – es una manera fácil de
obtener la misma gracia.
Arrodíllate
en la presencia de Jesús con los ojos fijos en el Tabernáculo o Custodia, seguro de que él te
está mirando, a continuación, repita pequeñas oraciones como estas: Mi Jesús, Misericordia; Mi Jesús, ten piedad de mí, pecador;
Mi Jesús, te amo. Mi Jesús, dame una muerte feliz.
11: EL ESCAPULARIO CARMELITA
Inscríbete
y lleva el Escapulario de Nuestra Señora del Monte Carmelo. “Todo aquel que
muere vestido de este escapulario no sufrirá el fuego eterno.” Esta es la Promesa de la
Santísima Virgen María, hecha 16 de julio 1251 a San Simón Stock.
El
Privilegio Sabatino es la promesa de María para liberar del Purgatorio poco
después de la muerte a todos aquellos que:
1) lleven el escapulario marrón
2) observen la castidad según su estado de vida y
3) digan el Pequeño Oficio de la Santísima Virgen María todos los días.
1) lleven el escapulario marrón
2) observen la castidad según su estado de vida y
3) digan el Pequeño Oficio de la Santísima Virgen María todos los días.
Para
tener derecho a esta promesa escapular, uno debe estar inscrito en la familia
del Carmelo.
Esta es una
ceremonia simple que toma sólo un momento y puede ser realizada por cualquier
carmelita o sacerdote debidamente autorizado.
La
maternidad de María no se limita a los católicos. Se extiende a todos los
hombres. Muchos milagros de conversión se han obrado en favor de los no
católicos que han practicado la devoción al escapulario. Vea aquí.
PASO 12: USA AGUA BENDITA
El
agua bendita es un sacramental que remite el pecado venial. A causa de la bendición que se
le atribuye, la Santa Iglesia alienta encarecidamente su uso a sus hijos,
especialmente cuando el peligro amenaza, tales como incendios, tormentas,
enfermedades y otras calamidades.
Cada
hogar católico debe tener un suministro de agua bendita. Mantén tu alma
maravillosamente pura a los ojos de Dios al hacer la señal de la cruz mientras
dices: “Por esta agua bendita y por Tu Sangre
Preciosa, lava todos mis pecados y los pecados de los Pobres Almas del
Purgatorio, Señor.”
FUENTES:
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