Los documentos descubiertos en Tell-el-Amarna, Egipto, la Antigua
capital del faraón Akenatón o Amenophis IV de la dinastía XVIII (1374-1347 a.
C,), mencionan con frecuencia a unos grupos conocidos con el nombre de ‘habiru’
o ‘apiru’.
Estos documentos forman parte de la correspondencia entre la corte egipcia y sus vasallos de Oriente Próximo, entre los que se encontraba el país de Canaán. Al parecer, algunas de las cartas llevan el nombre de Abdi-Hepa, rey de Urusalim, la actual Jerusalén, quien se lamenta de las incursiones de los habiru y pide ayuda a su soberano egipcio para que le defienda de las incursiones de los habiru.
Estos documentos forman parte de la correspondencia entre la corte egipcia y sus vasallos de Oriente Próximo, entre los que se encontraba el país de Canaán. Al parecer, algunas de las cartas llevan el nombre de Abdi-Hepa, rey de Urusalim, la actual Jerusalén, quien se lamenta de las incursiones de los habiru y pide ayuda a su soberano egipcio para que le defienda de las incursiones de los habiru.
LOS ‘APIRU’ O ‘HABIRU’
‘Habiru’ o ‘apiru’ fue el nombre dado por varias fuentes sumerias,
egipcias, acadias, hititas, mitanias y ugaríticas a un grupo de gentes que
vivían en las áreas de la Mesopotamia nororiental y el Creciente Fértil, tanto
en Egipto como en Canaán y Persia, la actual Irán.
Dependiendo de la fuente y de la época, los habiru o apiru son descritos
de varias formas, así como diferentes son las hipótesis sobre sus orígenes,
aunque generalmente los han clasificado como grupos de nómadas o semi-nómadas,
rebeldes, fuera de la ley, asaltantes, mercenarios, sirvientes o esclavos.
Los habiru o apiru también se han identificado como refugiados; es
decir, gentes que atravesaban fronteras, aunque no se especifica la causa del
desplazamiento, pero sí suponían una constante amenaza, no solamente para los
mercaderes y otros viajeros, sino también para las comunidades más asentadas de
la mencionada región.
En el Papiro de Brooklyn, fechado en el 450 a.C., dentro del reinado de
Sobekhotep III se habla de un sirviente doméstico llamado Apiru-Rishpu, cuyo
nombre aparece también en la tumba de Tutankhamon, en un vaso de vino dulce que
lleva la inscripción del nombre del maestro vinicultor.
Hay otros muchos documentos e inscripciones en relación con los habiru o
apiru a través de su origen hebreo, como es el caso de la estela de la Victoria
de Merentaph, menciones en los templos de Soleb, Medinet Habu, Amara oeste y
Aksha, o en los papiros de Kahun donde consta la lista del personal convocado
para la fiesta de Sestrosis II, en donde aparecen los apiru o habiru
contratados como sirvientes.
En la investigación contemporánea se habla del origen hurrita y amorreo
de los habiru o apiru, y se les divide en dos grupos relacionados con su
origen, ofreciendo la posibilidad de la formación de Israel, quienes forzaron
la caída de las ciudades-estado de Canaán en los siglos XIII y XII a.C. y de
aquellos que, huyendo de Egipto, asumieron la religión y el credo de Yahvé,
siendo éste el nexo de unión, junto con el deseo de establecerse en aquella
tierra y crear un arraigo, lo cual les llevaría a forjar alianzas de grupos,
tribus o individuos convertidos a la fe de Yahvé, conformando así el llamado
‘pueblo proto-hebreo’, o anteriores a los hebreos.
LAS FUENTES
Los registros sumerios del reinado de Shulgi de Ur del 2,150 a.C. describen
una clase de gente desharrapada que viaja en un silencio mortal que destruye
todo a su paso y que pasan su tiempo en el campo sin observar los decretos del
rey. Los apiru o habiru eran descritos como salteadores de caminos o ladrones
de caminos.
Otro documento mesopotámico fechado en el 1,500 a.C. les describe como
soldados o trabajadores organizados en bandas de varios tamaños, y formadas por
mercenarios al servicio de ciudades-estado locales para la provisión de
alimentos u ovejas.
Las fuentes cananeas indican que un número de las cartas de Amarna
fechadas en el 1,300 a.C. y enviadas a los faraones Amenhotep III y Akenatón,
mencionan su lamento por los ataques a que eran sometidos por los habiru o
apiru, quienes luchaban en busca de provisiones y alojamiento.
Igualmente para los egipcios los habiru o apiru gozaban de la misma
fama, hasta el punto de que el general Toth, en la época del faraón Tutmosis
III (1,440 a.C.), pidió en algún momento que sus caballos fueran llevados al
interior de la ciudad, no fuera que fuesen robados por algún apiru que pasara
por allí.
Una estela del reinado del faraón Shety I (alrededor del 1,300 a.C.)
dice que el faraón envió una expedición a Siria y Palestina, en respuesta a un
ataque de los apiru del Monte Yarmuta sobre un pueblo local. Un número no
especificado de apiru fueron capturados y llevados a Egipto como esclavos. Los
obreros que Ramsés IV envió a las canteras de Uadi Hammamat incluían 5,000
soldados, 2,000 hombres ligados a los templos y 800 apiru. Esta es la última
referencia clara que aparece en documentos egipcios.
CONCLUSION
Los habiru o apiru son más una designación social que étnica o tribal.
El célebre escritor e historiador británico Paul Johnson, en su libro ‘Historia
de los judíos’ escribe que en el antiguo contexto mesopotámico y egipcio, el
término ‘habiru’ se aplicaba a las gentes no urbanas, difíciles y destructivas,
que se desplazaban de lugar en lugar, sin tener hábitos regulares, y que
desconcertaban e irritaban a las autoridades mesopotámicas y egipcias
conservadoras.
Johnson también describe a los habiru o apiru como gente migrante y
trabajadora, e incluso como mercenarios, a quien les atribuye gran
inteligencia.
Según él. El modo de denominar a los antepasados de los judíos siempre
ha supuesto un problema. El término ‘hebreos’ es insatisfactorio, aunque a
menudo es necesario usarlo pues el término ‘habiru’, del cual cabe presumir que
deriva, describía más un modo de vida que a un grupo étnico determinado, aunque
la característica prominente y decisiva era su incondicional monoteísmo.
BIBLIOGRAFIA
Historia de los judíos - Paul Johnson, 1987
Los Hab/piru - Moshe Greenberg, 1955
El prisma habiru de Tikunami - Mirjo Salvini, 1996
Diario de estudios del Cercano Este - Robert D. Briggs, 1999
Fe e historia del antiguo Israel - George E. Mendelhall, 2001
El Irak antiguo - George Roux, 1992
La vida en el antiguo Cercano Este - Daniel C. Snell, 1997
El final de la Edad de Bronce - Robert Drews,
1999
Agustín
Fabra
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