sábado, 21 de febrero de 2015

MISERICORDIA ENTRAÑABLE


Breve introducción al contenido de la Carta Pastoral de los Obispos de Pamplona-Tudela, Bilbao, Vitoria y San Sebastián con motivo de la Cuaresma

Por: Redaccion SIC | Fuente: www.agenciasic.com

Los obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria han elaborado una Carta Pastoral bajo el título “Misericordia entrañable” para el tiempo de Cuaresma y Pascua de 2015.

Mons. Francisco Pérez, Arzobispo de Pamplona y Obispo de Tudela; Mons. Mario Iceta, Obispo de Bilbao; Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de San Sebastián; Mons. Miguel Asurmendi, Obispo de Vitoria y Mons Juan Antonio Aznárez, Obispo Auxiliar de Pamplona y Tudela, firman esta Carta Pastoral conjunta que será presentada a las comunidades cristianas en las eucaristías hoy con motivo del Miércoles de Ceniza e inicio del tiempo de Cuaresma. Junto con la Carta, se han publicado unos materiales como apoyo para para profundizar tanto de manera personal como en grupo.

La Carta Pastoral comienza con una referencia a la exhortación apostólica del Papa Francisco Evangelii Gaudium (La Alegría del Evangelio) como programa pastoral para toda la Iglesia: “Nuestras Iglesias locales han acogido con entusiasmo este documento. Estamos trabajando en su recepción, reflexión y puesta en práctica” afirman los obispos.

“Misericordia entrañable” consta de cuatro capítulos. En el primero de ellos, Dios rico en misericordia los obispos presentan la misericordia como la característica propia de Dios. “Podemos percibir la profundidad del significado de la misericordia entrañable para la tradición bíblica como expresión del amor, la bondad, la fidelidad, la ternura, la paciencia y el perdón de Dios.

Se hace referencia a la Iglesia como hogar (templo) de misericordia, al igual que lo hizo el Papa Francisco, al referirse a la Iglesia como un hospital de campaña donde todos hemos sido alcanzados por la misericordia de Dios. El segundo capítulo, Iglesia en conversión pastoral y en salida, explica cómo es necesaria una conversión personal, en primer lugar, a través del encuentro personal con Cristo “que nos rescata de nuestra conciencia aislada y de la auto referencialidad”; y una conversión eclesial, pastoral y misionera, en la que toda la Iglesia está concernida, para ser fieles a la vocación y misión de la Iglesia.

El tercer capítulo, Ámbitos necesitados de misericordia, los obispos hacen referencia a algunos de los campos en los que la misericordia de Dios “exige ser anunciada y compartida”: la convivencia social, la familia, los pobres y excluidos, el sufrimiento y la enfermedad. Además, en relación con la inclusión social de los pobres y las causas que generan pobreza e injusticia, se hace una mención expresa a algunas cuestiones que posibilitan o impiden esta inclusión: la cultura dominante y el desafío de proponer el Evangelio como fermento de promoción de la dignidad humana; el mundo laboral, recordando la dignidad del trabajo como “bien antropológico fundamental”; el aliento de la iniciativa empresarial, la creación de empleo y las formas de autoempleo con una visión que responda a la responsabilidad social y distribución de bienes necesarios; la economía y las finanzas – con una referencia a la Carta Pastoral conjunta de Cuaresma Pascua 2013 “Una economía al servicio de las personas”; y la presencia de los cristianos en ámbitos de responsabilidad política y sindical o la influencia de los medios de comunicación social .

El cuarto y último capítulo Testigos y mensajeros, los obispos insisten en la importancia de la iniciación cristiana y la transmisión de la fe en las familias y comunidades cristianas, y animan en la misión de proclamar el Evangelio animando a no tener miedo “de adentrarnos en terrenos desconocidos ni de ofrecer la Palabra de vida a quienes no conocemos”.

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