domingo, 1 de febrero de 2015

LOS HABIRU O APIRU: ¿QUIÉNES ERAN?


 PRESENTACION

Los documentos descubiertos en Tell-el-Amarna, Egipto, la Antigua capital del faraón Akenatón o Amenophis IV de la dinastía XVIII (1374-1347 a. C,), mencionan con frecuencia a unos grupos conocidos con el nombre de ‘habiru’ o ‘apiru’.

Estos documentos forman parte de la correspondencia entre la corte egipcia y sus vasallos de Oriente Próximo, entre los que se encontraba el país de Canaán. Al parecer, algunas de las cartas llevan el nombre de Abdi-Hepa, rey de Urusalim, la actual Jerusalén, quien se lamenta de las incursiones de los habiru y pide ayuda a su soberano egipcio para que le defienda de las incursiones de los habiru.

LOS ‘APIRU’ O ‘HABIRU’

‘Habiru’ o ‘apiru’ fue el nombre dado por varias fuentes sumerias, egipcias, acadias, hititas, mitanias y ugaríticas a un grupo de gentes que vivían en las áreas de la Mesopotamia nororiental y el Creciente Fértil, tanto en Egipto como en Canaán y Persia, la actual Irán.

Dependiendo de la fuente y de la época, los habiru o apiru son descritos de varias formas, así como diferentes son las hipótesis sobre sus orígenes, aunque generalmente los han clasificado como grupos de nómadas o semi-nómadas, rebeldes, fuera de la ley, asaltantes, mercenarios, sirvientes o esclavos.

Los habiru o apiru también se han identificado como refugiados; es decir, gentes que atravesaban fronteras, aunque no se especifica la causa del desplazamiento, pero sí suponían una constante amenaza, no solamente para los mercaderes y otros viajeros, sino también para las comunidades más asentadas de la mencionada región.

En el Papiro de Brooklyn, fechado en el 450 a.C., dentro del reinado de Sobekhotep III se habla de un sirviente doméstico llamado Apiru-Rishpu, cuyo nombre aparece también en la tumba de Tutankhamon, en un vaso de vino dulce que lleva la inscripción del nombre del maestro vinicultor.

Hay otros muchos documentos e inscripciones en relación con los habiru o apiru a través de su origen hebreo, como es el caso de la estela de la Victoria de Merentaph, menciones en los templos de Soleb, Medinet Habu, Amara oeste y Aksha, o en los papiros de Kahun donde consta la lista del personal convocado para la fiesta de Sestrosis II, en donde aparecen los apiru o habiru contratados como sirvientes.

En la investigación contemporánea se habla del origen hurrita y amorreo de los habiru o apiru, y se les divide en dos grupos relacionados con su origen, ofreciendo la posibilidad de la formación de Israel, quienes forzaron la caída de las ciudades-estado de Canaán en los siglos XIII y XII a.C. y de aquellos que, huyendo de Egipto, asumieron la religión y el credo de Yahvé, siendo éste el nexo de unión, junto con el deseo de establecerse en aquella tierra y crear un arraigo, lo cual les llevaría a forjar alianzas de grupos, tribus o individuos convertidos a la fe de Yahvé, conformando así el llamado ‘pueblo proto-hebreo’, o anteriores a los hebreos.

LAS FUENTES

Los registros sumerios del reinado de Shulgi de Ur del 2,150 a.C. describen una clase de gente desharrapada que viaja en un silencio mortal que destruye todo a su paso y que pasan su tiempo en el campo sin observar los decretos del rey. Los apiru o habiru eran descritos como salteadores de caminos o ladrones de caminos.

Otro documento mesopotámico fechado en el 1,500 a.C. les describe como soldados o trabajadores organizados en bandas de varios tamaños, y formadas por mercenarios al servicio de ciudades-estado locales para la provisión de alimentos u ovejas.

Las fuentes cananeas indican que un número de las cartas de Amarna fechadas en el 1,300 a.C. y enviadas a los faraones Amenhotep III y Akenatón, mencionan su lamento por los ataques a que eran sometidos por los habiru o apiru, quienes luchaban en busca de provisiones y alojamiento.

Igualmente para los egipcios los habiru o apiru gozaban de la misma fama, hasta el punto de que el general Toth, en la época del faraón Tutmosis III (1,440 a.C.), pidió en algún momento que sus caballos fueran llevados al interior de la ciudad, no fuera que fuesen robados por algún apiru que pasara por allí.

Una estela del reinado del faraón Shety I (alrededor del 1,300 a.C.) dice que el faraón envió una expedición a Siria y Palestina, en respuesta a un ataque de los apiru del Monte Yarmuta sobre un pueblo local. Un número no especificado de apiru fueron capturados y llevados a Egipto como esclavos. Los obreros que Ramsés IV envió a las canteras de Uadi Hammamat incluían 5,000 soldados, 2,000 hombres ligados a los templos y 800 apiru. Esta es la última referencia clara que aparece en documentos egipcios.

CONCLUSION

Los habiru o apiru son más una designación social que étnica o tribal. El célebre escritor e historiador británico Paul Johnson, en su libro ‘Historia de los judíos’ escribe que en el antiguo contexto mesopotámico y egipcio, el término ‘habiru’ se aplicaba a las gentes no urbanas, difíciles y destructivas, que se desplazaban de lugar en lugar, sin tener hábitos regulares, y que desconcertaban e irritaban a las autoridades mesopotámicas y egipcias conservadoras.

Johnson también describe a los habiru o apiru como gente migrante y trabajadora, e incluso como mercenarios, a quien les atribuye gran inteligencia.

Según él. El modo de denominar a los antepasados de los judíos siempre ha supuesto un problema. El término ‘hebreos’ es insatisfactorio, aunque a menudo es necesario usarlo pues el término ‘habiru’, del cual cabe presumir que deriva, describía más un modo de vida que a un grupo étnico determinado, aunque la característica prominente y decisiva era su incondicional monoteísmo.

BIBLIOGRAFIA

Historia de los judíos - Paul Johnson, 1987

Los Hab/piru - Moshe Greenberg, 1955

El prisma habiru de Tikunami - Mirjo Salvini, 1996

Diario de estudios del Cercano Este - Robert D. Briggs, 1999

Fe e historia del antiguo Israel - George E. Mendelhall, 2001

El Irak antiguo - George Roux, 1992

La vida en el antiguo Cercano Este - Daniel C. Snell, 1997

El final de la Edad de Bronce - Robert Drews, 1999

Agustín Fabra

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