martes, 18 de agosto de 2015

CONSEJO A LOS OBISPOS: LAS PREDICACIONES


Ayer se me ocurrió una idea que es fácil de hacer (=no cuesta dinero) y que podría tener efectos positivos en las parroquias. El obispo podría encargar a un grupo muy selecto de presbíteros la misión de encontrar los mejores predicadores de la diócesis. La selección podría durar mucho tiempo, no habría que precipitarse. No pasa nada si se emplea incluso un año. Después, se haría incluso una segunda selección y a los que se considerara los cuatro o cinco mejores predicadores se les encargaría que dieran unas charlas en el seminario y a los sacerdotes acerca de cómo mejorar los sermones que se dan en las iglesias.

En las reuniones diocesanas, se podría durante varios tres o cuatro meses dedicar una charla, una sola por reunión, a este tema. Sin duda despertaría el interés de los sacerdotes por preparar más y mejor las homilías.

Ahora bien, el gran problema es cómo seleccionar a los mejores predicadores. Creo que el mejor modo es que se establezca que en cada reunión de arciprestazgo, cada día, hará una pequeña predicación un sacerdote distinto, hasta que pasen todos. Después de escoger a dos por arciprestazgo por votación, se haría una segunda selección ya a nivel diocesano.

Todas las votaciones serían secretas y para no humillar a nadie ni para fomentar la vanagloria, los resultados sólo los conocería el arcipreste y el delegado de arciprestazgo. Sólo ellos harían el recuento y se lo pasarían al vicario general.

¿Qué ventaja vendría de esto? Excitar el celo en el clero por preparar mejor las homilías, concienciar de que en este tema se puede aprender de los otros y comenzar a pensar que quizá uno al hablar tiene defectos que no conoce.

Incluso aunque esta idea no se lleve a cabo en ninguna diócesis, algún cura puede sugerir que se haga esto a nivel de arciprestazgo. Buscar al mejor predicador y pedirle que de una o varias charlas sobre el tema. Si el arciprestazgo es muy pequeño, cada cura puede dar una pequeña charla con consejos acerca de cómo predicar. Algo así siempre será de beneficio para todos y de ellos se beneficiarán los feligreses.

P. FORTEA

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