lunes, 23 de marzo de 2015

LA PRIMERA PIEDRA


"Aquel de vosotros que esté libre de culpa, que lance la primera piedra." (Jn 8, 7)

Jesús acaba de llegar de orar en el monte. Fariseos y escribas le tienden una trampa. Ponen ante Él una mujer descubierta en adulterio. Según la ley de Moisés debe ser lapidad. Pero los romanos han prohibido a los judíos ejercer la pena de muerte. O se pone contra la Ley o desobedece a los romanos. Jesús escribe o dibuja en el suelo...y les devuelve el guante a ellos: "El que no tenga culpa, que empiece a lapidar". Todos se van.

¿Somos de los que llevamos las personas a Dios para que las condene, o llevamos a las personas a Dios para que experimenten su misericordia y su ternura? No perdonamos, porque no nos perdonamos. No perdonamos, porque no hemos experimentado el perdón y la ternura de Dios. Para ello, primero hemos de reconocer nuestras faltas.

(Por cierto, el hombre ¿dónde estaba?)

 

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